Este domingo, 13 de febrero, se cumple el segundo aniversario desde que se registró el primer fallecido por Covid-19 en España: un hombre que había viajado a Nepal. Veinte días después, la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana vinculó su muerte con el SARS-CoV-2.
La fecha coincide, además, con el cumplimiento de una de las grandes promesas del Gobierno en relación al coronavirus: la creación de una Red Estatal de Vigilancia de Salud Pública.
Esta semana, el Ministerio de Sanidad ha sacado a consulta pública este sistema de vigilancia para futuras pandemias que prometió el Gobierno de Pedro Sánchez nada más iniciarse la pandemia. La iniciativa fue refrendada en el Congreso de los Diputados durante la celebración de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica.
En concreto, en su dictamen, los grupos políticos acordaron "reforzar la Red de Vigilancia en Salud Pública implementando con urgencia las mejoras que sean precisas para dotar a la vigilancia epidemiológica de instrumentos y tecnologías que faciliten sistemas de alerta precoz y respuesta rápida, con un funcionamiento continuo e interrumpido las 24 horas".
De esta forma, se cumple también el deseo del exministro de Sanidad Salvador Illa, que había insistido en varias ocasiones en mejorar la red de Vigilancia de Salud Pública que estaba contemplada en la Ley 33/2011, pero que todavía no se había llevado a cabo.
Y es que el hecho de que la Salud Pública siempre haya sido la hermana pobre de las ramas sanitarias ha ocasionado que, ni en mitad de una pandemia, haya sido posible poner en marcha con rapidez un sistema de alerta y vigilancia.
Los expertos llevan años reclamando este sistema, que estaría ligado a la Agencia Estatal de Salud Pública (que de momento también está paralizada). Por el momento, la red tiene fondos; y esa es una de las principales reivindicaciones. Concretamente, 27 millones de euros.
El propio Ministerio de Sanidad ha explicado que el Gobierno de España aprobó en abril del año 2021 el plan de recuperación, transformación y resiliencia como instrumento nacional de canalización de los fondos europeos incluidos en el plan Next Generation.
Entre las medidas referidas destaca el componente número 18, que recoge la creación de la red de vigilancia de salud pública como un sistema integrado de información y al que se destinan los citados 27 millones de euros.
Cómo será la red de vigilancia
Al depender del Centro de Salud Pública, este sistema tendrá una "gobernanza propia" que implicará también el impulso de nuevos laboratorios nacionales de referencia "para la obtención de la información y conocimiento".
Laboratorios que, por cierto, conformarán un conjunto de sistemas "que permitan la vigilancia del estado de salud de la población en términos de bienestar, morbilidad y mortalidad y de los factores que la condicionan".
El Ministerio, en su consulta pública, insiste en que la red de vigilancia epidemiológica surge gracias a las lecciones aprendidas durante la pandemia del Covid-19. Crisis sanitaria sin precedentes que "ha puesto en evidencia la necesidad de contar con una red de vigilancia que garantice la respuesta frente a futuras emergencias sanitarias".
"Existe una oportunidad única para crear una red de vigilancia como base de un nuevo sistema de salud pública más ambicioso, más integrado y mejor articulado", destaca recordando que tanto en organismos fuera y dentro de Europa se están decantando por redes similares.
Centro de Salud Pública
Esta red centinela tendrá una matriz que estará situada, previsiblemente, en el Centro Estatal de Salud Pública. Por el momento, el proyecto también salió en el mes de septiembre a consulta pública y se configuró como un organismo autónomo y con decisiones en tiempo real.
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, será uno de los primeros centros estatales que Pedro Sánchez sacará de Madrid en su intención de descentralizar las instituciones, algo que no preocupa a los epidemiólogos. De hecho, Rafael Ortí, presidente de la Sociedad de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), aseguraba a este diario que es "necesario".
"Sería muy apropiado instalarlo en un lugar en el que se favorezca la vida saludable y se apueste por un modelo de ciudad sana", explica. A su parecer, localizar el Centro Estatal de Salud Pública podría suponer, a su vez, una labor de "educación en hábitos de vida saludable".
Tampoco es importante para los representantes de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) con los que Sempsph está trabajando muy unida. Ellos han manifestado ideas similares al equipo de Carolina Darias pues hablan de un proyecto de "salud integral" para abordar los retos presentes y futuros de la sanidad.
El objetivo de este nuevo centro será ejercer las competencias de análisis y estudio, evaluación de políticas e intervenciones públicas, asesoramiento técnico, propuesta de medidas a las autoridades sanitarias y preparación y coordinación de respuesta ante situaciones de emergencia sanitaria.
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