El estallido de la pandemia de la Covid-19 ha disparado el gasto en sanidad. En 2020, el Sistema Nacional de Salud (SNS) invirtió 83.811 millones de euros, ocho millones de euros más que el año anterior.
Se trata de un esfuerzo presupuestario sostenido, principalmente, por las comunidades autónomas (se hacen cargo del más del 90% del gasto sanitario) que han tenido que incrementar sus partidas.
Según el último informe del gasto sanitario publicado por el Ministerio de Sanidad, todas las CCAA han experimentado un aumento medio del 10,8% de su gasto en el sector salud en relación al año anterior.
Las comunidades que más han incrementado el gasto han sido Cataluña, un 16,8%, Castilla-La Mancha, un 12,8%, y la Comunidad de Madrid, un 12,4%. Aun así, el resultado ha sido muy dispar entre ellas, puesto que, aunque la primera ola se cebó con las regiones del centro de España, las siguientes han sido más duras para los catalanes.
Por otro lado, las comunidades que menos incrementaron su gasto fueron el País Vasco, un 4,4%, La Rioja, un 5%, y Extremadura, un 5,2%.
Pagar más o menos por la Sanidad durante el año de la Covid-19 no significa una mayor inversión en términos generales, sino en el momento puntual de la pandemia. De hecho, a todas ellas la Covid les obligó a gastar más dinero. En de gasto total, que incluye la inversión (gastos de capital), el sector CCAA experimentó un aumento del 10,8%.
Y es que, en comunidades como País Vasco donde el gasto en salud ha crecido menos, ya partían de una inversión más alta. De hecho, País Vasco es la comunidad autónoma que más invierte en el sector salud. Por habitante, desembolsa una media de 1.948 euros.
Además, por las transferencias realizadas por el Gobierno, el gasto sanitario público de Cataluña y del País Vasco incluye el gasto sanitario en las instituciones penitenciarias de esas comunidades, ya que tienen la gestión de esos servicios.
Personal y Salud Pública
Para analizar por qué se ha incrementado el gasto sanitario durante el año 2020 (en el que estalló la pandemia de la Covid-19) es preciso resaltar dos frentes: salud pública y personal. Son las dos partidas en las que más se ha incrementado el presupuesto sanitario.
El primero porque España tenía una red deficitaria de Salud Pública. Este sector sanitario es el encargado de controlar y vigilar la aparición de pandemias y oleadas de contagios de virus. El país, gracias a la crisis sanitaria relacionada con la listeria, tenía una base para hacer frente a la Covid-19, pero no la necesaria.
Los expertos epidemiólogos y expertos en Salud Pública demandaban una red central de Salud Pública que ahora se va a poner en marcha gracias a la Agencia Estatal que está preparando el Ministerio.
Por otro lado, la gran partida presupuestaria se ha destinado a personal. La saturación del sistema sanitario y las bajas de profesionales contagiados por la Covid-19, obligó a los sistemas de salud a incrementar sus plantillas con lo que se denominó “contratos Covid”. Además, las horas extra se incrementaron entre los profesionales.
Todo esto se traduce en cifras. Durante el 2020, un 43,4% del gasto sanitario público se destinó a cubrir las remuneraciones de los trabajadores del sector.
Además, la función que tiene mayor peso en el ámbito de la asistencia sanitaria pública es la de los servicios hospitalarios y especializados, que representaron un 61,9% del gasto total en 2020. Por su parte, farmacia representó el 14,5% y los servicios primarios de salud el 14,3%
Dicho de otro modo, en el sector de las comunidades autónomas el gasto en retribución de asalariados (médicos, enfermeros, celadores…) alcanzó la cifra global de 34.691 millones de euros, lo que representa el 44,9 por ciento del gasto consolidado del sector, y experimentó un incremento de un 8,5 por ciento respecto al año anterior
Otro importante gasto sanitario que se hizo durante el 2020 fue la compra de materiales de protección contra la Covid-19, que fueron muy escasos.
Durante el año del estallido de la pandemia, la Administración incrementó un 185,8%, lo que se debe, principalmente, a la adquisición de material sanitario y equipos de protección individual para hacer frente a la pandemia.