La quinta ola de la Covid-19 ha aterrizado en la sanidad española en su peor momento: el verano. Plantillas en cuadro, donde se cubre menos del 70% de las vacaciones, y plantas enteras cerradas a causa de la reducción del personal han aliñado una mezcla en la que la Covid-19 sólo ha puesto la guinda del pastel.
Los centros de Atención Primaria y los hospitales de España afrontan esta fase de la pandemia con pocos efectivos y "saturados". Según las denuncias de sindicatos de médicos y enfermeros, el país está haciendo frente a una incidencia acumulada de 600 casos por cada 100.000 habitantes cubriendo las vacaciones de menos del 30% de la plantilla y con 10.000 camas cerradas.
Esta situación "lamentable", según los colectivos denunciantes, no ha cambiado cuando se han incrementado los contagios. Y es que, parecía razonable que al inicio del verano se cerraran plantas para reducir la carga de trabajo de los centros, pero todos esperaban que con la quinta ola se contratara más personal y se volvieran a abrir las plantas clausuradas.
Según explican fuentes del sector sanitario, la decisión de cerrar camas es algo que ocurre "todos los veranos". "La gente se cita menos para pequeñas cirugías, muchos servicios reducen sus agendas y, así, los sanitarios se van de vacaciones", añaden.
Es la solución "fácil" que, según estas mismas voces, no se debería de tomar si se cubrieran las libranzas de los profesionales. "Eso no se ha hecho. Ni antes ni después de la Covid. Por eso, al no cubrir las vacaciones, lo que se hace es reducir el número de camas abiertas", lamentan.
El problema ha surgido cuando -"excepto en casos muy puntuales"- se han mantenido cerradas las camas pese al avance de la quinta ola de contagios. El Sindicato de Enfermería SATSE ha denunciado que, en lugar de reforzarse las plantillas, se ha optado por reducirlas. "Los centros hospitalarios y de Atención Primaria están cada vez más tensionados".
"Ahorrar en verano"
SATSE asegura que la actual situación es "fruto del interés prioritario de los distintos servicios de salud". A su juicio, las comunidades autónomas quieren "aprovechar el verano" para "ahorrarse dinero" cerrando camas y limitando el número de contrataciones para cubrir vacaciones.
Según los datos recopilados por el sindicato, este verano se han cerrado más de 9.600 camas, 2.700 más que el pasado año, y se han paralizado miles de consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas.
En lo que respecta a las vacaciones de verano, las enfermeras aseguran que sólo se han realizado contrataciones por vacaciones para el 30% o el 40% de la plantilla. "Con lo que el trabajo y responsabilidad de 60 profesionales de cada cien deben hacerlo los que prestan sus servicios en el periodo estival".
Los médicos, por su parte, aseguran que este porcentaje ha sido incluso menor. Aunque todo depende de en qué comunidad autónoma, desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) explican que "las bolsas están agotadas en todos lados" y siguen sin cubrir las vacantes en los "puestos de difícil cobertura" (zonas rurales, de difícil acceso o condiciones).
Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, entre sustituciones y refuerzos de verano no se alcanza al 20% de distribución irregular. Es decir, sólo se sustituyen "monopuestos" y refuerzos de zonas de playa donde hay mucho turista en verano. En los centros urbanos y grandes hospitales las sustituciones son de menos del 5%.
Renunciar a vacaciones
En Murcia, por el contrario, no se han podido cubrir ni los puestos de desplazados en la costa por falta de médicos y se han cubierto "sólo algunos".
Una de las grandes denuncias de los médicos es que el colapso de la primaria no se produce sólo por el incremento de la incidencia de la Covid-19, sino "precisamente" porque no se han cubierto las vacaciones.
En Baleares, donde el turismo casi duplica el número de usuarios de centros sanitarios, apenas hay un sustituto en cada centro. "Los que cubrían los desplazados en zonas turísticas este año no se han cubierto", denuncian desde CESM.
Tan grave es la situación en Baleares que están buscando "voluntarios" que anulen sus vacaciones de verano con gratificación de hasta 6 días. Una compensación que, además, pueden disponer hasta el 30 de junio del 2022.