El preocupante aumento del número de suicidios entre los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a lo largo de 2021 ha llevado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a tomar cartas en el asunto.
El año pasado se quitaron la vida 17 agentes de la Policía Nacional y 17 efectivos de la Guardia Civil. El número supera ampliamente el de 2020, cuando se suicidaron 22 funcionarios de ambos cuerpos. Se trata, de hecho, de la cifra más elevada desde que se recaban estadísticas sobre este particular.
Por ello, y según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de fuentes policiales y del propio Ministerio, Marlaska están estudiando una reforma del protocolo antisuicidios, ante la constatación de que esa guía ha quedado "obsoleta". Así, el ministro se ha comprometido a elaborar un nuevo protocolo en colaboración con el Ministerio de Sanidad.
El aumento de suicidios en las Fuerzas de Seguridad ha llevado a sus asociaciones y sindicatos a plantear el problema a Interior, y a pedir que se replanteen las herramientas con las que se está actuando, y que ahora califican de "ineficientes".
Interior se ha puesto manos a la obra y, con el asesoramiento de los expertos de Sanidad, está revisando los protocolos que han venido funcionando.
En una de las reuniones que representantes de la asociación JUCIL, mayoritaria en el seno de la Guardia Civil, ha mantenido con el ministro Marlaska, le pidieron externalizar las consultas al psicólogo, para así evitar la posible estigmatización de los agentes que acudan al psicólogo de la comandancia.
Los representantes de esta asociación piden un especial compromiso para acabar con el drama de los suicidios, que ya cuenta con una víctima en lo que va de 2022.
Un suicidio cada 11 días
Desde JUCIL aseguran que las circunstancias de estrés y tensión a las que se ven sometidos muchos agentes requieren de un protocolo adecuado y de condiciones laborales que faciliten la identificación del problema, de manera que los posibles afectados puedan ser atendidos de la manera más adecuada.
Para esta asociación, los protocolos aplicados han resultado "poco eficaces". Creen que se requiere de un mayor esfuerzo frente a esta lacra que se da en todos los cuerpos policiales y en todo el territorio nacional, y que afecta a los agentes en una proporción mayor que al resto de la población.
En su reunión con Marlaska, el ministro les aseguró, según fuentes presenciales, que se están llevando a cabo conversaciones con distintas instituciones, como la Cruz Roja, o el Ministerio de Sanidad para establecer nuevos protocolos de colaboración "que eviten y palíen esta dramática situación".
Con los datos en la mano, en 2021 se quitó la vida un agente de Policía Nacional o de Guardia Civil cada 11 días. Al estar conformados ambos cuerpos por 146.000 efectivos, la proporción de suicidios resulta mucho más elevada entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que entre el resto de la población: casi el triple. Mientras se quitan la vida 8,3 personas de cada 100.000 habitantes, entre los agentes la tasa es de 23,2.
La mayoría de los agentes que se suicidaron lo hicieron utilizando su arma reglamentaria. Las fuentes sindicales consultadas hacen hincapié en la notable juventud de la mayoría de ellos, ya que más de la mitad no llegaba a los 41 años.
Según apuntan a este periódico desde la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención del Suicidio 'Papageno', la Dirección General de la Policía cuenta con el teléfono 91 582 10 43, disponible las 24 horas del día y los 365 días del año. También existen asociaciones como Ángeles de Azul y Verde, que ayudan a los agentes que están atravesando un momento difícil y que pudieran necesitar algún tipo de ayuda.