Atrapado en un AVE, tres mítines en 24h: Feijóo se vuelca en Andalucía para probarse contra Sánchez
Los líderes de los principales partidos nacionales mostraron en Málaga sus cartas para la futura carrera por la presidencia.
12 junio, 2022 02:58Noticias relacionadas
Andalucía se convirtió este sábado en el pistoletazo de salida de la carrera a la Moncloa participada por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Los líderes de los dos grandes partidos desembarcaron en Málaga para mostrar sus cartas... no sólo para los comicios del 19 de junio, sino como inicio de una lucha entre PSOE y PP para las generales.
Tal es así, que el propio Elías Bendodo, coordinador general del PP, habló de las elecciones andaluzas como "una meta volante" hacia la Presidencia del Gobierno. Fue el gallego quien más intensidad imprimió a su jornada.
El día de Núñez Feijóo fue maratoniano. Ya el viernes tuvo un contratiempo al quedarse atrapado en el AVE de camino a Andalucía. Tres horas estuvo detenido el convoy en La Sagra, Castilla-La Mancha. Desde allí sólo pudo quejarse y aplaudir "la paciencia y el civismo de los viajeros".
El líder del PP llegó tarde a su destino, Córdoba, donde pasó la noche. Más de 35 grados le esperaban por la mañana al pie de la Mezquita-Catedral, donde fue recibido con gaitas. Feijóo se encontró así con los doscientos gallegos que viven en la capital cordobesa.
Un primer baño de masas en el que fue acompañado por el número uno de la candidatura popular por Córdoba, Jesús Aguirre. No fue el único. Al mediodía, el líder nacional de los populares, en un mitin, además de citar la crisis diplomática con Argelia, lanzó un mensaje a Sánchez: "Ve estorbos en la oposición porque están nerviosos. Porque el Gobierno no funciona y porque ve que la alternativa del PP cada día convence a más ciudadanos".
Más tarde, a las 14:30 horas, en Antequera, protagonizó una comida-mitin con Elías Bendodo. Fue en el Parador de la ciudad y allí se reunió con empresarios y militantes. Feijóo recordó que si a los políticos se les juzgase por los "pufos" que dejan, el PSOE "estaría muchos años sin gobernar Andalucía y muchos sin gobernar España".
Ya a las 19:30, Feijóo fue recibido por una multitud en la calle Alcazabilla de Málaga. El grito de "presidente, presidente" se fundía: bien dirigido al gallego, bien dirigido a Juanma Moreno, que le acompañaba junto a Bendodo en el paseíllo hasta el escenario.
Feijóo también estuvo acompañado por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre. Ya desde el estrado, reiteró las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez: "Si hay algún ministro que esté de acuerdo en que el Gobierno no puede seguir dividido, que lo diga".
Crisis diplomática
En ambos casos, el denominador común fue Málaga. En el de Sánchez, con un mitin en Cártama; en el caso de Feijóo, tras comenzar en Córdoba, para participar en sendos mítines en Antequera y Málaga capital.
A pesar de que los líderes de PSOE y PP llegaban para apoyar a sus candidatos regionales, el mensaje fue, principalmente, en clave nacional: la crisis diplomática con Argelia, la inflación o la deuda pública.
El presidente del Gobierno, a pesar de que la actualidad está copada por las relaciones con el país argelino, no quiso perder la ocasión de apoyar a su candidato para Andalucía: Juan Espadas. El exalcalde de Sevilla y el secretario general de los socialistas se dieron un baño de masas en Cártama, donde reunieron a más de 2.000 personas.
Sánchez aprovechó para afirmar que en los 37 años de gobierno socialista en Andalucía no lo hicieron "todo", pero indicó que "los mejores y mayores avances en Andalucía han venido de la mano del PSOE". Después, criticó a Feijóo por su postura en la crisis con Argelia. "Jalean su presión –dijo– mientras la Unión Europea apoya a España".
"Si la UE aprueba fijar un precio al gas, el PP no lo apoya. Si el empleo va disparado, ellos dicen que los datos están maquillados (...) hablan mal de España fuera de España".
Por su parte, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, respondió con el "volantazo sin precedentes de Sánchez en política exterior": "Él pone en riesgo no sólo el gas, sino miles de millones en exportaciones. Ha tenido que venir la UE para arreglar nuestros destrozos".