Los funcionarios del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que analizaron los móviles del Gobierno tras detectar la infección Pegasus en el teléfono del presidente Pedro Sánchez podrán revelar al juez las averiguaciones que hicieron sobre estos ataques cibernéticos.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, el Ejecutivo, a través de un acuerdo aprobado en el Consejo de Ministros, garantiza que quienes analizaron los teléfonos podrán revelarle al magistrado esa información reservada si este les llama a declarar.
En otras ocasiones, quizás más convenientes para sus intereses, el Gobierno se mostró reacio a revelar determinados datos de carácter reservado. Un caso reciente fue el de la exministra Arancha González Laya, investigada en el caso Ghali. Laya, interrogada por el magistrado instructor hace seis meses, se negó a revelar quién había orquestado con ella la llegada a España del líder del Frente Polisario, acogiéndose a la Ley de Secretos Oficiales.
En este caso, el Gobierno permitirá a los técnicos del Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT), elprevenir, detectar y responder a los incidentes de seguridad sobre sistemas informáticos, que detallen en qué consistió el examen que hicieron de los dispositivos de Moncloa una vez localizaron la infección con el software espía.
De ese modo, los trabajadores expertos en ciberseguridad podrán contar, sin temor a revelar información confidencial, cómo analizaron los dispositivos, cuándo lo hicieron, cuánto tardaron en esa operación, qué fue lo que constataron y si hay indicios que apunten a alguna potencia externa que estuviera interesada en espiar a los altos cargos del Ejecutivo socialista.
Espionaje
El juez que indaga en el caso es José Luis Clama, magistrado de la Audiencia Nacional. Será él quien se encargue de las pesquisas dirigidas a averiguar quién introdujo ese virus para espiar al presidente del Gobierno durante el pasado mes de mayo en plena crisis con Marruecos. A ese dispositivo se le "extrajeron 2,6 gigabytes de información". En la segunda infección fueron 130 megas, según reconocen en la Moncloa.
No fue el único teléfono en el que se introdujo Pegasus. En el caso de la ministra de Defensa, Margarita Robles, el robo de datos fue menor, de 9 megas. El tercero en ser espiado fue el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con dos ataques en los que le fueron sustraídos 400 megas y 6,3 gigas de información.
También se halló otro intento fallido en el dispositivo del ministro de Agricultura, Luis Planas. Todos ellos por las mismas fechas.