Pedro Sánchez muestra las obras del Museo del Prado a Joe Biden y su nieta, en la velada del pasado miércoles.

Pedro Sánchez muestra las obras del Museo del Prado a Joe Biden y su nieta, en la velada del pasado miércoles.

España CUMBRE DE LA OTAN

El Senado era el refugio en caso de ataque y otras 9 anécdotas de la cumbre de la OTAN en Madrid

En palabras de Jens Stoltenberg la cumbre fue "perfecta, impecable y excelente"... Pero también tuvo su cara B.

1 julio, 2022 03:05

La cumbre de la OTAN de Madrid ha escrito una página en la historia: el alcance de los acuerdos alcanzados determinará la política de defensa de Occidente en la próxima década. 

Sin embargo, la reunión de líderes munciales ha tenido una cara b, anécdotas que también recordarán sus protagonistas y quienes han tenido ocasión de vivir tres intensas jornadas (hay que incluir la víspera) en la capital de España.

El evento salió a pedir de boca en cuanto a organización y protocolo. En palabras de Jens Stoltenberg, la cumbre fue "perfecta, impecable y excelente". El secretario general de la Alianza alabó la belleza de Madrid, la acogida española y el gigantesco recinto ferial que acogió el cónclave.

1.- Bandera del revés

Tan solo algún ínfimo borrón podría consignarse, como el lapsus con la bandera de España al revés, con el escudo bocabajo, sobre la mesa ante la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dio uno de sus discurso. Fue un error de la propia OTAN, que así lo reconoció en un comunicado. 

2.- Pijama oficial

No pasó inadvertida tampoco Maisy, la nieta de Joe Biden, asistiendo en pijama al encuentro de la Reina Letizia. La joven, de 21 años, estudia Bellas Artes, pero su sensibilidad en cuanto a indumentaria ha quedado puesta en entredicho. Eso sí, el presidente estadounidense quedó maravillado con el Palacio Real y los presentes aseguran que no veía el momento de abandonarlo.

3.- Olvido del protocolo

Seguramente llevado por la emoción, el presidente Pedro Sánchez volvió a olvidarse del protocolo en el besamanos del Palacio Real. Tras saludar con su esposa, Begoña Gómez, a Felipe VI y a la Reina Letizia, hizo amago de pasar de largo sin esperar a la foto. El Rey le retuvo con una sonrisa.

4.- La escapada de Macron

Emmanuel Macron recorrió la noche madrileña acompañado de Brigitte, su mujer, y de un nutrido séquito de seguratas. Se mezclaron entre la gente por Ópera, deambularon por Colón. Lucía el neón de Tío Pepe en la Puerta del Sol mientras los curiosos grababan a la pareja más famosa de Francia.

5.- La 'ensaladilla rusa' 

La ensaladilla rusa se convirtió en esta cumbre en una cuestión de Estado, hasta el punto de llegar a retirarse de la cafetería de IFEMA. Entre las bromas de unos (la prensa española) y la incredulidad de otros (la prensa extranjera) se suprimió ese plato de la carta. Tras la primera jornada, no había rastro de ella en el menú: en su lugar apareció la "ensaladilla tradicional".

6.- Precios dispara(ta)dos

Lo que no cambiaron fueron los precios dispara(ta)dos de la cafetería. Tampoco la expresión de dolor en el rostro de los reporteros de todo el planeta al extraer la cartera cuando les cobraban dos manzanas al precio de 5 euros. Muchos picaron la primera jornada. La segunda venían con la lección aprendida. LLegaban a IFEMA cargados de provisiones cuyo olor provocaba los ladridos de los perros antidroga de la Policía Nacional. Al menos el café -cientos de litros destinados a satisfacer a insomnes periodistas- se ofrecía de manera gratuita.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en su visita al Museo del Prado.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en su visita al Museo del Prado. EFE

7.- Seguridad a tope

Los canes olfateadores eran tan solo una ínfima parte del mayor dispositivo policial que se recuerda en España. Era preciso superar tres controles diferentes de documentación antes de acceder al recinto de IFEMA. Fe de ello daban las interminables caravanas de cada uno de los líderes mundiales, la mayoría con coches idénticos o repetidos. El hilo musical de la cumbre fue el zumbido de los helicópteros policiales.

8.- Boris y las bellas artes

Estaba siendo el año más complicado de Boris Johnson como primer ministro. Sin embargo, tuvo por fin un respiro cuando Sánchez le condujo a la Galería Central del Museo del Prado antes de la cena del miércoles. Melómano, con estudios de Clásicas en Oxford, Johnson vio ahí el momento de dejar atrás los problemas y entregarse al placer de recorrer en soledad los pasillos de los que cuelgan la gran colección de la pintura barroca. Velázquez, Tiziano, Rubens... No hay pruebas de que se detuviese ante Los borrachos, una de las joyas de la pinacoteca. Es conocida la afición del líder británico a la fiesta.

[Fotogalería: así ha sido la cena en el Museo del Prado con los líderes de la cumbre de la OTAN]

9.- La fiesta de Jill Biden

No se sabe la hora a la que Jill Biden, esposa del presidente de EEUU, dio por acabada la fiesta que le organizó la embajada de su país. De lo que sí hay pruebas es de lo bien que lo pasó junto a Alejandro Sanz, Israel Fernández, Pablo López, Carlos Vives o Eugenia Martínez de Irujo.

10.- El Senado como refugio

Todo estaba pensado en la cumbre. Según relatan fuentes de seguridad a EL ESPAÑOL, el Senado, a dos pasos del Palacio Real, fue preparado como alternativa al majestuoso edificio por si producía ataque o amenaza. Incluso podría haber servido un banquete alternativo en caso de contratiempo.