Ataviado con "traje y corbata", dando las órdenes pertinentes a los militares y a los sanitarios de la ambulancia, un misterioso y elegante individuo de paisano habría sido la persona que organizó a pie de pista la entrada ilegal de Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, el pasado 18 de abril de 2021, cuando accedió a territorio nacional portando una identidad falsa y sin pasar ningún tipo de control de pasaportes.
Las declaraciones de los tres enfermeros del vehículo que trasladó al mandatario saharaui desde la base militar de Zaragoza hasta el Hospital de Logroño en el que ingresó para tratarse de la Covid-19 apuntan hacia este personaje. Un individuo hasta ahora desconocido en un caso en el que la exministra Arancha González Laya y su jefe de Gabinete, Camilo Villarino, figuran ya como investigados por el juez Rafael Lasala, quien les acusa por los delitos de prevaricación, encubrimiento y falsedad documental.
En la ambulancia que trasladó a Ghali viajaban 6 personas: el médico personal del líder del Polisario, su hijo, él mismo, y tres enfermeros. Las declaraciones de estos tres últimos, a las cuales ha podido acceder EL ESPAÑOL, arrojan versiones similares. Cuando llegaron aquella tarde a la base militar de Zaragoza, un oficial del Ejército del Aire, les solicitó que se identificaran, y ellos enseñaron la documentación.
Este mando, al parecer, ya disponía en su teléfono móvil de los datos de la ambulancia que estaba a punto de llegar al asfalto del aeródromo. Junto a él, los tres enfermeros observaron a otra persona. Un tipo sin uniforme, de paisano, ataviado con traje y corbata, "siendo este último el que parecía dirigir al militar".
Fue esta persona, aseguraron los enfermeros a los policías de la Brigada Provincial de Información de La Rioja que les tomaron declaración el pasado 31 de enero, "la que dio las directrices para ubicar la ambulancia en la pista del aeropuerto y coordinar el traslado" del paciente "desde el avión" hasta ese vehículo.
Los tres sanitarios identifican a esta persona, según el oficio al que ha podido acceder este periódico.
Petición de las acusaciones
Las acusaciones, emprendidas por los letrados Antonio Urdiales y Juan Carlos Navarro, quieren hasta el fondo del asunto. Ahora exigen saber quién era ese tipo que lo organizaba todo en el aeropuerto.
Hace unos meses, tal y como contó EL ESPAÑOL, pidieron al juez instructor que averiguase quiénes fueron las personas que impidieron a la Policía Nacional exigirle el pasaporte al mandatario saharaui, cuando su avión aterrizó el pasado 18 de abril en la base militar de Zaragoza.
Las acusaciones querían conocer las versiones de todos los implicados, de todos los que estuvieran a pie de pista aquella tarde para saber de primera mano quién se interpuso entre ellos y Ghali, evitando, en un complejo perteneciente al Ejército del Aire, que cumplieran con su trabajo.
Según reveló este diario, Camilo Villarino, jefe de Gabinete de la exministra de Exteriores, Arancha González Laya reconoció que fue él quien, el 18 de abril, "vía telefónica", se puso en contacto con el Estado Mayor del Ejército del Aire para advertir de la llegada del avión argelino con el líder saharaui en su interior.
Llegó con pasaporte falso
En una contestación dirigida al juez que trata de determinar si el mandatario saharaui accedió a territorio nacional con documentación falsa, la mano derecha de Laya, ya cesado de su cargo, explicaba que habló directamente con el General Segundo Jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez. Este le preguntó, en torno a las cinco y media de la tarde, dos horas antes de la llegada de la aeronave, si era preciso "que se hiciera trámite de aduanas o inmigración".
Y Villarino le respondió que "no era preciso, siendo esta respuesta perfectamente coherente tanto con la práctica establecida como con la legislación vigente aplicable", señala en su escrito dirigido al juez. Después siguieron hablando a través de Whatsapp. "Todo ha sido discreto", le respondió el mando militar tras la llegada de Ghali.
Esta coordinación entre mandos de las Fuerzas Armadas y altos cargos de Estado tuvo su reflejo a pie de pista. Cuando los agentes de la Brigada de Extranjería llegaron a la pista de aterrizaje se encontraron con dos obstáculos que no lograron sortear. El primero de ellos fue una llamada desde el mando militar del aeropuerto de Zaragoza para que se abstuvieran del trámite de fronteras. Ahora, el juez está más cerca de descubrir quién impidió, de facto, identificar al líder del Frente Polisario a su llegada.
Allí recibieron la indicación de funcionarios sin identificar para que los agentes se marcharan de la escalerilla del avión sin pedir a Ghali pasaporte alguno. Acto seguido llegaría la ambulancia enviada desde el servicio de 061 de La Rioja, con los tres enfermeros a los que ahora se toma declaración.
Según las declaraciones de los enfermeros, pidieron a Ghali y a su hijo y al médico que se identificaran. En su parte de trabajo, aportado también a la causa, los sanitarios anotaron el nombre de Mohammed Apbdellall.
Tras introducirlo en el vehículo junto a su hijo y su médico, se lo llevaron hasta el Hospital de Logroño donde se le inscribiría con una segunda identidad falsa: la de Mohamed Benbatouche.
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