La situación en el aeropuerto de Kabul es "dramática", tal y como ha reconocido la ministra de Defensa, Margarita Robles, lo que está dificultando las evacuaciones desde ese país. Robles ha detallado este viernes que esa es la principal razón por la que no se ha evacuado a más personas en los aviones que han partido desde Kabul y ha explicado que una de las familias ha embarcado sin una de sus hijas porque se perdió en una avalancha.
Tal y como conoció este jueves EL ESPAÑOL, las evacuaciones en Kabul se están viendo comprometidas por la situación en el aeropuerto. En la mañana de este viernes un segundo avión español ha partido de Kabul con 110 personas a bordo, que se suman a las más del doble de las que logró sacar de Afganistán en el primer A400 del Ejército el miércoles. El despegue tuvo lugar en torno a las 6.30 horas y aterrizarán en Torrejón de Ardoz (Madrid) a lo largo de la tarde o noche de este viernes.
El Gobierno es consciente de que la situación en la capital y, sobre todo, en el entorno del aeropuerto, "es muy compleja" y, por ello, ha intentando en las últimas horas, por medio de las tropas nacionales desplegadas en el terreno, abrir un pasillo seguro para que los traductores y colaboradores afganos puedan acceder al aeródromo.
En ese sentido, la ministra Robles ha ilustrado este viernes el "caos" que se vive en las inmediaciones del aeródromo con la vivencia de uno de los colaboradores afganos: "Una de las personas que ha entrado con su familia en uno de los aviones, tampoco voy a dar más datos, ha perdido a una las hijas, que se ha quedado en Kabul", ha señalado en Radio Nacional.
También ha relatado cómo un comandante del ejército español veía "a lo lejos" a afganos con los que había trabajado sin poder ayudarles. "Era imposible, ni los intérpretes podían dar un paso a la puerta, ni nosotros podíamos hacer nada para ayudarles porque era una multitud, una avalancha".
Establecer un corredor seguro para que los afganos puedan acceder al aeródromo "sería lo ideal pero en este momento es imposible". "Fuera del aeropuerto no hay ningún control de la situación, en Kabul ciudad no hay nada, más que el control talibán".
Robles ha explicado que España tiene buena cooperación con el resto de países presentes en el aeropuerto, bajo control estadounidense, y ha detallado que los británicos han colaborado para facilitar el acceso de algunos de los afganos evacuados en el segundo vuelo español, con 110 personas a bordo.
Ha aludido la ministra a las "buenas" relaciones con Estados Unidos, que pese a que tenía previsto abandonar el aKabuleropuerto el 31 de agosto, ha comunicado que no se marchará hasta que llegue la última persona que tenga que dejar el país. Estados Unidos tiene la "presión", ha apuntado Robles, de evacuar a 50.000 personas.
Y ha pedido "confianza" a los colaboradores afganos que siguen a la espera de ser evacuados por España y "que esperen donde estén", al tiempo que ha recalcado que el compromiso del Gobierno es enviar los vuelos que sean necesarios para "no dejar a nadie atrás".
En el último avión que ha partido desde Kabul viajan tanto colaboradores afganos de España como los que han trabajado con instituciones europeas, y una vez en Dubái, se contará con un listado más detallado, aunque no se dan más datos por "prudencia" ya que hay en juego vidas humanas.