La inteligencia española está cada vez más pendiente de los agentes de otros servicios secretos que pretenden infiltrarse en importantes organismos de nuestro país.
En algunos de esos intentos, se hacen pasar por ciudadanos normales que solicitan la nacionalidad española con intención de asentarse definitivamente en territorio nacional. Una petición que, en muchos casos, la Justicia les deniega gracias a informes del CNI que demuestran que, en realidad, son espías al servicio de otros países.
Una reciente sentencia de la Audiencia Nacional demuestra cómo potencias como Marruecos siguen este método tratando de camuflar en España a los representantes de su espionaje. En ella denegaban la nacionalidad española a un miembro del consulado de Marruecos en Madrid gracias a un informe del Centro Nacional de Inteligencia. Un documento que demostraba que, en realidad, aquel tipo era un agente de los servicios secretos marroquíes.
Según la resolución, hecha pública hace unas semanas, la Audiencia determinaba que no procedía otorgarle la nacionalidad por motivos "de orden público o interés nacional": "Teniéndose constancia de su estrecha colaboración, desde su llegada en el año 2016 al consulado de Marruecos en Madrid como agente local, con el actual jefe de los Servicios de Inteligencia marroquíes en España".
El documento que recoge la decisión habla de un agente cuyo nombre se anonimiza con el seudónimo de Don Gabriel. La sentencia no se basaba en simples conjeturas. El informe recogía datos de calado aportados por el CNI para demostrar que el marroquí era espía a sueldo de la monarquía alauí.
Ya en el año 2011, el Centro Nacional de Inteligencia advirtió que tenían a Don Gabriel en su punto de mira. "Años después, el CNI pone en conocimiento que sigue manteniendo estrechos vínculos con su país de origen y colaborando con sus Servicios de Inteligencia. Todo ello permite sostener de manera fundada que ha desarrollado actividades que merecen un juicio desfavorable desde la perspectiva del cumplimiento del orden público o interés nacional", detalla la sentencia.
La Sala considera que el informe reservado que le proporcionó el CNI es "suficientemente expresivo". Y que, ya antes de residir en Madrid, "el demandante viene prestando servicios en el Consulado de Marruecos en Sevilla, ya como intérprete, ya como funcionario", algo que "evidencia la estrecha vinculación del interesado con su país de origen, confirmando lo informado por el CNI".
Injerencias marroquíes
No es la primera ni la última de las injerencias marroquíes que se detectan en territorio nacional. En los últimos años, otros ciudadanos de ese país han visto cómo las autoridades españolas denegaban su solicitud a la hora de concederles la doble nacionalidad. El motivo: los informes secretos del CNI que revelaban su conexión con el espionaje marroquí.
Uno de los más recientes está fechado en el año 2020. En aquel entonces la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional tomaba la misma decisión con un empresario de Marruecos asentado en Canarias. En el Centro de Documentación Judicial (CENDOJ) figuran al menos otras cuatro sentencias públicas en este mismo sentido.
El descubrimiento de las infiltraciones marroquíes en España llama la atención tras el reciente escándalo de espionaje a través del software espía Pegasus, ya que muchos representantes de la inteligencia estatal piensan que estarían sus homólogos al servicio de Mohamed VI.
Pese a todo, en los últimos tiempos las aguas han vuelto a su cauce con Rabat. La imagen de reconciliación de las cabezas visibles de ambos servicios secretos fue la confirmación. Y eso que todavía no se ha logrado aclarar quién fue el responsable de los pinchazos telefónicos con Pegasus al presidente del Gobierno y a varios de sus ministros.
Espías extranjeros
No es la primera vez que se alerta de que España se ha convertido en un lugar propicio para los espías de otras potencias. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) lleva años advirtiendo de que esta tendencia continúa incrementándose.
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, el CNI alertaba hace unos meses del aumento que había detectado en 2021 en cuanto a las actividades de los servicios de inteligencia extranjeros en nuestro país. "El actual escenario internacional hace prever que se mantenga esta trayectoria al alza. Los intereses de los SI [Servicios de Inteligencia] en España están centrados en los ámbitos políticos, financiero, energético, tecnológico, aeroespacial, así como de seguridad y defensa".
Los detalles se apuntaban en el último Informe Anual de Seguridad Nacional. Según las pesquisas y averiguaciones realizadas por los servicios secretos, a las acciones de los espías extranjeros habría que sumar "las de los agentes itinerantes que utilizan España para ejecutar actividades que incluyen la captación y explotación de fuentes".
Estos últimos también acuden a nuestro país con el fin de "obtener financiación para sus Gobiernos a través de medios ilegales o fraudulentos".
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