La renuncia de Carlos Lesmes como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial ha dado lugar a una crisis institucional inédita que obligará al órgano de gobierno de los jueces a moverse en un terreno inexplorado: cómo funcionar sin tener un presidente.
Salvo ocasiones muy puntuales (por ejemplo, la su propia sesión constitutiva, que preside el vocal más antiguo), el CGPJ siempre ha tenido al frente a un presidente que, además de la representación institucional, ostenta funciones directivas en cuanto a la coordinación de los órganos del Consejo y la planificación de su actividad. El presidente también realiza una labor esencial en la búsqueda de acuerdos y evitación de enfrentamientos y conflictos.
En casos como el de Lesmes o el de Pascual Sala, con talantes presidencialistas, nada importante se ha movido en el CGPJ sin que ellos lo controlen. Otros presidentes como Javier Delgado o Francisco Hernando descansaron más en la colegialidad del órgano.
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Pero siempre, de una forma u otra, alguien llevaba la batuta. La situación que se crea con la marcha de Lesmes es singular porque el CGPJ, maniatado por la ley que le impide hacer nombramientos discrecionales mientras esté en prórroga de mandato, no puede elegir a un nuevo presidente.
La situación es, así, muy distinta a la que se produjo en junio de 2013 cuando dimitió Carlos Dívar. Fue sustituido al frente del Consejo por Fernando de Rosa, entonces vicepresidente del CGPJ, y por Juan Antonio Xiol en la presidencia del Supremo, por ser el presidente de Sala más antiguo del alto tribunal. Un mes después, el CGPJ eligió como presidente del TS y del Consejo a Gonzalo Moliner.
La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial llevada a cabo en 2013 introdujo cambios sustanciales, como la desaparición de la figura del vicepresidente del Consejo y la creación de una Vicepresidencia única para el TS y para el CGPJ. Pero este cargo está también vacante tras la jubilación de Ángel Juanes en octubre de 2019. Desde entonces lo viene ostentando el presidente de Sala más veterano.
La pretensión de Lesmes de que ocupe su sillón, tanto en el Tribunal Supremo como en el CGPJ, el presidente de Sala más antiguo —en este caso Francisco Marín, que preside la Sala Civil y es el actual vicepresidente interino del TS— ha chocado con la opinión contraria de muchos vocales.
El papel del sustituto
Varios consejeros consideran que la sustitución del presidente en el CGPJ debe recaer en el vocal más antiguo, Rafael Mozo, propuesto por el PSOE.
A él se ha dirigido este lunes el sector mayoritario para empezar a negociar qué papel tendría que desempeñar y, sobre todo, cuáles serían los límites en el supuesto de que finalmente le dieran su apoyo.
A los vocales propuestos por el PP les preocupa la política de comunicación y la gestión del personal, entre otras cuestiones, y quieren negociar con el grupo minoritario cómo debería desenvolverse Mozo en caso de que finalmente asuma las tareas de sustitución del presidente.
Para el sector mayoritario, Mozo no sería un presidente interino del CGPJ, sino el vocal que asume las funciones de presidente en ausencia de éste. De esta forma, no habría necesidad de introducir cambios en la actual composición de la Comisión Permanente.
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La sustitución de Lesmes ha sido abordada este lunes en una reunión interna del grupo minoritario. A excepción de Mar Cabrejas, que cree que Marín debe ponerse al frente del CGPJ, los otros siete vocales de este sector quieren que sea el Pleno el que debata el asunto y dé su apoyo a Mozo.
Por ello, Álvaro Cuesta, Concepción Sáez, Pilar Sepúlveda, Enrique Lucas, Clara Martínez de Careaga, Roser Bach y el propio Mozo han pedido que en el Pleno que se celebrará el jueves se incluya un punto en el orden del día sobre “valoración —y, en su caso, decisiones que legalmente procedan— tras el cese del presidente del Consejo General del Poder Judicial”.
Por su parte, Marín está a la expectativa y ha trasmitido que no tiene ninguna intención de imponer su presencia en el CGPJ salvo que sea llamado por el propio Consejo para sustituir al presidente. Sí suplirá a Lesmes en el Tribunal Supremo en cuanto sea efectiva la renuncia, tras su publicación en el BOE previsiblemente este mismo jueves.
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