PP, Vox y Cs tendrían mayoría absoluta por primera vez desde que Sánchez llegó a Moncloa

La encuesta, realizada después de la concesión de los indultos a los líderes del procés por parte del Gobierno, refleja que el PP mantiene su ventaja sobre el PSOE y que ganaría las elecciones generales, de celebrarse hoy.

Los populares lograrían el 26,2% de los votos, frente al 24,1% del PSOE,  ampliando en un punto su ventaja con respecto al partido hoy en el Gobierno desde que se anunció la medida de gracia a los políticos independentistas encarcelados por sedición. 

Lo haría obteniendo 115 escaños (más los dos de Navarra Suma, la coalición con Unión del Pueblo Navarro, su socio en la Comunidad Foral), frente a 96 de los socialistas. Los dos grandes partidos casi invertirían así su representación actual en el Congreso de los Diputados, donde el PSOE ocupa 120 asientos y el PP 89. 

Pablo Casado lograría la mayoría aboluta con el apoyo de Vox, que seguiría siendo la tercera fuerza política nacional con 58 escaños, y de Ciudadanos, que perdería la mitad de su representación pero mantendría cuatro de sus diez diputados, un resultado con el que perdería el grupo parlamentario propio.

No obstante, los de Inés Arrimadas comienzan a remontar con respecto a anteriores sondeos, subiendo dos puntos, hasta situarse por encima del 5% de voto en toda España. Precisamente el porcentaje que se le resistió a Edmundo Bal en las elecciones del 4-M en Madrid para haber podido entrar en la Asamblea Regional.  

Uno más que la absoluta

En definitiva, 177 asientos de la Cámara Baja, uno más que la mayoría absoluta, entre las tres formaciones, PP, Vox y Ciudadanos, que han coincidido en llevar la voz cantante de la oposición a la medida de gracia contra Oriol Junqueras y el resto de condenados por el Tribunal Supremo (TS) en octubre de 2019.

Algo que han hecho tanto respaldando manifestaciones callejeras, singularmente la que convocó Unión 78 en la Plaza de Colón, como recurriendo jurídicamente los indultos aprobados esta semana por el Consejo de Ministros o, en el caso del PP, recogiendo firmas ciudadanas contra esa medida.  

El crecimiento y consolidación como primera fuerza del PP sigue teniendo una relación directa con la caída de Ciudadanos.

Casi un 30% de quienes votaron a Albert Rivera en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019, repetidas después del veto del entonces presidente de Ciudadanos al PSOE y de que no hubiera acuerdo entre Sánchez y Pablo Iglesias, optarían esta vez por la papeleta azul.

Un 23% de quienes optaron por el partido de centro, que en aquel momento pasó de 57 a diez escaños, decidirían esta vez abstenerse. 

La mayoría de Casado para gobernar con sus socios sería tan holgada que ni siquiera un frente en su contra de la izquierda junto a los grupos nacionalistas y separatistas, como el que se produjo en 2018 para hacer presidente a Sánchez, podría amenazarla.

La suma de todas esas formaciones, desde el PSOE al BNG o a Teruel Existe, pasando por ERC, PNV, Junts Per Catalunya y Bildu, e incluso la CUP, se quedaría unos diez escaños por debajo.

Podemos sigue bajando 

Unidas Podemos, por su parte, ya sin Iglesias, y con la bicefalia entre la nueva secretaria general y también ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz, en principio la futura candidata, sigue perdiendo apoyos.

Según el sondeo, se quedaría apenas unas décimas por encima del 10% de voto, un límite por debajo del cual se entra en una zona de peligro en términos de competición electoral.

La formación morada pasaría de 35 a 26 escaños en el Congreso, pronunciando su declive, desde que en 2015 y 2019 fue la tercera fuerza del Parlamento con hasta 71 escaños y rozó el sorpasso al PSOE.  

Todo lo contrario que Más País, el proyecto de Íñigo Errejón, que escalaría hasta los nueve escaños, el triple de los que tiene ahora (siempre sumando a su socio en Valencia, Compromís) alcanzando así el grupo propio en el Congreso y convirtiéndose en la quinta fuerza política nacional, por delante de Ciudadanos.

Un importante crecimiento, aunque lejos aún de las expectativas generadas después del 4-M, cuando Más Madrid, con Mónica García al frente, superó al PSOE en votos y se convirtió en el primer grupo de la oposición en la Asamblea de Madrid.