La intensidad de la lava del volcán de Cumbre Vieja en La Palma, que engulló este martes varios puntos del barrio de Todoque, sigue en aumento aunque su velocidad se frena, lo que permite a los vecinos volver hasta las 19:00 horas a sus casas sólo para recoger enseres y documentación. Al menos 348 casas ya han sido engullidas por la lava.
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El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha adelantado que la lava podría alcanzar el mar a las 20:00 horas (hora canaria) y que la principal colada de lava llegue al Atlántico a la altura de Playa Nueva. Además, la lava se desplaza ya a otros puntos, como al municipio de Jedey, donde sus vecinos están siendo evacuados.
Los grandes espesores del muro de lava que avanza hacia el mar en La Palma, de hasta 12 metros de altura en algunos puntos, podrían provocar en zonas de mayor pendiente la formación de grandes fragmentos de colada que pueden desprenderse del frente y alcanzar mayores distancias.
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El comité científico que asesora al gabinete de crisis precisa que la lava avanza a una velocidad de 200 metros por hora y que la deformación del suelo en la zona próxima a la erupción del volcán asciende a los 28 centímetros.
En una primera evaluación provisional de los daños materiales, el Pevolca estima que más de 200 edificaciones podrían haber resultado afectadas, de las que 63 serían viviendas, según el catastro.
Objetivo: 'salvar' Todoque
Mientras, los bomberos están intentado salvar el resto del barrio de Todoque. Una parte de este núcleo urbano ya ha sido devorado por la lava del volcán de Cumbre Vieja y se espera que las coladas sigan su camino hacia el mar. Por delante, casas, colegios, parques, naves industriales... que son engullidos en cuestión de segundos.
Para evitar que Todoque desaparezca del mapa, un grupo de bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria están intentando canalizar una tremenda colada de lava hacia un barranco para salvar, en lo que se pueda, el pueblo.
"Por intentarlo que no sea", relataba anoche uno de los bomberos que participaba en la operación, en un vídeo que muestra a sus compañeros como abrir con excavadoras una zona libre de obstáculos y una zanja amplia con la esperanza de que el río de lava que está a las puertas del pueblo elija el camino fácil y siga barranco abajo.
Evacuación en Todoque
En Todoque, en Los Llanos de Aridane, viven más de 1.000 personas, que fueron desalojados. Se trata de lo mismo que ocurrió en la noche de este lunes en Tacande, en El Paso, tras la aparición de una nueva boca eruptiva.
Los vecinos de Todoque podrán este miércoles regresar a sus viviendas, aquellas que aún no ha alcanzado la lava, para retirar enseres y documentación imprescindible. Tienen hasta las 19:00 horas para hacerlo.
En total, se han evacuado por el momento a 5.700 personas, entre las que se incluyen las 200 de Tacande realizadas en la noche del lunes. En los albergues habilitados permanecen apenas 132.
Actualmente el suministro de agua de regadío está condicionado a que no se vea afectada la tubería de agua de Los Guirres y se trabaja en el diseño de conducciones alternativas, autorizándose actuaciones de riego en zonas próximas pero aún no afectadas por la erupción, añade el Pevolca.
El informe del comité científico indica que la erupción continúa mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección noroeste-sureste.
La actividad se concentra actualmente en cuatro centros eruptivos (bocas) principales, el último de los cuales se abrió ayer a las 19.56 (hora local).
Gases a 3.000 metros
Este nuevo centro muestra actividad efusiva y emisión de coladas de lava paralela a las coladas anteriores y está muy próximo a los demás activos. Se mantiene el valor dado en anteriores estimaciones de que los gases volcánicos emitidos pueden alcanzar los 3.000 metros de altura. La estimación actual de la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) a la atmósfera por este proceso eruptivo está entre 8.000 y 10.600 toneladas diarias.
Los expertos indican que la señal de tremor volcánico muestra una tendencia a la disminución de su amplitud en las estaciones sísmicas, probablemente debido a la concentración de la actividad estromboliana en un número menor de centros.
Asimismo, se constata que las deformaciones han disminuido su velocidad, mostrando una "relativa estabilidad" en las últimas doce horas. La deformación medida mediante técnica INSAR muestra un máximo acumulado promedio de 28 centímetros.
En cuanto a las condiciones meteorológicas, en las últimas horas se ha producido un cambio de dirección del flujo en los niveles medios-bajos de la troposfera, en torno a los 3.000 metros, girando de componente oeste a norte/nordeste, provocando un desplazamiento del penacho hacia el suroeste de la fuente de emisión.
En la vertiente oeste afectada por la erupción se prevé un régimen de brisas con intensidades comprendidas entre 10 a 20 kilómetros por hora y en los niveles superiores predominio de vientos del nordeste. Se descarta que se produzca lluvia ácida durante las próximas 24 horas.
Velocidad monitorizada
El comité científico señala que prosiguen los trabajos de modelización numérica de la extensión de flujos de lava y la monitorización de la velocidad de avance de las coladas y su extensión.
Además, se continúa con la monitorización diaria de la emisión de dióxido de azufre procedente de los focos eruptivos mediante sensores ópticos remotos montados en helicóptero y la composición química del penacho mediante sensores multigas.
Se realiza toma de muestras de ceniza y lava con regularidad y realizando inspecciones de campo y observaciones mediante drones.
Un total de 743 efectivos de seguridad y emergencias conforman el dispositivo de las distintas administraciones que trabaja por turnos en la erupción volcánica en La Palma.
La lava avanza en dos lenguas
El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha explicado a los periodistas que la lava avanza de noreste a suroeste en dos grandes lenguas, una que avanza "más rápida y fluida" porque proviene de la nueva boca eruptiva y se superpone a la anterior, y otra que va más lenta, situada hacia el sur.
"Tiene un movimiento mínimo y no sabemos si alcanzará una mayor velocidad pero por ahora, lo dudamos", ha comentado.
Morcuende no ha querido hacer cálculos sobre cuándo llegará la lava al mar ni ha precisado el número de viviendas afectadas dado que la emergencia no ha finalizado (según el satélite Copernicus son al menos 165), y ha valorado que las evacuaciones se están realizando con éxito y que no ha habido incendios forestales que hubieran complicado aún más las labores de seguridad.
Canarias mantiene el semáforo rojo
La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias mantiene el nivel 2 de emergencia (semáforo rojo) con la actividad concentrada principalmente en cuatro bocas activas, la última de las cuales se abrió este martes a las 19.56 (hora local) con una emisión de coladas de lava similar a las anteriores.
En la última actualización de la situación del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo Volcánico de la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA), el Gobierno canario señala que la erupción "continúa mostrando el mismo estilo eruptivo fisural, con mecanismo estromboliano, en una fisura en dirección norte-suroeste".
La nueva boca, explica, se encuentra "muy próxima a los demás activas". La velocidad aproximada media de avance del frente de la colada de lava es de 200 m/h, "continuando su avance hacia el mar", con "espesores máximos de alrededor de 10-12 metros".