El PSOE ha iniciado su carrera hacia las primarias para las autonómicas y municipales de 2023 de una forma más abrupta de lo esperado. Este sábado, en la reunión que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantuvo con los barones del partido en Zaragoza se intentó transmitir por todos los costados un mensaje de unidad frente a los próximos retos electorales. Sin embargo, parece que ha durado poco.
Según ya adelantó EL ESPAÑOL, diferentes voces del partido mostraron su preocupación este fin de semana por el hecho de que el desgaste que pueda tener Sánchez acabe arrastrando la marca electoral de todo el partido. Uno de los más críticos al respecto, que no ha tenido problema en mostrar sus opiniones en público, ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha arremetido contra la estrategia de alianzas en el Congreso que está llevando a cabo el PSOE, en referencia clara a Unidas Podemos y al resto de socios minoritarios.
La ministra de Educación y portavoz nacional del partido, Pilar Alegría, ha subrayado en una rueda de prensa celebrada este lunes que "la imagen de unidad fue clara este fin de semana y estaban presentes todos [los barones]".
Sin embargo, fuentes de Ferraz han reconocido que las palabras y la actitud de Page han sentado mal en el seno de la fomración. Le acusan de estar llevando a cabo una "guerra en solitario" y, curiosamente, lo dicen por el mismo motivo que Page: por las siglas. Aseguran que en la mayoría de los lugares -excepto en los pueblos pequeños donde la gente conoce de tú a tú a los candidatos- la gente vota a la marca y que esa imagen sale perjudicada tras actitudes como las que se están viendo los útimos días.
Reconocen que todo está abierto a debate, pero que lo que se acuerda es lo que debe prevalecer. En esa dirección ha querido responder este lunes Page cuando en una rueda de pensa ha asegurado que el sábado él sólo habló 22 segundos.