La avería de Mónica Oltra
Por su interés y acierto reproducimos el análisis de Carlos Alsina sobre la dimisión de Mónica Oltra, que han podido escuchar este miércoles los oyentes de 'Más de uno', en Onda Cero.
El 8 de diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor, el presidente Franklin Delano Roosevelt proclamó que aquella fecha pasaría a la historia con el Día de la Infamia. Ochenta años después, en Valencia, España, la vicepresidenta Mónica Oltra Jarque proclamó como Día de la Infamia el 21 de junio. La fecha en que los suyos la empujaron amablemente a coger la puerta e irse para casa. Para infamia, vino a decir Oltra, la suya.
El país se hunde sin remedio porque los corruptos son absueltos y los inocentes, encausados. ¡Cómo no preocuparse ante esta tragedia nacional! ¡Qué hace la sociedad española, y valenciana, que no despierta! ¡Hombre! Siempre es interesante fijarse en las palabras. La señora Oltra no dijo ayer "los corruptos, absueltos y los inocentes, condenados", sino "los inocentes, encausados". Porque ella se declara inocente y está encausada.
Fíjese: ella misma está revelando la enorme avería argumental que la ha llevado a donde hoy está, o sea, a su casa: hacer creer a los demás, durante años, que encausado equivale a culpable. Ahora que te ha tocado a ti ya es tarde para rectificar semejante despropósito. Ahora que la imputada eres tú vienes con los matices.
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En rigor, no hay escándalo alguno en que un inocente esté encausado, o sea, imputado. Todos los imputados, de hecho, son inocentes hasta que un tribunal pruebe lo contrario. Y si no lo prueba, inocentes siguen.
Pero Oltra llega tarde a esta lección de primero de Derecho porque ella, que es licenciada, trató como culpables a los imputados de otros partidos. Y ella, que es abogada, volvió a demostrar ayer que le sobran los fiscales, los jueces y los Tribunales Superiores.
Quien decide aquí quién es culpable o inocente es Mónica Oltra. Y Joan Baldoví. Y Joan Ribó. Y Ada Colau. Los corruptos absueltos siguen siendo corruptos. Los inocentes condenados, si son de su cuerda política, siguen siendo inocentes. Y así, todo. Y así, siempre. Y así, cansa. El victimismo a lo Juana de Arco.
La democracia se hunde y el fascismo avanza, qué terrible todo
Verse a sí misma como Juana de Arco es una tentación irresistible, supongo, pero en España hay cientos de personas que desempeñan cargos en las administraciones autonómicas, hay vicepresidentes como ella, decenas de consejeros como ella, hay 350 diputados nacionales e imputados tampoco hay tantos, ¿verdad?
Fíjate en el papelón de quien ahora la suceda a ella en el Gobierno valenciano: como no está imputado, seguro que es un mandao que se pliega a los intereses de los poderosos. Ximo Puig no está imputado. Yolanda Díaz no está imputada. Pedro Sánchez no está imputado. ¿Por qué? Porque son serviles, mayordomos del poder, no van a por ellos porque no incordian. Aquí sólo ha incordiado, se ve, Mónica Oltra. La democracia se hunde y el fascismo avanza, qué terrible todo.
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Mire, el caso que investiga el Tribunal Superior de Justicia no se sabe en qué quedará. Es posible que ella acabe desimputada, como se dice ahora, o absuelta en juicio. Compromís, que es la coalición que Oltra lidera, dijo ayer que ésta es una situación temporal. Que ella ahora se aparta pero regresará cuando el caso quede archivado. Estupendo.
Igual lo que se quedó sin explicar es por qué ha tenido que irse ahora. Y es importante que se explique bien. Porque el viernes dijo justo lo contrario y con la misma vehemencia, la misma pasión y la misma actitud de Scarlata O'Hara. La justificación de ayer para dimitir fue que no quiere comprometer la continuidad del gobierno tripartito.
Pero ocurre que, en rigor, Ximo Puig no se había planteado prescindir de Compromís. Si acaso, se había planteado prescindir de Mónica Oltra. Que no es lo mismo. Quienes la ha empujado a desdecirse de lo del viernes y refutarse a sí misma son sus compañeros de Compromís. Que entendieron, a diferencia de ella, que la marca no es sólo ella. Y que, con todo el cariño que sin duda le tienen, ahora mismo estorba.