El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) utilizó a un confidente sirio para "destruir" al exministro y expresidente de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana, según ha asegurado este miércoles el comisario José Manuel Villarejo ante la comisión de investigación sobre el caso Kitchen en el Congreso de los Diputados.
A preguntas del portavoz del PP, Luis Santamaría, Villarejo ha indicado que los gobiernos socialistas le pidieron utilizar los medios de su entramado empresarial (el grupo Zenit) para poner en marcha la investigación del caso Gürtel, el caso Malaya, el caso Erial y el caso Brugal como "operaciones políticas" contra el PP.
"Hubo interés en destruir a Eduardo Zaplana, se usó a un informador sirio que era confidente del CNI", ha detallado Villarejo. La génesis de la Operación Erial, que llevó a Zaplana a la cárcel de Picassent (Valencia) a pesar de que padecía leucemia, ha estado envuelta en una nebulosa.
La versión difundida por los investigadores sostiene que un ciudadano sirio, Al Naddaf Yaloud Imad, encontró en un falso techo de una vivienda que había alquilado (en la que varios años antes había residido Zaplana) varios folios mecanografiados que detallaban la mecánica de cobro de comisiones ilegales del exdirigente del PP.
El 'yonki del dinero'
Al Naddaf no entregó estos documentos a la Policía, sino a Marcos Benavent, conocido como el yonki del dinero, al que apenas conocía. Benavent había sido gerente de Imelsa, una empresa pública valenciana. Finalmente, los agentes de la UCO habrían encontrado los seis folios mecanografiados al registrar el despacho del abogado de Benavent.
Pero esta teoría hace agua por todos lados. Comenzando por la remota posibilidad de que Zaplana hubiera olvidado en un altillo de su antigua vivienda los documentos en los que describía el cobro de comisiones por las adjudicaciones de la ITV y del plan eólico del grupo Sedesa (vinculado a la familia de Juan Cotino).
Ya en 2019, varios medios se hicieron eco de que Al Naddaf Yaloud Imad, vinculado a la rama siria de los Hermanos Musulmanes e impulsor del Centro Islámico de España (CIE), presumía de ser "confidente del CNI". A raíz de los atentados del 11-M, el Centro Nacional de Inteligencia ha reclutado como informadores a líderes religiosos como el citado ciudadano sirio, para detectar cualquier movimiento del terrorismo yihadista.
Durante su comparecencia de este miércoles ante el Congreso de los Diputados, el excomisario José Villarejo ha coincidido con esta tesis al asegurar que el PSOE utilizó a "un confidente sirio" del CNI para intentar destruir a Zaplana.
Chivatazo en Estepona
El expresidente valenciano permaneció durante más de ocho meses (hasta febrero de 2019) ingresado en la prisión de Picassent, acusado de blanqueo de capitales y cohecho, a pesar de que los informes médicos alertaban de su grave estado de salud.
Villarejo ha contrapuesto el trato dispensado a Zaplana con el que recibió la exgerente de Urbanismo del Ayuntamiento Estepona, hija del expresidente socialista del Senado Javier Rojo, en la operación Astapa: "Se le recomendó que se marchara antes de su detención. Creo que el aviso vino del gabinete de Rubalcaba. No fue detenida, ni se informó al juez, ni se registró el ordenador", ha desgranado a preguntas del PP.
Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Villarejo ha presumido de que trabajó estrechamente con los exministros socialistas de Interior José Luis Corcuera y Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ha definido como un "hombre honorable" y con visión de Estado: "Aunque yo era apartidista, estaba más a gusto trabajando para el PSOE que para el PP", ha señalado.
Todos estos detalles han permitido a Villarejo sortear la operación Kitchen, que era el motivo principal de su comparecencia. Al respecto, ha confirmado que Rajoy le pidió varias veces, mediante mensajes de teléfono móvil, detalles sobre los avances de la investigación.
Por fin, la 'Kitchen'
"Tuve un trato directo con Cospedal desde el año 2006 o 2007", ha relatado, "con Rajoy coincidí en algunos actos multitudinarios, pero no tuve ninguna reunión directa y personal con él para tratar este tema [la operación Kitchen]".
Sí ha descrito una reunión celebrada con Cospedal y "un abogado defensor del CNI" en marzo de 2014 en la sede del PP de la calle Génova. En un momento del encuentro, Rajoy se asomó para saludarle brevemente: "¿Qué tal todo? A trabajar". "Entendí que era una forma de decir: yo estoy detrás", explica el comisario.
Villarejo no tiene la mejor opinión sobre la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que tenía bajo su control el CNI: "A Soraya la engañaban, le tomaban el pelo porque era una advenediza en temas de inteligencia, aunque supongo que como abogada del Estado era muy competente".
Villarejo asegura que, pocos meses antes de ingresar en prisión, alertó a Sáenz de Santamaría en varias reuniones de la moción de censura que preparaban el PSOE y sus actuales socios para derribar al Gobierno de Rajoy. Cree que Soraya no transmitió la información, porque esperaba convertirse en presidenta si Mariano Rajoy se veía obligado a dimitir para frenar la moción.
El portavoz popular Luis Javier Santamaría ha querido saber si es cierto que Juan Carlos Monedero pidió ayuda a Villarejo para traer a España dinero depositado en un país africano. "He mantenido hace años relaciones con altos cargos de Podemos", ha replicado el comisario, "aportaré pruebas en el juicio. Siento un profundo respeto por cualquier partido democrático y Podemos lo era en sus orígenes".
"Me han lobotomizado"
Preguntado por el llamado comando Rubalcaba, ha asegurado que "éramos un grupo de personas de confianza de Rubalcaba en la estructura del Ministerio de Interior". En aquella etapa, ha indicado, el PSOE le pidió ayuda para utilizar su entramado empresarial, con el fin de investigar el caso Gürtel.
Algo que, ha añadido, es completamente habitual en operaciones policiales: "El CNI tiene un entramado empresarial tremendo, que se ha utilizado, por ejemplo, para pagar secuestros [de piratas] o realizar pagos en Burkina Faso".
José Manuel Villarejo ha asegurado que se encuentra en una situación de indefensión, ya que las "notas informativas" que remitía a la cúpula policial han sido declaradas secretas y el juez ha requisado las agendas en las que anotaba todo minuciosamente: "Han cercenado mi defensa al quitarme mis diarios personales, me han provocado una lobotomía mental para que no pueda recordar", ha sido la hipérbole utilizada para justificar alguna laguna en su memoria.
Durante el registro de su casa en noviembre de 2017, ha dicho, "arramblaron con todo. Una empresa de mudanzas habría tenido más garantías, porque al menos habría precintado todo. Se llevaron más de 1.000 microcintas, algunas de los años 80 y 90 sobre el caso GAL, que son historia de España".