La pandemia de la Covid-19 se está diluyendo en la sociedad española. Del sinfín de medidas que se pusieron en marcha hace dos años, cuando se iniciaba la primera gran desescalada, apenas quedan los 'restos'. Las pruebas covid y las mascarillas se han relegado para los extremadamente vulnerables, aunque cada vez son más las voces que piden avanzar hacia la normalidad absoluta.
Los últimos en pronunciarse han sido los médicos. Han recomendado que se eliminen las pruebas de cribado Covid-19 a los pacientes que se van a operar. Desde que comenzara la aparición de infecciones por SARS-CoV-2, cuando una persona precisa de una operación se debe de realizar un cribado. Saber si es positivo covid o no resulta determinante para entrar a quirófano.
Ahora, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme) ha elaborado nuevas recomendaciones para adaptar los pasos a dar en las cirugías programadas a la situación actual de la Covid-19. El objetivo es "evitar que los protocolos redactados en etapas previas a la vacunación supongan actualmente una pérdida de oportunidad terapéutica para los pacientes".
El documento técnico detallado se ha elaborado con el consenso de varias sociedades científicas y ha sido coordinado por la Asociación Española de Cirujanos (AEC) y la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (Sedar). En él se indica que "lo adecuado es eliminar los cribados universales para infección por SARS-CoV-2".
El argumento de los expertos es el siguiente: en la actual fase de la Covid, "ya no es necesaria la separación de pacientes en circuitos diferenciados covid y no-covid". La opción es sustituir esas medidas por una selección específica de pacientes de riesgo.
Es decir, en lugar de dar la cita para una prueba Covid y para la operación a la vez, los médicos quieren que a los pacientes que vayan a ser operados se les pregunte por síntomas y contactos. Y sólo si hay una sospecha real de infección, realizar la prueba diagnóstica.
Pacientes de riesgo
Para lo que los médicos llaman "pacientes de riesgo" sí se recomienda seguir haciendo test. Su actuación va en la línea que ha tomado el Ministerio de Sanidad con su estrategia de vigilancia epidemiológica, donde sólo son "relevantes" los positivos entre vulnerables. Pero el Ministerio todavía no ha logrado adaptar el protocolo de quirófano Covid.
Desde Facme insisten en hacer pruebas sólo a "pacientes con riesgo quirúrgico alto o con comorbilidades" y a aquellos en los que tener Covid suponga un riesgo durante el preoperatorio (oncohematológicos con quimioterapia; trasplante, síndrome de Down en edad superior a los 40 años y embarazadas). Vamos, el mismo grupo de vulnerables a los que ahora mismo se vacuna con la cuarta dosis.
El documento de Facme hace hincapié en que un test diagnóstico positivo para SARS-CoV-2 "no es motivo de aplazamiento de la cirugía". "Debe llevarse a cabo una valoración individualizada del caso. La prioridad quirúrgica es el factor de decisión primordial".
Los médicos son los primeros en proponer una modificación sobre los protocolos existentes Covid, pero no serán los únicos. Varias CCAA consultadas por EL ESPAÑOL confirman que hay circuitos y normas que se establecieron durante el inicio de la pandemia que ya no son necesarias.
Hay que recordar que, durante los primeros meses de la Covid, España emitió un sinfín de documentos técnicos desde diferentes ministerios para adaptar el día a día de la nueva realidad. Ahora que las medidas son cada vez menores, todos esos protocolos deben de ir cambiando.
El Ministerio de Sanidad ha tomado la iniciativa en modificar alguno de esos protocolos, como en el del ámbito laboral, con el objetivo de introducir el uso de mascarillas. Tras aprobar la eliminación del empleo obligatorio de este método de protección, Sanidad modificó el documento del Ministerio de Trabajo. Las mascarillas "por regla general" no eran necesarias en el ámbito laboral.
Facme
La petición de Facme es llamativa. No por adaptarse a la vida pospandemia, sino porque abarca un ámbito en el que las cosas se han mantenido casi idénticas: el hospital. Los profesionales sanitarios deben de seguir usando mascarilla, se mantienen las limitaciones de aforo y todas aquellas reglas prepandemia siguen.
Incluso siguen existiendo circuitos Covid y no Covid, algo que desde las CCAA reconocen que se está empezando a desechar. Sobre todo, en los centros de salud de Atención Primaria.
El documento de los médicos no es de obligado cumplimiento, pero sí una primera llamada de atención para las direcciones de los hospitales. Facme es una de las principales agrupaciones de médicos que, desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, ha participado con el equipo de la ministra Carolina Darias para elaborar documentos de recomendación sanitaria.
Desde las autonomías apuntan que lo tendrán en cuenta y que será un punto a tratar con el Ministerio de Sanidad. ¿Fecha en el horizonte? "Ninguna".