Sanidad quiere implantar un programa de cribado de cáncer de pulmón en tres años similar al de mama

La evidencia científica ha demostrado, desde hace años, que la detección precoz de determinados tumores puede ser una forma efectiva de reducir el impacto que produce el cáncer. Es por ello por lo que, desde hace varios años, España incluye en su cartera de servicios programas de cribado de cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de cérvix. Aunque esta lista podría ampliarse con el cáncer de pulmón.

Tal y como anunció la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en el mes de septiembre, el equipo ministerial está estudiando la factibilidad de poner en práctica esta técnica que, según diversos estudios internacionales, ha demostrado la reducción de un 26% de la mortalidad tras diez años de seguimiento en casi 16.000 individuos.

La noticia fue recogida con alegría por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y todo parece indicar que no ha sido un proyecto lanzado al aire por el Gobierno central, sino que sigue adelante con ello. A preguntas de EL ESPAÑOL, el equipo de Darias ha confirmado que esta opción "se continúa estudiando".

"Es un proceso complejo donde se buscan técnicas buenas, eficaces y seguras para el conjunto de la población", ha explicado el Ministerio.

Tal y como ha podido saber este diario, Sanidad está en contacto con SEPAR para valorar la viabilidad del cribado y es, precisamente, en esa asociación, donde ya han lanzado un proyecto piloto (llamado Proyecto Cassandra) que podría ser la base del modelo español. Lo confirma el jefe de Oncología del Hospital de Alicante y responsable del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, Bartomeu Massuti, en declaraciones a este medio.

Es más, los responsables del proyecto Cassandra y el Ministerio de Sanidad se van a reunir este viernes para que el equipo de Darias conozca, de primera mano, su proyecto. Esta podría ser la primera de muchas reuniones para que el proyecto Cassandra se convierta en la prueba piloto del cribado de cáncer de pulmón en nuestro país para el 2025.

Massuti explica que estos cribados se deben unificar en todo el país y marcar unos parámetros concretos sobre la forma de proceder. El estudio de SEPAR, que avala como ejemplo a seguir, utiliza TAC de baja dosis en los pacientes en riesgo. El reto está en identificar a estos candidatos propensos de hacerles la prueba (en los cribados de colon, mama o cérvix responde a cuestiones de edad).

Para el experto del hospital de Alicante es importante reseñar que el cribado se realice en fumadores asiduos, pero que, en ningún caso, sea tomado como una medida de control para estos fumadores. "Siempre debe de ir acompañado de un equipo de Atención Primaria que ayude al paciente a dejar de fumar", insiste.

Las razones sobre por qué centrarse sólo en los fumadores las da la ciencia. Según los últimos estudios, el cáncer de pulmón es una consecuencia directa "en el 80% de los casos" del tabaquismo. "Es una adicción, tiene una vertiente patológica, que debe ser abordada por el sistema de salud", ha añadido.

La importancia de la detección temprana ligada al cáncer de pulmón se refleja en los datos. Solo el 21% de los tumores de pulmón se detecta en fases iniciales. La evidencia científica sobre el impacto de los cribados en la supervivencia es clara, pero se debe valorar si tiene una relación de coste-eficiencia.

Evaluar esos parámetros es especialmente importante en España, pues el TAC de baja radiación no es una prueba accesible en los centros sanitarios de todas las provincias y precisa de una organización. Aproximadamente, el coste por prueba es de unos 80 euros, mucho más elevado que una mamografía (cáncer de mama), citología (cáncer de cérvix) o muestra de heces (cáncer de colon).

"Desde el punto de vista de reducir las muertes por cáncer de pulmón, el cribado ha demostrado resultados de evidencia científica. Lo que está por ver es si es coste eficiente. El debate viene por la asignación de recursos", añade Massuti.

Para el experto es necesario depurar el problema de los casos que sean diagnosticados como falsos positivos (tuberculosis u otras manchas en el pulmón que puedan parecer cáncer) así como la elección de a qué población se le considera de riesgo. Aunque, en ese punto, él tiene claro que serían fumadores y exfumadores, pero entonces, "haría falta concretar a qué se le considera fumador".

Proyecto Cassandra

El proyecto Cassandra (liderado por SEPAR y en colaboración con otras sociedades médicas y de pacientes) es el modelo que Massuti pretende que se siga en España para implantar los cribados de forma progresiva.

Este programa está lanzándose ahora y su objetivo es reunir la evidencia científica necesaria para incluir el cribado de cáncer de pulmón en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS). De ahí la reunión de este viernes.

Cada una de las autonomías se implicará con centros seleccionados que se dedicarán al cribado de estos tumores y otras patologías respiratorias vinculadas al tabaquismo en fumadores o exfumadores de entre 50 y 75 años.

En España, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por esta enfermedad. Sólo en 2020, este tumor fue el responsable de 22.930 fallecimientos por esta enfermedad, de los cuales 17.346 fueron hombres y 5.584 mujeres. Además, la edad media al fallecimiento por cáncer de pulmón en España es de 68 años entre los hombres y 66,6 entre las mujeres, y presenta una tasa de supervivencia a 5 años inferior al 15%, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Usando el proyecto Cassandra como base, los expertos en el área no ven tan lejano un cribado de cáncer de pulmón en España. Si durante este año empieza el piloto y en los dos siguientes se entregan los primeros análisis de coste-efectividad, "podría estar en marcha para 2025".

Beneficios

Los organizadores del proyecto Cassandra dicen que el éxito del cribado está asegurado. En la actualidad en España se diagnostican, anualmente, más de 30.000 casos de cáncer de pulmón, de los cuales aproximadamente el 70% se encuentra en los estadios IIIA y IV, fases avanzadas en las que los tumores ya no son operables.

Con el cribado de cáncer de pulmón se espera detectar a tiempo el 70% de los casos de cáncer de pulmón.

El proyecto de SEPAR ya ha tenido su versión a nivel internacional y los resultados han sido así de buenos. El estudio internacional para la detección precoz del cáncer de pulmón IELCAP ha medido la eficacia de la detección precoz del cáncer de pulmón mediante un TAC en fumadores (se les consideraba así si se podía decir que habían fumado cajetilla al día durante 30 años).

Este estudio se inició hace 15 años con 70.0000 personas. El resultado ha supuesto elevar la supervivencia de los pacientes de hasta el 80%. Tras los resultados, los dos programas estadounidenses de salud pública (Medicaid y Medicare) han incorporado esta prueba de cribado entre sus asegurados.