Tras el desgaste y la pérdida de su crédito al frente del Ministerio del Interior, ya para muchos agotado tres años después de su llegada al cargo, el ministro Fernando Grande-Marlaska afronta un complejo inicio de curso político.

Ante él, la resolución final del caso del coronel Pérez de los Cobos en la Audiencia Nacional, la polémica por la devolución ilegal a Marruecos de cientos de menores que siguen en Ceuta desde el asalto de mayo... y una ristra de manifestaciones en la calle de asociaciones y sindicatos pertenecientes a todas las esferas de funcionarios que dependen de su cartera.

Marlaska fue salvado de ser reprobado en el Congreso gracias a los votos de Bildu y de ERC. Y el desgaste ante la insatisfacción por su gestión a nivel político y funcionarial su llegada al Ejecutivo -en junio de 2018- le convirtieron en un candidato claro a salir del Gobierno en la remodelación que Pedro Sánchez acometió el sábado 10 de julio.

Sin embargo, Marlaska se salvó de la quema, a pesar de que -como reveló EL EPSAÑOL-, el presidente lo tenía en la lista de destituidos el viernes por la noche. Pero Sánchez no halló sustituto y eso le hizo conservar el puesto. 

La primera de las tres convocatorias masivas fue anunciada por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) desde antes del inicio de verano. Se celebrará el próximo 18 de septiembre a las puertas del Ministerio del Interior. Es una de las más esperadas por los agentes adscritos a esta asociación del Instituto Armado.

Fuentes de la AUGC explican los motivos de la concentración: que Marlaska todavía no ha atendido "las principales reclamaciones de los guardias civiles". Es decir, la implantación de una "jornada laboral digna" que permita la conciliación profesional y familiar y un "mejor reparto del complemento de productividad", donde se gratifiquen adecuadamente servicios nocturnos, festivos y extraordinarios.

Según explica un portavoz en conversación con EL ESPAÑOL, el ministro tampoco ha cumplido con la consumación del acuerdo de equiparación salarial. "Ahora, los guardias civiles no pueden quedarse de brazos cruzados, tenemos que estar unidos y acudir masivamente", insisten.

No será el único quebradero de cabeza este mes para un ministro al que las polémicas se le acumulan una detrás de otra. Previsiblemente, en las próximas semanas se conocerá la decisión de la Audiencia Nacional sobre el recurso interpuesto por su cartera tras la decisión judicial de restituir al coronel Diego Pérez de los Cobos al frente de la Comandancia de Madrid.

Su cese no fue la primera, pero sí la más sonada de las polémicas en el seno del ministerio. "Desató la mayor crisis en la Guardia Civil de las últimas décadas", insiste Pedro Carmona, portavoz de la AUGC.

Policías y guardias a las calles

En las últimas semanas, también Jucil, la asociación del Instituto Armado de la plataforma Jusapol, ha anunciado su propia manifestación para el día 17 de septiembre, de igual manera a las puertas de las oficinas de Marlaska. La rama hermana de Jupol, sindicato mayoritario en el seno de la Policía Nacional, se presenta además el próximo mes de octubre a las elecciones del Consejo de la Guardia Civil.

"Por tus derechos y el futuro de todos. Luchemos por la igualdad. Por ti, por los tuyos y por los que vendrán. No puedes faltar", anunciaban desde Jusapol hace algunos días. 

Funcionarios de prisiones

Tan solo unos días después, Marlaska se topará con una tercera movilización, en este caso organizada por los funcionarios de Instituciones Penitenciarias de todo el país.

Será el día 22, a las 10 de la mañana, cuando los trabajadores de Prisiones salgan a la calle a pedir "lo que es de justicia", dicen: "Mismo trabajo, mismo sueldo", en clara referencia a los trabajadores de las cárceles catalanas.

Esta convocatoria la protagoniza la asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), desde donde exigen que se igualen los salarios de los funcionarios de distintas Comunidades Autónomas. 

El recorrido de la manifestación comenzará frente a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y pasará ente la sede del Ministerio, para finalizar ante el Congreso de los Diputados. "Queremos mostrar nuestra indignación con un Gobierno que desde que llegó, sólo ha legislado para los presos, y que a nosotros solo nos ha estado maltratando", asegura Manuel Galisteo, portavoz de la asociación. 

"No nos suben el sueldo desde el año 2005", insiste. "Nos han llegado a recortar el salario un 5%, luego nos lo congelaron. Nosotros somos el 'patito feo' de este Ministerio. Es difícil levantarte a tu trabajo sabiendo que te pueden partir la cara y que en tu sueldo no vaya eso... de media, cobramos 1.500 euros". 

Acumulación de líos

La destitución del coronel Manuel Sánchez Corbí al frente de la Unidad Central Operativa (UCO). La destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos por no filtrarle información de la investigación del 8-M (y el varapalo posterior de la sentencia que le obliga a restituirle en su cargo). Los continuos traslados de etarras a prisiones vascas, algunos de ellos con informes contrarios de las juntas de tratamiento de las prisiones, poniendo fin a la política de dispersión a cambio de los apoyos de EH Bildu.

Hay más. Las escasas reuniones con las víctimas de ETA. La criticada gestión de la crisis migratoria del pasado invierno en Canarias. Las desavenencias con la ministra de Defensa, Margarita Robles. La falta de recursos para los agentes en la frontera de Ceuta durante la crisis migratoria del pasado mes de mayo.

Sus subordinados siguen repasando: la fallida, aireada y finalmente archivada investigación sobre las amenazas con balas a distintos representantes políticos del Gobierno, él entre ellos. La falta de protección para los agentes durante el pasado 2020 en los momentos más duros de la crisis de la Covid-19...

Todo han sido polémicas desde su llegada. Y las manifestaciones de quienes están a su cargo comienzan a verse en la calle a las puertas de su ministerio.

Noticias relacionadas