Page y Espadas, primeros barones en desmarcarse de Sánchez: la cercanía electoral agrieta al PSOE
El manchego amenaza con recurrir al TC la nueva Ley de Universidades y el líder de la federación andaluza se opone al indulto a Griñán.
2 septiembre, 2022 03:41Las grietas entre algunos de los barones más importantes del PSOE y Pedro Sánchez, el líder de su partido, se hacen cada vez más evidentes ante la proximidad de un nuevo ciclo electoral.
La paulatina pero inexorable caída en las encuestas del presidente del Gobierno ha puesto sobre aviso a distintos pesos pesados de la formación. Hombres fuertes de contrastado peso entre los socialistas han dado ya el paso para desmarcarse sibilinamente de su líder en los primeros compases del nuevo curso político.
Figuras de calado en el seno del PSOE han llegado a la conclusión de que la marca de Sánchez ya no suma, sino que resta. Y han movido ficha en busca de un buen resultado en las próximas citas.
En ellas se juegan mucho, y por ello pretenden distanciarse de la narrativa impuesta por Ferraz y de la imagen del presidente en asuntos de constatada relevancia.
Uno de los movimientos que mejor ejemplifica este viraje se ha producido esta semana. En este sentido, Juan Espadas, el líder de la federación andaluza, ha sido quien ha propinado el primero de los reveses al argumentario del líder de su formación.
Su distanciamiento con Sánchez se ha constatado al oponerse a la posibilidad, cada vez más real, de la concesión del indulto a José Antonio Griñán, condenado a prisión por el Tribunal Supremo en el caso de los ERE. Espadas justificó su negativa a apoyar el indulto en base al Código Ético de la formación.
Este prohíbe, de manera expresa, que los miembros del PSOE respalden la exoneración de cargos públicos condenados en casos de corrupción.
Ahora se posiciona frente al que fuera su valedor y la gran mayoría del PSOE. Hasta el momento, cuatro tótems socialistas han apoyado esta iniciativa impulsada por la familia de Griñán: Felipe González, Alfonso Guerra, José Luis Rodríguez Zapatero y Susana Díaz. Ninguno de los actuales cargos del partido, eso sí, se ha atrevido a firmarlo.
El otro, también conocido estos días, lo protagoniza uno de los dirigentes socialistas tradicionalmente más críticos con Sánchez, así como con sus alianzas y con sus constantes concesiones a los partidos nacionalistas.
Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, llevaba meses trasladando al Gobierno su profundo malestar con la Ley de Universidades aprobada por el Consejo de Ministros y que pronto iniciará su tramitación parlamentaria.
Ante la falta de una respuesta convocó una rueda de prensa y amenazó con presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional. "Yo invito y tú pagas". Con esa frase tan gráfica se define desde su ejecutivo el proyecto impulsado por Moncloa.
Imagen de Sánchez
Ambos episodios coinciden con el lanzamiento desde Ferraz de una campaña de movilización de sus dirigentes y cargos bajo el lema "El Gobierno de la gente".
Esta acción, que busca revertir las encuestas adversas, está pensada para las elecciones municipales y autonómicas de mayo del próximo año, preámbulo de las elecciones generales que también se celebrarán a finales de 2023.
El diseño de los actos y sus localizaciones se basa precisamente en los lugares en los que puede tener más dificultades en los comicios de mayo y luego las generales. Incluirá centenares de actos en toda España hasta el mes de diciembre, 30 de ellos protagonizados por el presidente del Gobierno.
Todas las encuestas, incluido el último barómetro del CIS del socialista Tezanos, muestran que el PSOE de Sánchez pierde fuelle y que, en caso de celebrarse ahora mismo elecciones, sería superado por un PP que ha recuperado el pulso desde que el gallego Alberto Núñez Feijóo tomó las riendas del partido.
Por eso la nueva dirección del PSOE pretende con esta idea acercar a Sánchez a la ciudadanía. "Que le vean fuera de las paredes de Moncloa, recorriendo las calles".
Conscientes de esos problemas de imagen del presidente, en su equipo tratan de acercarle al "contacto con la gente" para explicar "sin intermediarios" la gestión del Gobierno.
Problema de imagen
En suma, ambos dirigentes son los primeros barones que se desmarcan de la figura de Sánchez. Según las fuentes consultadas, creen que su influencia será más negativa que positiva en las próximas citas con las urnas. Su imagen sufre un desgaste que a su juicio lastra las perspectivas electorales del partido.
La campaña electoral y el batacazo en Andalucía marcaron la estela a seguir para algunos de sus homólogos. Muchos alcaldes o candidatos socialistas tienen ya en el horizonte las elecciones autonómicas y municipales del año 2023. Y temen lo que pueda ocurrir tras los recientes resultados, en los que los socialistas salieron muy mal parados.
Por eso ya hay quien no tiene miedo de lanzar un mensaje diametralmente opuesto al que llega desde Ferraz. Espadas, por ejemplo, cree que posicionarse en contra del indulto a quien fuera presidente de Andalucía le acerca a la gente y a la calle.