Alrededor de 200 concentraciones convocadas por la red ciudadana de apoyo a los presos de ETA, Sare, han ocupado este sábado las calles de País Vasco y Navarra para exigir el fin de la aplicación de la política penitenciaria "de excepción" a los reclusos de la banda terrorista apelando a los "derechos humanos", unas protestas de las que se ha desmarcado el PNV.
Los nacionalistas vascos, que en otras ocasiones sí ha apoyado con la presencia de destacados cargos internos y públicos de la formación estas manifestaciones, han decidido no participar al considerar que pueden afectar negativamente al "trabajo parlamentario" y a la "negociación política" para conseguir el final de la política de excepción que se les aplica.
Además, el PNV ha rechazado acudir este año a estas concentraciones por entender que "si queremos terminar con la excepcionalidad de la legislación penitenciaria que se les aplica, es el momento de la negociación política, del acuerdo y del trabajo parlamentario", según ha explicado la parlamentaria vasca del PNV, Irune Berasaiuze Lazkano.
La parlamentaria ha mostrado su "respeto" a "todas las convocatorias de movilizaciones que desde distintos movimientos sociales, como Sare, se hacen en favor de los presos de ETA", pero ha opinado que "en algunos momentos, algunas movilizaciones en favor de los derechos de los presos pueden afectar negativamente ese trabajo político".
Estas movilizaciones descentralizadas han sustituido a la tradicional gran manifestación que se celebra anualmente en Bilbao después de las Navidades en favor de los derechos de los presos de ETA debido a la situación sanitaria existente en el País Vasco por el fuerte repunte de los contagios de coronavirus.
A la manifestación celebrada en Bilbao han asistido varios cientos de personas que han coreado consignas como "Presoak kalera, amnistía osoa" (presos a la calle, amnistía general) y "Presoak etxera" (presos an casa) y representantes de EH Bildu, con su portavoz parlamentaria Maddalen Iriarte al frente y de partidos y organizaciones soberanistas catalanes como Junts per Cataluña, la CUP y la ANC.
Por motivos sanitarios se ha reducido el recorrido y la duración de la marcha que ha comenzado en la céntrica Plaza de Moyua y, tras recorrer el primer tramo de la Gran Vía, ha concluido enfrente del Ayuntamiento, donde se ha leído una declaración de los organizadores.
En la misma se ha advertido de que "no podemos aceptar y nos cuesta creer que, tras más de una década sin violencia patente, tengamos que seguir reivindicando algo tan elemental como que los presos, que están cumpliendo penas reparadoras, son sean sujetos de derechos así establecidos en tratados internacionales, en la Constitución española y en las leyes".
Casado denuncia "impunidad"
Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, ha criticado "la impunidad" en España que permite que este sábado se celebren 200 concentraciones a favor de los presos etarras,y ha lamentado que "850 inocentes" tengan que ver hoy estas manifestaciones "en apoyo a sus asesinos".
En una intervención telemática en la convención intermunicipal en Castilla y León y ya en precampaña electoral, Casado ha admitido que "ETA ya no mata, pero eso no quiere decir que haya que darles nada por haber tenido que dejar de matar por haber sido derrotados".
"Y que hoy haya tanta impunidad nos llena el corazón", ha subrayado el líder del PP, que también ha arremetido contra el Gobierno que "depende de Bildu, partido que nunca ha condenado los asesinatos de ETA".
Casado ha hecho suyas las palabras del rey en la Pascua Militar y ha coincidido en que "el pilar de la democracia son las víctimas del terrorismo".
Un "nuevo tiempo"
Las marchas ponen el broche final a una jornada en la que se ha celebrado por la mañana una mesa redonda en el Palacio Euskalduna de Bilbao bajo el título 'Avanzando hacia la convivencia', que ha acogido el testimonio de varias víctimas de ETA y los GAL además de contar con la asistencia de representantes de PNV, EH Bildu, ERC, Junts, así como de fuerzas sindicales y sociales.
A la finalización de la mesa redonda, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, ha reconocido que se encara un "nuevo tiempo" y se ha congratulado de los cambios habidos en los últimos meses en política penitenciaria, aunque se deben seguir dando "pasos", ya que "aproximadamente el 50% de los presos siguen alejados".
Tras afirmar que Sare se seguirá reuniendo con los reclusos de ETA y las víctimas "de las violencias", Azkarraga ha apostado por "alcanzar un acuerdo de mínimos para que todas las víctimas de todas las violencias sean sujetos de respeto, de reconocimiento del daño causado y de la reparación".
"Y que se deje de utilizarlas como un arma política arrojadiza contra el contrario", ha deseado, al tiempo que ha considerado que la "empatía debe ser clave para avanzar hacia la convivencia".
En este contexto, Sare ha reconocido que "en alguna ocasión" no han sabido transmitir correctamente algunas iniciativas y ha lamentado así el haber causado "un daño innecesario" a las víctimas.