Lo que no ha conseguido la Covid-19 lo ha conseguido la política. Corral de Almaguer, un pueblo de Toledo de 5.300 habitantes, lleva semanas paralizado por un conflicto en su ayuntamiento, al que no acuden los ediles. Con las economías castigadas por la pandemia, la localidad tiene los presupuestos prorrogados incapaz de pactar otros y no está concediendo ni licencias de obras.
El consistorio no ha conocido la paz en los últimos años. Allí, las elecciones municipales de 2019 arrojaron una fragmentación municipal similar a la del resto del país: de 13 concejales, cinco fueron para el PSOE, que formó un gobierno de coalición sumando a los dos de Ciudadanos. El PP -seis escaños- quedó relegado a la oposición tras doce años liderando la alcaldía.
Apenas existen pueblos importantes a su alrededor en cincuenta kilómetros a la redonda. Desde que comenzó la legislatura hace justo dos años, las tensiones dentro del ayuntamiento no han cesado.
Hace quince días, el gobierno terminó de romperse: todos los ediles que estaban dentro del Ejecutivo -incluidos los del PSOE- renunciaron a sus respectivas concejalías, dejando sola a Dolores González, la alcaldesa socialista, con otro compañero de partido. Todas las competencias a su disposición.
Los tres concejales socialistas y los dos de Ciudadanos han renunciado a su acta de la junta de gobierno, aunque mantienen la de concejal. "Ahora mismo no sabemos qué va a pasar. De momento ni siquiera vienen a los plenos, es todo un despropósito que está perjudicando al pueblo porque no sale adelante ninguna licencia, proyecto ni presupuesto para los vecinos", defienden ediles de la oposición en charla con EL ESPAÑOL.
Los servicios médicos, la limpieza, las obras, los proyectos sociales... Todo está quedando sumido en la parálisis debido al desgobierno que asola a la localidad.
Esta hecatombe en el gobierno venía fraguándose desde hace meses. Los concejales socialistas que llevan años en Corral de Almaguer recelan de su propia jefa. González, la alcaldesa, es casi una recién llegada a la política. "Viene de una familia de derechas de toda la vida, se colocó en la lista del PSOE como independiente sin haber estado casi nunca en el partido, y eso les molestó mucho a los socialistas de siempre, que se vieron relegados a los puestos secundarios", cuentan fuentes del consistorio.
Mensajes cruzados en redes
La puntilla llegó cuando la propia alcaldesa colgó un mensaje bastante extenso en su muro de Facebook en donde alegaba que desde el momento en que tomó posesión de su cargo se había sentido "manipulada, engañada y tratada como una marioneta" por sus compañeros de partido.
"Prometí otra clase política y no me han dejado. He tenido que aguantar gritos y malas formas después de un pleno por dejar "hablar de más" a la oposición y luchar por hacer las cosas como había que hacerlas, desde el respeto y la educación, y no desde la venganza y el odio", sentenciaba en sus redes.
El mensaje corrió como la pólvora por el pueblo, y la gente comenzó también a dar su parecer sobre la situación. La sorpresa llegó cuando cinco de los seis compañeros de su gobierno, tres del PSOE y los dos de Ciudadanos, publicaron un comunicado en sus redes atacando a la alcaldesa y echando más leña al fuego y respondiendo punto por punto a las quejas de la alcaldesa.
En el Partido Popular de Corral de Almaguer están convencidos de que toda esta estrategia está pactada entre los naranjas y los socialistas descontentos. "Quieren imponer su proyecto, y están compinchados entre ellos para echar a la alcaldesa porque no la soportan. Es conocido que tienen muchas discrepancias personales. No se hablan entre los propios concejales de la alcaldía, y cuando lo hacen se tratan a gritos y a insultos", concluye una concejal popular.
Además de todo esto, en un mensaje publicado en su perfil personal de Facebook, el número dos de Ciudadanos denuncia que la alcaldesa le retiró de su concejalía sin previo aviso y sin consultar a nadie.
"Sé las humillaciones y ofensas que tiene que aguantar su propia compañera de equipo de Gobierno, aunque luego se le trate de disculpar diciendo que estaba muy nerviosa. Los que lo vivimos día a día vemos cómo esa persona llora y sufre; nadie se merece que la traten así. Me extraña que se queje y reivindique su derecho a no consentir ese trato cuando es algo que ella está acostumbrada a practicar", sentencia este concejal.
Pueblo paralizado
El caos en el pueblo es evidente, y los vecinos afirman estar "hartos y cansados de esta clase política, la peor en toda la historia de Corral de Almaguer". Este bloqueo ha traspasado ya los muros del ayuntamiento, y la gente se está viendo afectada en su vida corriente: "El sector de la construcción está totalmente paralizado porque no hay nadie en el ayuntamiento que adjudique licencias. Algunos llevan con su casa rota desde la borrasca Filomena y no les han dado las ayudas para repararla", cuenta una vecina del pueblo.
