La carrera por ver quién anuncia antes el fin de la mascarilla ha comenzado y parece que la va ganando Pedro Sánchez. En el Congreso de los Diputados, el presidente del Ejecutivo ha dicho que "pronto vamos a abandonar las mascarillas en las calles", pese a que los expertos en epidemiología hablan de "agosto" o, como muy pronto, "julio".
El principal problema en los cálculos de Pedro Sánchez son los tiempos y el barómetro epidemiológico al que condiciona la medida. Mientras que el presidente del Ejecutivo vincula eliminar las mascarillas con tener al 50% de la población con una dosis de la vacuna contra el coronavirus, los epidemiólogos españoles reclaman que la cifra sea de un 50% "o más" con la pauta completa o, lo que es lo mismo, las dos dosis.
Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), explica que, a su juicio, los dos objetivos principales que debe alcanzar España para eliminar las mascarillas son: tener al 50% "o a ser posible el 70% de la población española inmunizada", y una incidencia acumulada a 14 días de 50 casos por cada 100.000 habitantes.
Reconoce que, con la distancia de un metro establecida por el Ministerio de Sanidad, la situación de España empieza a "a ser muy favorable" para retirar la mascarilla siempre que la transmisión del virus sea "claramente baja".
Por ello, Ortí habla de una incidencia acumulada de 50 casos por cada 100.000 habitantes. Además, el experto insiste en la necesidad de mejorar los datos de vacunación, sobre todo, "con las personas más vulnerables"; mayores de 50 años y dependientes.
Cuando toca hablar de tiempos, Ortí lo tiene claro. Si sigue la tendencia epidemiológica, las mascarillas se podrían eliminar al aire libre en "agosto". Incluso en "julio" si la medida se toma por comunidades autónomas.
Tal y como Ortí ha reiterado en multitud de ocasiones, ahora mismo la Covid-19 se comporta de forma diferente según la región y, por ello, se podría eliminar en algunas regiones como "la Comunidad Valenciana, Galicia o Baleares", pero no en otras regiones con una IA más alta, como País Vasco o Madrid.
Carrera política
Tanto Ortí como Sánchez hablan de cobertura vacunal pues lo vinculan directamente con la inmunidad de grupo. O, lo que es lo mismo, que el 70% de la población tenga la doble pauta de la vacuna puesta y haya generado anticuerpos.
Es precisamente ese dato en el que se están apoyando las principales comunidades autónomas que están pidiendo levantar la obligatoriedad de mascarillas. Aunque, como ocurre entre Sánchez y Ortí, no hay unanimidad en el porcentaje.
Comunidades como Andalucía aseguran que, si no llegan al 75% de su población vacunada no se plantearán eliminar este método de protección. Por el contrario, Madrid habla del 50% de sus habitantes con doble pauta y Castilla-La Mancha prefiere poner una fecha en el calendario: julio. Mes que apoyan desde Murcia y Galicia.
Como adelantó el ESPAÑOL, la idea de la gran mayoría de las comunidades autónomas es eliminar el uso de las mascarillas en exteriores de forma homogénea, es decir, coordinándolo con el Ministerio de Sanidad y sin que unas regiones se adelanten a las otras.
Exterior y variantes
Con todo ello, las regiones y los expertos ponen una última pega a eliminar la mascarilla y esa es la cepa india. La conocida como variante Delta presenta una cierta reticencia a la inmunidad que generan las vacunas. Lo que pondría suponer un problema para parar la pandemia de la Covid-19.
Hay que recordar que, pese a eliminar la mascarilla en exteriores, se seguirá manteniendo en el interior de los establecimientos y siempre que no se pueda cumplir la distancia de un metro entre personas.
Como recuerda Ortí, no existe una evidencia "clara" de que la transmisión al aire libre de la Covid por eso muchos países de la Unión Europea optaron por no hacer obligatoria el uso de mascarillas en la calle. Una medida que España sí tomo para "controlarlo todo".
"Fue una norma global para tenerlo todo controlado", explica el epidemiólogo. Asegura que España podría haber tomado la misma predisposición que países como Finlandia, que no han obligado a usar siempre la mascarilla, si "tuviéramos una responsabilidad individual muy clara".
En estos momentos el uso de este material de protección en exteriores se regula por la Ley 2/21, del 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. Una norma que habría que modificar aunque la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no ha especificado cómo.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), la titular de la cartera ha confirmado que desde el ministerio están "trabajando de manera intensa y coordinada" para eliminar la mascarilla, pero sin confirmar cómo.
"Será mediante una iniciativa acorde al marco legal y de manera coordinada con las comunidades autónomas", ha explicado Darias que no ha querido hablar ni de porcentajes de inmunidad ni de una fecha concreta.
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