Interior activa controles masivos de personas y comunicaciones por la cumbre de la OTAN

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de fuentes policiales, miles de agentes de la Policía Nacional han recibido instrucciones para realizar distintas tareas de vigilancia y control, que se intensificarán en los próximos días.

El objetivo de todo este despliegue es garantizar la seguridad de un evento de repercusión mundial que acogerá a los aliados en plena invasión rusa de Ucrania y después de la brecha en la seguridad detectada en el Gobierno que ha desembocado en el relevo de la directora del CNI.

Aunque la propia OTAN supervisa la seguridad, la intendencia, la logística y el diseño del despliegue policial en las jornadas previas y durante la cumbre son tareas que le corresponden a España.

El ministro Fernando Grande-Marlaska no quiere dejar nada al azar, y los agentes están realizando multitud de controles de personas, comunicaciones y también contravigilancias.

A estas labores se han incorporado todos los agentes expertos en la lucha antiterrorista. Realizan chequeos, filtrado de sospechosos y un control minucioso de la entrada de personas en España previa a la gran cita de la Alianza Atlántica.

Hay un intenso trabajo también de despacho, con comprobaciones en las bases de datos policiales y análisis de perfiles de sospechosos. Esas inspecciones se incrementarán también y se unirán a los controles policiales y las actuaciones realizadas desde la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, y desde Seguridad Ciudadana. 

A su vez, también los TEDAX, Policía Científica y todos los agentes disponibles se centrarán en las próximas semanas en preparar el terreno para la cumbre de la OTAN.

Crisis de Pegasus

El "completísimo" operativo -así lo definen los mandos consultados- será supervisado por la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que dirige Juan Carlos Castro. Esta unidad, directamente dependiente de la Dirección Adjunta Operativa (DAO), tiene orden de coordinar al resto de miembros de la Policía Nacional que intervienen en las labores de vigilancia de la cumbre. 

Unidades de Intervención Policial (UIP), Unidades de Prevención y Reacción (UPR), Brigadas Móviles... Incluso unidades equipadas con drones y otras con sistemas de contravigilancia y de derribo de estos dispositivos ante posibles intrusiones externas. Todos estarán en sus puestos y disponibles para convertir Madrid en un fortín el 29 y 30 de junio.

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, se está recurriendo a funcionarios policiales de distintos grupos para aumentar el servicio de escolta que Interior proporcionará a todos los asistentes a la cumbre que lo requieran.  

La cita coincide con el 40º aniversario de la entrada de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte durante el primer gobierno de Felipe González.  

La preparación del encuentro llega tras la crisis del caso Pegasus, un episodio que ha erosionado en el exterior la reputación de los servicios de inteligencia españoles.

En las últimas semanas, varios responsables de inteligencia de otras potencias europeas han mostrado a sus homólogos españoles su sorpresa por la forma en que el Gobierno ha gestionado el caso.

Quizá por ello el reto de organizar justo ahora la cumbre de la OTAN se torna mucho mayor, ya que despierta cierta desconfianza fuera y motiva a los especialistas policiales en España.