Llevan desde que comenzó la legislatura con los presupuestos prorrogados por no haber sabido pactar unos nuevos.
Además, se generan choques y solapamientos entre los propios regidores del gobierno. Mientras que uno por la mañana dicta una cosa a espaldas de todo su equipo, por la tarde la alcaldesa revoca la ordenanza, contradiciendo a sus propios concejales.
"Hace unas semanas un concejal prohibió fumar en la piscina por la pandemia. Lo hizo él por su cuenta, porque en cuanto llegó la alcaldesa se sorprendió de esta medida y quitó todos los carteles que prohibían fumar".
"No entendemos nada de por qué está pasando esto. Al final los perjudicados por el ego personal de los políticos somos nosotros". Denuncian que no se limpian las calles, que no contratan personal para la escuela o que sólo tienen un médico, que tiene que atender a otros dos pueblos. "Muchos vecinos nos hemos tenido que sacar la tarjeta de desplazados en Madrid para poder ir al médico", cuentan.
Otro vecino que se dedica a la construcción denuncia que lleva casi un año sin trabajar porque no se adjudican las licencias necesarias por las guerras internas del consistorio. "Lo único que queremos es trabajar y vivir, que nos dejen en paz. Con estos políticos es imposible. Hemos pedido reuniones para ser parte de la solución. Estamos dispuestos a hacer lo que sea. Ni siquiera nos han llamado porque no les interesa colaborar", resume.
Afirma no querer saber nada de los concejales y pide que dimitan totalmente de su cargo: "Pensábamos que los políticos estaban ahí para hacernos la vida más fácil, y resulta que nos la hacen más difícil y además les tenemos que pagar de nuestro dinero. Es el mundo al revés".
Los sueldos
El sueldo de la alcaldesa es de 28.000 euros anuales, una cantidad bastante elevada para un pueblo de estas dimensiones. Según afirman fuentes del ayuntamiento, la vicealcaldesa, de Ciudadanos, se puso el sueldo más alto que ha tenido un concejal en toda la historia del pueblo: 1.700 euros mensuales. Mientras tanto, el sueldo de la oposición ronda entre los 120 y los 200 euros, dependiendo del mes -no hay nóminas, sino dietas-.
"Y además, la vicealcaldesa se pensaba subir el sueldo cada año. Eso lo acordaron en el pacto de gobierno con el PSOE, cuyos concejales también se han subido el sueldo", afirman desde la oposición popular.
Hasta ahora el sueldo de los concejales pertenecientes al gobierno venía de la junta de gobierno, a la que han renunciado. En principio, pasarán a tener sueldo de oposición, que se cobra por asistencia a los plenos, generalmente dos al mes.
Todavía conservan el acta de concejales y por lo tanto pueden participar de la política municipal del pueblo. "Lo que denunciamos es que han abandonado su trabajo, dejan al pueblo en manos de nadie, no piensan hacer nada, ni acudir a los plenos, y además quieren cobrar por acudir a los plenos habiendo renunciado al trabajo para el que se les ha elegido", critican en el PP.
"Si vas al ayuntamiento cualquier día, lo más probable es que no haya nadie. No van ni los funcionarios, porque saben el caos que hay montado. Además, los pocos que quedan están a punto de jubilarse y no hay ningún plan para renovarlos. Una vez se sacó una bolsa de trabajo, pero como la persona a la que le dieron el cargo no le gustaba al gobierno declararon la bolsa impugnada", cuentan los vecinos.
Sin pacto posible
Desde el Partido Popular piden la dimisión inmediata y el abandono de su acta de todos los concejales díscolos: "Lo correcto es que se vayan a su casa y dimitan de verdad. Ahora mismo no están haciendo nada, no vienen a los plenos, van por libre y hacen lo que quieren".
Preguntados sobre la posibilidad de un pacto con Ciudadanos lo niegan en rotundo: "Los de Ciudadanos son casi peores que el PSOE. No quieren hablar con nosotros, nos niegan la información, no responden a nuestras preguntas y sólo tienen ansias de poder y de ganar más dinero".
Los populares tienen seis escaños en el consistorio, pero la mayoría absoluta son siete, con lo que no pueden sacar adelante ninguna propuesta. "Hemos intentado ya de todo para salir de esta situación de bloqueo pero la otra parte no está por la labor. Sólo podemos ir al pleno a hacer oposición, preguntar, pedir explicaciones. Los vecinos han pedido venir al pleno como público para pedirles explicaciones ellos mismos", aseguran desde el PP.
Comunicado de los concejales
Los concejales del PSOE que aparecen en esta información han contactado con este medio para expresar su descontento con lo publicado, afirmando que es falso que el ayuntamiento se haya paralizado o que hayan dejado de acudir a su trabajo. Su rectificación remitida puede leerse en este enlace.