El Gobierno confirma que invitó a Zelenski a la OTAN pero no sabrá si viene "hasta el último momento"
El operativo contempla un gasto de 36 millones de euros, drones en el espacio aéreo, e incluso la comprobación persona por persona de los trabajadores de la cumbre.
17 junio, 2022 07:08La guinda de la sofisticada Operación Eirene, el nombre con el que el Gobierno ha bautizado el ingente dispositivo orquestado para la cumbre de la OTAN, sería la asistencia del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, algo que el Gobierno no podrá confirmar "hasta el último momento", días u horas antes al inicio del encuentro. Así lo relatan los encargados de la organización del mayor operativo de seguridad que se recuerda en Madrid.
Como ya adelantó el pasado mes de mayo EL ESPAÑOL, la invitación de Moncloa a Zelenski para acudir a la cumbre que se celebrará en Madrid del 28 al 30 de junio sigue en pie, pero su llegada dependerá de "si las condiciones del país" le permiten asistir de forma presencial. Si el líder ucraniano acaba viajando a Madrid, Interior contaría también con un plan de seguridad concreto para su delegación.
La Operación Eirene, nombre escogido en referencia a diosa griega de la paz, cuenta con la mayor cantidad de elementos policiales disponibles en la historia reciente. Al total de 6.550 agentes de la Policía Nacional, 2.400 guardias civiles se sumarán los efectivos que correspondan de Policía Municipal, los del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), así como los servicios de bomberos y emergencias de la Comunidad de Madrid.
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En total, unos 10.000 efectivos disponibles para atender y velar tanto por las delegaciones de todos los países de la Alianza Atlántica como por el recinto de IFEMA, donde se desarrollarán las jornadas. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de fuentes del Ministerio del Interior, en los próximos días el dispositivo preparado desde hace meses entrará en sus fases finales: la fase de alerta (23 de junio) y la fase crítica (27 de junio).
Equipo de drones
En total, el Gobierno desembolsará en torno a 36 millones de euros en la preparación de la seguridad del evento. La Policía Nacional aportará, además de la ingente cantidad de efectivos especialistas en todo tipo de áreas, el equipo de drones de los que dispone su unidad de medios aéreos. Serán una parte importante a la hora de controlar desde el aire todo el entorno del lugar en el que se producirá la cumbre más importante de la Alianza en décadas.
Organizar la cumbre de la OTAN es pensar mucho más allá del recinto de IFEMA. Es pensar en los espacios en los que las delegaciones se moverán por toda la ciudad: el Palacio Real, el Museo del Prado (donde se realizará una cena de gala), los hoteles, las principales arterias de la ciudad.
Por ello, el plan diseñado por Interior, afirman las fuentes en el ministerio dirigido por Fernando Grande-Marlaska, establece también que el operativo de seguridad se extienda a otras zonas de la ciudad dependiendo de en qué lugares se encuentren en cada momento los representantes de cada país.
Control de empleados
Hace semanas que miles de agentes de la Policía Nacional recibieron instrucciones para realizar distintas tareas de vigilancia y control, que se intensificarán en los próximos días. El objetivo de todo este despliegue, como ya adelantó EL ESPAÑOL, es garantizar la seguridad de un evento que tendrá repercusión mundial.
Aunque la propia OTAN supervisa la seguridad, la intendencia, la logística y el diseño del despliegue policial en las jornadas previas y durante la cumbre son tareas que le corresponden a España. El ministro Grande-Marlaska no quiere dejar nada al azar, y los agentes están realizando multitud de controles de personas, comunicaciones y también contravigilancias.
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A estas labores se han incorporado todos los agentes expertos en la lucha antiterrorista. Se han realizado chequeos, filtrado de sospechosos y un control minucioso de la entrada de personas en España previa a la gran cita de la Alianza Atlántica. Por el momento, el nivel 4 de alerta antiterrorista (el segundo más alto, el mismo desde 2015) será el que se mantenga para las próximas semanas.
Todo se está controlando, aseguran las fuentes consultadas. Desde una amenaza terrorista hasta posibles organizaciones radicales o colectivos contrarios a la OTAN que pretendan manifestarse esos días con motivo de la cumbre. Ya se han establecido los "mecanismos necesarios" para localizar "cualquier amenaza" e impedirles el acceso al territorio.
Hay un intenso trabajo también de despacho, con comprobaciones en las bases de datos policiales y análisis de perfiles de sospechosos. Esas inspecciones se incrementarán también y se unirán a los controles policiales y las actuaciones realizadas desde la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, y desde la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, la que dirige toda la operativa.
Los controles llegan hasta tal punto que, tal y como revelan las fuentes consultadas, los servicios secretos tienen también como cometido analizar persona por persona todos aquellos que trabajarán en el recinto donde se celebrará la cumbre. El objetivo no es otro que constatar a ciencia cierta que entre ellos no se encuentra ningún elemento peligroso.
Ciberseguridad
Todos los anillos de seguridad estarán supervisados desde un centro de control dirigido por Interior en el que participarán Policía Nacional, Guardia Civil, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), la Policía Municipal, el CNI, los servicios de seguridad de Casa Real y de Presidencia del Gobierno, el Ministerio de Exteriores, el Ministerio de Defensa, la Delegación del Gobierno, Protección Civil, Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, los servicios de seguridad del IFEMA y la oficina de seguridad de la OTAN.
Otro gran reto para los próximos días será la configuración de los dispositivos de ciberseguridad, en previsión de posibles ciberataques que se puedan dar durante el evento. Por el momento, el Centro Criptológico Nacional (CCN-CERT), el área del CNI dedicada a esa materia, será la encargada de este cometido.
Una tarea de gran importancia; sobre todo, teniendo en cuenta los recientes acontecimientos, después de la brecha en la seguridad detectada en el Gobierno que desembocó en el relevo de la directora del CNI.