Moreno, con traje gris y acompañado de otros próceres con una reputación labrada durante décadas en la lucha contra el terrorismo. Así ha reaparecido públicamente el coronel Diego Pérez de los Cobos dos años después de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, decidiera defenestrarle de su cargo al frente de la Comandancia de Madrid. En plena pandemia.
"La ETA que conocimos es imposible que vuelva. Se le quitó el oxígeno desde fuera", dijo Pérez de los Cobos. Eso sí, junto a sus colegas de mesa redonda alertó de un posible resurgir de episodios violentos protagonizados por los herederos de la organización terrorista. "La posibilidad existe", añadió.
Se refería a los disidentes de la línea oficial que marca Arnaldo Otegi dentro de la izquierda abertzale. El coronel, cesado por Marlaska y la directora de la Guardia Civil de su puesto por negarse a facilitarles información sobre la investigación que subordinados suyos llevaban sobre la posible conexión entre la manifestación del 8-M y el inicio de contagios de Covid, asegura que no es descartable la vuelta al terrorismo de "mentes distorsionadas".
Pérez de los Cobos no es de los que se muerde la lengua. Habla claro para todo el mundo. Y esta vez lo hizo en una mesa redonda del I Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo organizado por la Comunidad de Madrid y la Fundación de la Universidad San Pablo CEU.
Junto a él estaban otras combativas figuras contra ETA y sus satélites, como Carlos Bautista, fiscal de la Audiencia Nacional coordinador de Vigilancia Penitenciaria. O como el exjefe de Información de la Policía, Germán Rodríguez Castiñeira. Todos ellos alertaron este martes sobre la posibilidad de una vuelta de la violencia en torno a organizaciones como ATA, Jardun o Gazte Koordinadora Sozialista.
Los protagonistas, eso sí, dejaron claro que no creen que resurja una organización semejante a ETA. El coronel de la Guardia Civil no ve una "amenaza inminente" por parte de estos grupos disidentes en el País Vasco. No obstante, pidió "no desmontar lo que tanto costó montar". Se refería a las estructuras dedicadas a la lucha antiterrorista que conformaron una "escuela de buenos hombres de Estado".
Tanto Pérez de los Cobos como Castiñeira, que fue responsable de la Jefatura Superior de Madrid y luego jefe de Información de la Policía Nacional, avisaron de que el terrorismo yihadista es posible que vuelva a actuar en España, alertando especialmente del Sahel como el "verdadero foco" de amenaza.
La comparecencia pública de Pérez de los Cobos adquiría si cabe mayor relevancia después de que, hace tan solo unos meses, el Tribunal Supremo admitiera su recurso de casación contra la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado 15 de septiembre. Esta consideró legal su cese como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional estimó el recurso que interpuso la Abogacía del Estado en representación del Ministerio del Interior, en el que alegó que el motivo del cese fue la "pérdida de confianza" con un cargo de libre designación y revocó la sentencia de primera instancia. En las próximas semanas se conocerá la decisión definitiva.
Terrorismo autóctono
Sobre el terrorismo autóctono, Castiñeira se congratuló de que ETA fuera derrotada aunque ahora "queden sus hijitos". El mando, que ya está jubilado, dijo que observa de forma "inquietante" a los grupos disidentes de la línea oficial de la izquierda abertzale que rechazan el abandono de las armas, así como participar en las instituciones democráticas.
Aun así, Castiñeira "no ve posible" una organización al modo de ETA porque ya no contaría con el "santuario francés", y tampoco con apoyo social suficiente.
El fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista, encargado de la coordinación en materia del terrorismo de ETA, ha alertado también de la amenaza del "terrorismo individual" -al margen del yihadista- por ser algo "consustancial al ser humano".
También ha sido muy claro en su postura contra el terrorismo de ETA, incluso contra la política penitenciaria que se estila desde el Gobierno de cuyo seno procede su jefa, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado.
"Tiene que haber verdadero perdón para valorarlo de forma individual", sentenció, haciendo referencia a la estrategia de los etarras de emitir cartas tipo con las que están consiguiendo diversas mejoras en su condición penitenciaria.
Bautista exigió la necesidad de que los etarras colaboren en los 300 crímenes sin resolver como un signo de que realmente colaboran con la Justicia y como una señal de que están verdaderamente arrepentidos.