José Ángel Jiménez, Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional ha declarado ante el juez del 'caso Ghali' que el Ministerio del Interior no controló ni monitorizó la entrada a España del líder del Frente Polisario. Ha exonerado también al ministro, Fernando Grande-Marlaska, de conocer cualquier detalle la jornada en la que aterrizó su avión o los días anteriores: "La información me la quedé para mí. No informé a nadie de arriba".
Según fuentes presentes en su interrogatorio como testigo indican a EL ESPAÑOL, el número 2 de facto en el cuerpo se ha defendido ante el magistrado Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza e instructor del caso señalando que la información que recibió le llegó de parte del comisario jefe de Información de la Policía Nacional, Eugenio Pereiro. Este le explicó que un confidente fue quien le informó de que el líder del Polisario estaba de camino a España.
Esa persona le dio el chivatazo poco antes de que aterrizara el avión argelino que le transportaba hasta la Base Aérea de Zaragoza. José Ángel Jiménez relató este lunes que él no sabía quién era Ghali, y que lo que a él se le dijo fue que estaba llegando a territorio nacional "un líder del Frente Polisario", sin que le especificasen quién era.
Ha asegurado también que supo ya de la existencia del mandatario saharaui jornadas después por la prensa, y que no tenía constancia de las causas abiertas en la Audiencia Nacional. No sabía nada de él antes de aquel 18 de abril de 2021, cuando presuntamente accedió sin pasar ningún tipo de control de pasaportes a través de la base militar de Zaragoza. Y que cuando recibió la información de la llegada de esa persona no hizo ninguna gestión a mayores. Simplemente se guardó esa información para él.
En aquel momento, tal y como avanzó este periódico y confirmó el comisario general de Información en su declaración como testigo ante el juez, Ghali estaba siendo investigado en la Audiencia Nacional en dos causas diferentes por los delitos de detención ilegal, torturas y crímenes de lesa humanidad. De hecho, la Audiencia Nacional le reclamó un mes antes de su llegada a las autoridades policiales.
Hay muchas preguntas sin responder que el magistrado, que investiga la causa por los presuntos delitos de prevaricación, falsedad y encubrimiento, quería que se le aclarasen. Así podría definir con precisión el papel que jugó el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska en el llamado 'caso Ghali'. Por eso el juez Lasala accedió a la petición de la acusación popular citando al DAO, para aclarar si tuvo conocimiento de la llegada a España del líder del Frente Polisario. Su declaración blinda, por el momento, al ministro.
Versiones distintas
Hace unas semanas, el comisario jefe de Información de la Policía Nacional explicó que un confidente le informó de que el líder del Polisario estaba de camino a España. Esa persona le dio el chivatazo poco antes de que aterrizara el avión argelino que le transportaba hasta la Base Aérea de Zaragoza.
En su comparecencia como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, no identificó a la persona le proporcionó esa información. Lo hizo amparándose en la ley de secretos oficiales porque se trata de una fuente de información confidencial.
Eso sí, explicó que en cuanto tuvo esos detalles en su poder se los trasladó al Director Adjunto Operativo, José Ángel González, su superior directo, el principal mando del cuerpo solo por detrás del Director General de la Policía. Incluso preparó y diseñó el operativo para escoltar la ambulancia que le trasladó desde Aragón a La Rioja.
Sin embargo, el DAO asegura que no se le reveló la identidad de la persona a la que España estaba a punto de acoger, y que entraría en las horas siguientes con documentación falsa y sin pasar los controles habituales en el aeropuerto como cualquier otro pasajero.
La declaración del comisario contrastaba a su vez por la que ofreció hace más de un mes por Susana Crisóstomo, jefa de Gabinete de Marlaska. Crisóstomo negó tener conocimiento de la llegada de Ghali. Aseguró haberse enterado por la prensa varios días después de lo que contó el comisario jefe de Información. Según ella, el 23 de abril.
Sin embargo, como ya reveló este diario, diversas fuentes de la Inteligencia española alertaron que el Ejecutivo había sido advertido de las repercusiones que la acogida de Ghali podía tener en las fronteras con Marruecos, enemigo histórico del Frente Polisario. De hecho, la ministra de Defensa, Margarita Robles y el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no eran partidarios de acoger al líder saharaui. Con lo cual, tendrían conocimiento de lo que podía pasar días antes de que ocurriera.
Así, el magistrado, tras citar como investigada a la exministra de Exteriores Arancha González Laya y a su jefe de Gabinete, Camilo Villarino, buscaba estrechar el cerco sobre el grado de conocimiento que había de todo el entramado en el seno del Ministerio del Interior.
Lasala quiere saber, por ejemplo, por qué la Policía Nacional, al conocer que Ghali ya estaba en España no se lo comunicó a la Audiencia Nacional, la cual le buscaba desde meses atrás. Quiere saber por qué en cambio sí se desplegó un operativo para escoltarle desde el aeropuerto de Zaragoza -donde nadie le exigió los datos- hasta el hospital de Logroño.
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