El golpe de timón que Alemania ha dado en las últimas horas tras la invasión de Ucrania a manos de Rusia, al anunciar una importante inversión en Defensa para los próximos años, pone una vez más en el foco la alejada posición que España ocupa en esa materia entre los aliados de la OTAN. España es el país que menos dinero dedica a sus políticas militar y de defensa, sólo por delante del Principado de Luxemburgo.
Según los datos oficiales que la Alianza publica de manera periódica, únicamente el pequeño Estado centroeuropeo tiene una inversión más exigua que la española en esta materia, en relación con su Producto Interior Bruto (PIB). A la vista de la agresión rusa, en todo caso, fuentes cercanas al presidente del Gobierno han confirmado a este diario que "se están valorando todos los escenarios, incluido el aumento en el presupuesto militar español".
El presupuesto español de Defensa, según los datos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tan solo alcanza el 1,02% del PIB nacional. Muy lejos del nivel que la Alianza Atlántica marca a sus miembros como objetivo, el 2% de inversión en Defensa para el año 2024. A tenor de los datos oficiales, hoy en día, tan sólo diez países de la OTAN cumplen actualmente esta meta.
La cifra destinada a Defensa por Moncloa en los Presupuestos Generales del Estado superó el pasado 2021, por primera vez, los 10.000 millones. Esta cifra suponía un incremento de un 7,89% con respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, esa cantidad queda muy lejos todavía de los 50.000 millones que destina Francia a sus tropas y armamento o los 30.000 de Italia.
División del Gobierno
La división interna en el Gobierno de coalición es la que impide una decisión más firme en este sentido. Las fuentes consultadas aseguran que, además del departamento de Margarita Robles, es el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación el que más presiona a Moncloa para acercar "cuanto antes" al umbral del 2% del PIB que reclama la Alianza.
"Es cierto que invertimos poco en comparación con los demás aliados", admiten las fuentes, "pero somos probablemente el país que más personal y equipos aporta en las misiones de la UE y de la OTAN en el exterior". Pero el "punto de inflexión" radical que han dado las relaciones internacionales desde que comenzó la escalada bélica en la frontera ucraniana, hace meses, y la invasión, hace menos de una semana, acrecienta las opiniones en el seno del Gobierno en este sentido.
Sin embargo, el empeño de Pedro Sánchez por salvaguardar su Ejecutivo le impide tomar una posición de fuerza. Así lo ha expresado a sus colaboradores, relacionando la "respuesta unitaria" de los socios y aliados de la UE y la OTAN a la necesidad de no forzar rupturas en este momento -y "menos por este motivo"- en el Gobierno. "El mensaje que enviaríamos sería devastador".
De eso se aprovecha Unidas Podemos, que advirtió desde hace un mes a Sánchez de que "sería motivo de ruptura" que se le obligara a "formar parte de un Ejecutivo que vaya a la guerra". Y que este mismo lunes criticaba públicamente los anuncios de la Comisión Europea y en privado, los de la ministra de Defensa española.
En el primer caso, por "contribuir a la escalada bélica", al activar un fondo de 450 millones de euros en "material bélico letal" para Ucrania, en lugar de apostar por "la diplomacia y la paz". Y en el segundo caso, por "ser tan inoportuna de anunciar un aumento de tropas precisamente en el día en el que se iniciaban las negociaciones en Minsk, entre las delegaciones de Ucrania y de Rusia".
Acelerar los incrementos
Según los datos estimados por la Alianza, España destinó el año pasado un 60% del presupuesto de Defensa al personal de las Fuerzas Armadas y el 22,7% a los equipos. Un 16,4% a las operaciones y al mantenimiento y, por último, sólo el 0,73% del total a infraestructuras.
A lo largo de los últimos ocho años, el porcentaje del PIB destinado por el Gobierno a Defensa apenas ha variado. Mientras que en 2014, España destinaba un 0,92% PIB a gasto militar, en 2021 se situó en un 1,02%. En total, un incremento de una décima en el período equivalente a dos legislaturas. Aun así, Pedro Sánchez prevé aumentar esta proporción en, al menos dos décimas más en los próximos dos años, hasta el 1,22% del PIB.
De todos los países aliados, únicamente diez cumplen el objetivo marcado por la OTAN de destinar al menos el 2% de su PIB a gasto de Defensa. Una lista que encabeza por primera vez Grecia, que con un 3,82% supera a Estados Unidos (3,52%).
El país heleno, presionado por las corrientes de refugiados en los últimos años y por la amenaza creciente de la deriva de Turquía hacia una autocracia -a pesar de ser un aliado de la OTAN-, se ha tomado muy en serio la necesidad de reforzar sus ejércitos. De hecho, casi ha duplicado su esfuerzo en Defensa, desde el 2,2%, en apenas ocho años.
Tras ambos países se sitúan Croacia (2,79%), Reino Unido (2,29%), los bálticos de Estonia (2,28%), Letonia (2,27%) y Lituania (2,03%) -que desde su independencia en 1992 sienten la amenaza rusa, ahora creciente, y que son apoyados por el resto de aliados en su defensa-, Polonia (2,10%), Rumanía (2,02%) -ambos, con similares preocupaciones- y Francia (2,01%).
Anuncio alemán
El anuncio del Gobierno germano llega tras las hostilidades iniciadas por Vladímir Putin en Ucrania, con bombardeos de las principales ciudades, en una invasión por tierra, mar y aire de ese país. El Kremlin ha amenazado también a otros Estados vecinos que anteriormente formaron parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). A Moldavia, por ejemplo, para evitar que se incorpore a la UE y a la OTAN; y a los bálticos y los exintegrantes del Pacto de Varsovia (como los países de Visegrado), por haberlo hecho.
Alemania pretende ahora superar con creces ese 2% del PIB en Defensa, reservando para ello la creación de un fondo especial de 100.000 millones de euros. El nuevo canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, busca cortar de raíz además la dependencia energética de Moscú y proceder a una mejora de sus tropas a todos los niveles, con el fin de asegurar la paz en sus fronteras.
Si bien se trata de un despliegue de gasto que España todavía está lejos de alcanzar, el Ministerio de Defensa sostiene que se encuentra en "la buena senda" para lograrlo.
Así lo expresó hace unos meses Esperanza Casteleiro, secretaria de Estado del ministerio que dirige Margarita Robles, quien subrayó en noviembre que España aspira a cumplir el compromiso asumido para 2024, "o cuando sea posible", por los efectos de la pandemia.
En una comparecencia en la Comisión de Defensa de la Cámara Alta, Casteleiro defendió que España ya le ha dado la vuelta a "la tendencia negativa de los últimos seis años". En términos absolutos, sostuvo, España es el quinto contribuyente respecto al gasto en la OTAN y el segundo mayor, en términos relativos.
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