Este martes 6 de septiembre no era un día cualquiera. Hace exactamente 5 años que los partidos independentistas aprobaban las llamadas "leyes de desconexión", que condujeron a la efímera declaración unilateral de independencia de Cataluña. Con ocasión de tan señalada fecha, los fundadores de Tabarnia han querido darle la vuelta a la tortilla celebrando la “primera diada mundial de Tabarnia”. En él aprovecharon para ungir a Isabel Díaz Ayuso, la maestra de ceremonias, como su nueva lideresa.
"La Historia se repite: de nuevo, una Isabel unifica dos reinos: el de Tabarnia y el de Tabernia". Así sellaba Ayuso su intervención en el acto en Madrid. Era su primer evento como recién bautizada presidenta de Tabarnia.
Todo era el reverso irónico de lo ocurrido en aquel entonces. Si los propios representantes definen Tabarnia como “espejo esperpéntico” del nacionalismo catalán, durante todo el evento queda patente la inspiración valleinclanesca. Si aquel momento los secesionistas buscaron y promovieron el cisma con el resto del territorio, este martes Tabarnia aprobaba una serie de medidas políticas con las que hacer frente a la agenda secesionista. Por ejemplo, las "leyes de conexión con España", indispensables para responder a la "desconexión indepe".
El evento de investidura a la presidenta de la Comunidad de Madrid se celebró en el restaurante Jardín del Mar, en el madrileño barrio de Palomas. A su llegada, los asistentes eran recibidos por un photocall dedicado al expresidente catalán Carles Puigdemont. El fugado mandatario aparecía retratado escondido en el maletero de un coche. En el espacio, como en cualquier concierto de rock, se podía comprar merchandising tabernés: banderas, caretas de Puigdemont o incluso ejemplares del libro ¡Viva Tabarnia!, de Albert Boadella, presidente de Tabarnia. No quedó ningún detalle al azar.
La líder de la Comunidad empleó un tono serio, con el que lanzar un "discurso oficial de constitución". "Hay que hacer las cosas bien, como hacemos aquí". Díaz Ayuso halagó la celebración de “un evento lúdico e interesante, que disfrutar con una buena caña y una buena butifarra”.
La baronesa popular aprovechó para dar la bienvenida a los “casi 55.000 catalanes que nos alegran la vida, madrileños de Cataluña. Estáis en casa”. Los catalanes en Madrid, aseguró, "no se encontrarán con su ex, pero tampoco con tractorianos con lazo".
La presidenta culminó su intervención con la lectura de su primer decreto en el cargo. Con él nombraba a todos los presentes como “caballeros y damas de Tabarnia con lealtad a Felipe VI y obligación de disfrutar de los placeres de España”. Tras su discurso, los representantes y fundadores de Tabarnia la obsequiaron con una corbata, una bandera, y una figura de "Manolita I de Tabarnia" con el rostro de la presidenta y un gesto "universal", el clásico corte de manga al independentismo que Boadella ha realizado en alguna de sus alocuciones.
Además, le hicieron entrega de unas flores, “llegadas desde Bélgica con una tarjeta en la que pone ‘Me gustaría ser como tú. Firmado, Puchi’”.
"Ataque de buen humor"
[Ayuso, presidenta de Tabarnia en Madrid: un plan para sacar Barcelona y Tarragona de Cataluña]
El acto comenzó en torno a la una de la tarde, con la intervención del presidente de la Asamblea Nacional de Tabarnia (ANT), José Luis Martín, y de los ministros taberneses Tomás Guasch, Miquel Giménez y del abogado José María Fuster-Fabra, quienes fueron recibidos con aplausos y gritos de “¡Viva Tabarnia!”.
Durante su intervención, José Luis Martín justificó la elección de Ayuso para este cargo, dado que el nacionalismo “no es un problema catalán, sino de los españoles en Cataluña”, y es por ello por lo que necesitan de “una solución española”. Así pues, el presidente de la ANT aseveró que el perfil de la presidenta de Madrid, “que no tiene pelos en la lengua”, es el idóneo para su “ataque con buen humor al independentismo”, aprobando de ese modo su nombramiento.
Fuster-Fabra aprovechó su intervención para presentar las “leyes de conexión con España”. Entre ellas, destacaron su defensa de la inmersión lingüística en latín y la “ley de memoria histérica”, que busca reivindicar a “ilustres taberneses de la Historia”, tales como "Nelson Mandela, Madame Curie y Wiston Churchill".
Miquel Giménez, el ministro tabernés de Cultura, presentó las llamadas “pastillas gallina vieja”, diluibles en agua. Unas píldoras que permitirán a quienes las usen “sacar cinco carreras”, por lo que “no les hará falta falsificar másters”. Giménez hizo hincapié para los despistados en que no le confundieran con Miquel Iceta, pese a ser ambos "calvos, catalanes y ministros de Cultura".
Las risas fueron una constante a lo largo de todo el acto. "Tabarnia tiene humor, no como el separatismo y cualquier otra dictadura", remarcaron los taberneses.
Nuevos embajadores
Con la nueva presidenta de Tabarnia presente, los miembros del gobierno pudieron dar paso al nombramiento de los primeros embajadores del territorio en “México, Miami y Madrid”. Los elegidos fueron la actriz Mónica Pont; el músico Alejandro Abad, el presentador Javier Cárdenas, el torero José Ortega Cano y los integrantes del Dúo Dinámico, Ramón Arcusa y Manuel de la Calva. Este último no pudo asistir al evento por motivos de salud. Todos recibieron una banda de color amarillo que lucieron con gusto tras su condecoración.
Cada uno de los nuevos embajadores dedicó unas palabras a los asistentes, ya fueran de agradecimiento o de reivindicación. Mónica Pont expresó su orgullo por poder decir en México, donde vive actualmente, que era "española, nacida en Barcelona". Lo sostuvo Arcusa, quien reside en Miami.
Cuando le llegó el turno a Alejandro Abad, el nuevo embajador se deshizo en elogios hacia la presidenta madrileña. Afirmó que "es maravillosa, una pasada". Abad acaba de mudarse a Pozuelo de Alarcón desde Barcelona. Aprovechó la situación y bromeó con Ayuso, agradeciendo que le hubiera “bajado los impuestos”.
El último de los embajadores en recoger su banda fue José Ortega Cano. El torero fue escogido por "su valentía y ganas de seguir adelante contra viento y marea". Ortega Cano agradeció el honor de su nombramiento. Fue el único del grupo que leyó un discurso sobre el escenario. Elogió a la nueva presidenta de Tabarnia por ser una mujer "todoterreno, aficionada a las fiestas taurinas", a la par que "entrañable".
Isabel, “la castiza”
Tras el nombramiento de Ayuso todos se subieron al escenario. Sobre las tablas los homenajeados se unieron para la presentación del himno de Tabarnia, momento culminante del evento.
Alejandro Abad se situó al frente de la formación, conformada por los embajadores, los representantes taberneses y la propia Díaz Ayuso. Sonó "Que la detengan", la versión original de David Civera, aunque algo maquillada para la ocasión. En cuestión de segundos el himno tabernés puso a todos los asistentes en pie.
“Que la detengan / Que no a la independencia / Somos la resistencia / No nos rendiremos jamás / Que la detengan / Que vuelva la alegría / La unión, un nuevo día / Y la prosperidad”, dice el estribillo.
Abad y su pareja realizaban la coreografía de la popular canción, al tiempo que animaban a los embajadores, Ayuso y Ortega Cano incluidos, a unirse a ellos en el baile. Todos brindarían después entre cañas tabernarias y butifarras no separatistas.
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