El Gobierno de España tiene, a fecha de 1 de abril de 2022, más de 15 millones de vacunas de Covid-19 en sus almacenes centrales. Todo ello pese a que la estrategia de vacunación no contempla dosis de refuerzo más allá de personas inmunodeprimidas (que están pinchándose la cuarta) y, en esta última semana, la Ponencia de Vacunas ha rechazado decidir todavía sobre si revacunar a los mayores de 80 años con ARN mensajero.
Según una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los almacenes del Ministerio de Sanidad guardan, en su mayoría, dosis de vacunas de ARN mensajero. Aquellas que el departamento de Carolina Darias ha erguido como las adecuadas para las dosis de refuerzo.
De los más de 15 millones de dosis almacenadas, casi 12 millones pertenecen a la farmacéutica Pfizer y otros 2,5 millones a Moderna. Ambas son vacunas con la citada tecnología y con las que se están pinchando las cuartas dosis a la población más vulnerable.
Aparte, hay otras 700.000 dosis de AstraZeneca y menos de 1.000 de Janssen. La vacuna monodosis ha sido de las menos utilizadas por la Estrategia de Vacunación española.
Los almacenes temporales de Sanidad son los destinatarios finales o principales de las vacunas al llegar al país, pero también hay algunas dosis que proceden de las regiones y que son devoluciones autonómicas.
Como ya se ha denunciado desde varias CCAA, la planificación de la estrategia de vacunación ha hecho que muchas vacunas que iban a las autonomías tuvieran que ser devueltas al Ministerio para su almacenaje y redistribución o (incluso) su destrucción.
Según una información publicada por EL ESPAÑOL, España reconoce haber destruido un millón de dosis, aunque no concreta cuántas por parte de las CCAA y cuántas desde los almacenes del Ministerio.
Devoluciones autonómicas
Ahora, en su documento parlamentario, el Gobierno de España desgrana cuántas vacunas y de qué farmacéutica se han devuelto por parte de los gobiernos autonómicos al central, aunque sin concretar si estos viales han caducado o han sido vendidos a otros países mediante lo que el Ministerio ha llamado "cesiones".
Por Comunidades, las que más dosis ha devuelto han sido Madrid (60.000 de Pfizer, 60.000 de Janssen y 470.700 de AstraZeneca) y Andalucía (162.000 de Moderna, 192.000 de Janssen y 230.000 de AstraZeneca).
El Ministerio no concreta la fecha ni las razones de dichas devoluciones, aunque sí deja claro que las dosis que más se han devuelto han sido las de AstraZeneca. Andalucía (230.000), Baleares (29.000), Comunidad Valenciana (145.000), Cantabria (55.000), Castilla-La Mancha (77.300), Cataluña (31.880), Galicia (22.000), Madrid (470.700), Murcia (6.800), Navarra (9.100) y País Vasco (105.400).
No se han concretado los porqués, pero es cierto que AstraZeneca (tras detectarse trombos asociados a su inoculación) fue desechada incluso como segunda dosis de las profesiones esenciales (profesores, sanitarios y cuerpos y fuerzas del estado) decantándose el Ministerio por mezclar dosis con Pfizer.
Los colectivos tuvieron capacidad de decisión y, aunque podían elegir Pfizer, muchos se decantaron también por AstraZeneca para continuar con la pauta que marcaba la casa comercial. Aun así, esto hizo que los miles de viales que llegaban a las CCAA no tuvieran un brazo en el que pincharse.
Janssen tampoco ha sido la vacuna más valorada por el Ministerio en su estrategia. La región que más CCAA ha devuelto 192.000, seguida por Comunidad Valenciana con 93.500. También ha rechazado vacunas Asturias (6.700), Baleares (4.800), Barcelona (400), Cantabria (2.700), Castilla y León (10.600), Cataluña (63.000), Galicia (9.000), Madrid (60.000), Murcia (19.800), Navarra (9.000) y País Vasco (9.500).
Frente a la alta devolución de vacunas de Pfizer ejecutada por el País Vasco (175.530) o las de Moderna desde Andalucía (162.000), el Ministerio apenas da constancia de vacunas de estas dos casas comerciales que se hayan vuelto a sus almacenes.
De Pfizer, además de la citada autonomía, han devuelto dosis Galicia (55.000) y Madrid (60.480). De Moderna sólo Andalucía y Baleares (79.100).
En estos momentos, la estrategia de vacunación del Ministerio de Sanidad pasa por pinchar la tercera dosis a toda la población y la cuarta a las personas inmunodeprimidas.
Respecto a la tercera dosis sí queda gente pendiente de vacunarse pero, según los expertos autonómicos consultados, son personas que han rechazado esa dosis de refuerzo por haber pasado la Covid o por decisión personal y "apenas queda gente que se quiera vacunar y esté esperando su dosis".
Muchas de estas vacunas devueltas pueden ser donadas bilateralmente o mediante el mecanismo Covax o mediante cesiones. El problema es que Covax pone muchas reticencias a la hora de aceptar vacunas.
Por un lado, tienen que ser entregadas directamente desde las plantas de fabricación y, además, no realizan donaciones de vacunas que estén próximas a su caducidad. Así, a Sanidad sólo le quedan las cesiones bilaterales. O lo que es lo mismo, venderlas sin obtener beneficio.
Con todo ello, el Gobierno, a través del Ministerio de Sanidad, insiste en su respuesta parlamentaria en que trabaja en evitar la "pérdida de cualquier vacuna". Reconoce que es "un procedimiento que está sujeto a muchos condicionantes por parte de los países receptores" y que requiere un gran esfuerzo técnico por parte de dichos países para su recepción.
Lo que Sanidad llama una "cadena de logística compleja", dadas las especiales condiciones de conservación. "Por ello, los países receptores necesitan tiempo para organizar internamente el despliegue de vacunas y su administración".