Después de más de 25.000 pequeños seísmos que no han dejado de sacudir La Palma durante ocho días y habían elevado la isla 15 centímetros, el magma que empujaba bajo el suelo se abrió camino: Desde las 15.10 horas La Palma vive su octavo volcán en tiempos históricos, de nuevo en la Cumbre Vieja.
La erupción ha estallado en el municipio de El Paso, uno de los cuatro que estaban en alerta por riesgo volcánico desde el lunes pasado, en una zona escarpada de pinares conocida como Cabeza de Vaca, sin viviendas en su círculo más próximo, por lo que no ha causado víctimas. Pero sí hay núcleos de casas ladera abajo, que ya han sido evacuadas porque están expuestas a las coladas de lava, y hay algunas viviendas afectadas.
El volcán comenzó a rugir en forma de una sacudida y una fuerte explosión que generó una columna de cenizas, a la que pronto siguieron borbotones de lava elevándose muchos metros sobre el suelo desde varias bocas eruptivas. Hasta siete han contado los expertos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcán).
Desde hace días, Involcán y el Instituto Geográfico Nacional (IGN), los dos organismos científicos que tenían monitorizada la isla, venían advirtiendo de que el proceso sísmico se estaba acelerando, de que los terremotos tenían focos cada vez más someros (20 kilómetros, 10, 8, 5, hasta solo 100 metros los últimos), por lo que no descartaban que pudiera terminar en una erupción.
Pero sus diferentes portavoces insistían que no se podía predecir ni dónde ni cuándo iba a estallar el volcán... Ni siquiera si iba a hacerlo, porque reactivaciones como la que había sufrido la Cumbre Vieja también se pueden detener de repente. Ha sucedido antes.
El Involcán calculaba que bajo el suelo se había acumulado un reservorio de magma de 11 millones metros cúbicos que presionaba por salir, la cuarta parte del volumen de materiales volcánicos que emitió en sus 24 días de fuego el Teneguía (1971), el último volcán que había vivido La Palma hasta la fecha (43 millones de m3).
Cuando el volcán estalló, las evacuaciones ya habían comenzado: en El Paso, Mazo, Los Llanos de Aridane y Fuencaliente las autoridades estaban sacando de sus casas a los vecinos con problemas de movilidad. Y el resto de habitantes de la zona había recibido charlas todos estos días de cómo prepararse para abandonar su casa.
"Me alucina y al mismo tiempo me da muchísimo miedo", ha relatado María del Pino Hernández, una de las vecinas evacuadas en Los Llanos de Aridane, consciente de que está presenciando "un espectáculo increíble, que da pánico".
Unas imágenes tomadas desde el aire facilitadas por su autor muestran que varias casas han sido arrolladas por las primeras coladas de lava ladera abajo del lugar donde estalló el volcán.
La Palma había sufrido hasta la fecha siete erupciones desde que hay registros históricos, desde la Conquista de Canarias del siglo XV, todas en el entorno de la Cumbre Vieja. Las últimas fueron en el siglo XX: el volcán de San Juan (1949), donde duró 47 días, y el volcán de Teneguía (1971), donde se prologó 24 días.
El operativo de evacuación pretende evacuar a más de 5.000 personas: los que viven en las zonas más cercanas y, sobre todo, los que tiene casa en el corredor por donde se prevé que va a bajar la lava. De momento, se ha visto que las coladas avanzan despacio, no son muy fluidas, lo que facilita las evacuaciones.
Su aspecto es el del clásico "malpaís", como se denomina en Canarias a las viejas coladas de lava que miles de turistas pueden ver cada día en los Parques Nacionales del Teide y Timanfaya, en Tenerife y Lanzarote.
Uno de los principales expertos en vulcanismo del país, Joan Martí, de Geociencias Barcelona (CSIC), cree que es una erupción "clásica" de las que se han vivido en Canarias, con un tipo de coladas de lento avance, que entrañan poco peligro para la población. Sí podrían ocasionar problemas en la zona más cercana, ha añadido, los gases, las emanaciones de azufre y dióxido de carbono.
Por lo que está viendo, se trata de una erupción que podría durar semanas; como mucho dos meses, según su criterio.
El semáforo de riesgo volcánico en la isla ya ha pasado de amarillo (nivel 2 de 4) a rojo (3) y se ha pedido a los ciudadanos que no hayan sido evacuados que se protejan de las cenizas y se queden en casa. El comité científico del Plan de Protección frente a Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) está reunido y esta noche se espera que ofrezca nuevas indicaciones.
Por precaución, mañana no habrá clases en ningún centro educativo de El Paso, Los Llanos de Aridane y Tazacorte.
La Unidad Militar de Emergencias, la Cruz Roja y varios cabildos han enviado personal de refuerzo en La Palma para ayudar al despliegue de protección civil y los habitantes de la isla están recibiendo la solidaridad de numerosos representantes políticos.
Desde el rey hasta los portavoces de los principales partidos se han puesto en contacto con el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, para expresarle su solidaridad. Y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que suspende su viaje a Nueva York para trasladarse a Canarias.
Este nuevo volcán ha surgido cuando estaban a punto de cumplirse diez años de la erupción submarina de El Hierro, que formó el volcán Tagoro bajo el Mar de Las Calmas.