Alberto Núñez Feijóo, en el inicio de su gira por España para exponer su candidatura a la presidencia del PP, desplegó las líneas maestras de su hoja de ruta para que el partido recupere el poder perdido. Apostó sin ambages por lograr grandes mayorías, victorias holgadas que permitan gobiernos monocolor del PP y eviten nuevos pactos con Vox como el Castilla y León. Se trata de una aspiración ambiciosa pero que el dirigente considera factible. Para materializarla, desglosó siete claves en sus actos de Valencia, Murcia y Tenerife.
El ejemplo gallego
"Es posible", aseguró el presidente gallego, que puso sus éxitos electorales como ejemplo. Recordó que ha cosechado cuatro mayorías absolutas en su tierra desde 2009, cuando tomó el testigo de Manuel Fraga. Muchas de ellas, según destacó, en circunstancias adversas como "durante el auge de José Luis Rodríguez Zapatero" o "en 2020 en plena pandemia".
"Reivindico el PP de las mayorías contundentes que he tenido en Galicia, el de las grandes mayorías de la Comunidad Valenciana, el de las mayorías contundentes de Rajoy y de Aznar", indicó el presidente de la Xunta.
Ensanchar el electorado
Salvo sus últimas mayorías en Galicia, las enumeradas por Feijóo se produjeron en tiempos del bipartidismo. ¿Cómo reproducirlas ahora? "Ensanchando el electorado del PP", planteó. ¿Y hasta dónde? Hasta los caladeros del propio PSOE. "Vamos a abrir las puertas de par en par para que vuelvan los que nos dejaron de votar y los que han votado a otras formaciones y se han dado cuenta de que 'ni una vez más'", anunció.
¿Y a quién se las abre? "A los que son más conservadores, a los liberales, a los reformistas, a los socialdemócratas y también a los socialistas moderados que votaron al PSOE pero no están dispuestos a votar al 'partido sanchista'", precisó el presidente gallego.
Garantía de gestión
La pregunta resultaba evidente: ¿Cómo abrazar tanto espectro electoral? ¿Con qué atributos se pueden seducir a la vez a votantes tan diversos? Su respuesta: convirtiendo al PP en "garantía de gestión, estabilidad y mayorías", manifestó en Valencia. "Sustituyendo la frivolidad y por una política seria, solvente, sólida y sensata", agregó en Murcia.
"Cuando un partido gestiona, lo que ocurre es que toma decisiones y arriesga incluso su futuro", afirmó en contraposición al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Por contra, "cuando un partido se dedica a sestear con el dinero de los demás, a lo que aspira es a seguir sesteando con el dinero de los demás", agregó.
Anteponer el país
Además de poner el foco en la buena gestión, contentar a votantes tan diversos exige una menor carga ideológica, algo que Núñez Feijóo no dudó en verbalizar. "Un partido responsable es aquel que antepone el interés de su país a su ideología", manifestó. "Nosotros somos y seguiremos siendo el PP de toda España", añadió.
En la misma línea, apeló a valores e hitos compartidos por un amplio número de españoles, tales como la democracia y la Constitución. "Somos un partido que nació con la Constitución Española, para redactarla, cumplirla y defenderla. Nos gusta, y mucho, que se nos diga que somos un partido del régimen 78. Sí señor, lo somos", exclamó.
Respetar la diversidad
Al respecto, Núñez Feijóo también reclamó "respetar la diversidad" de las distintas autonomías de España. Y citó un campo en particular: el lingüístico. Exigió respetar la lengua común, el castellano. Pero también "el conjunto de lenguas de todos los territorios".
Se trata del bilingüismo en libertad de elección por el que ha apostado en Galicia, donde partidos como Vox y también Ciudadanos han acusado al mandatario de hacer una defensa laxa del español. Pero Feijóo, al menos en su tierra, ha obtenido notables réditos con su propuesta.
Que gobierne quien gane
Feijóo, en su defensa de "gobiernos fuertes y sólidos", llegó a defender que gobierne siempre quien gane, aunque sea la izquierda. Su declaración trasladó cierta nostalgia del bipartidismo. "Yo creo mucho más en los gobiernos que salen de forma limpia, nítida y clara de las urnas. Lamentablemente, hemos disgregado la política española en muchos productos políticos y estamos, en mi opinión, en una profunda crisis política", subrayó.
Todavía fue más explícito en su rechazo a las coaliciones electorales. "Yo no creo en los gobiernos que se pactan en los despachos", dijo. A su vez, calificó los años previos al pacto del Tinell -el acuerdo de 2003 para el gobierno tripartito de izquierdas en Cataluña- como "la etapa más intensa que ha tenido España". "Cuando ganaba el PSOE, gobernaba el PSOE; y cuando ganaba el PP, gobernaba el PP", rememoró.
Sin populismo
Además de desdeñar las coaliciones de gobierno, criticó expresamente los pactos con formaciones populistas que perturban el ideario del partido. Afeó tal cosa al PSOE de Pedro Sánchez, y fue al referirse a esta cuestión cuando pronunció en Valencia una de sus frases más controvertidas: "A veces es mejor perder el gobierno que ganarlo desde el populismo".
El partido subrayó después que Feijóo no se estaba refiriendo al pacto de gobierno del PP de Mañueco con Vox en Castilla y León, pero la traslación de sus palabras a este acuerdo era inevitable. El dirigente se desmarcó del mismo. "Es evidente que yo no he capitulado nada, entre otras cosas porque no soy presidente de mi partido", recalcó.
Alberto Núñez Feijóo ha insistido en este argumento durante el acto celebrado el sábado con militantes del PP en la isla de Tenerife. El político gallego ha defendido un modelo de centralidad y moderación con "un PP de mayorías, un PSOE sin capacidad de mando, los nacionalistas en la oposición y que no haya representación ni a la izquierda del PSOE ni a la derecha del PP".
De este modo, ha abogado por un espectro político en el que no haya cabida para los extremismos, porque los españoles se sientan suficientemente representados por los dos grandes partidos de centro derecha y de centro izquierda, el PP y el PSOE.
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