La Guardia Civil reconoció este lunes a los diputados de la Comisión de Interior en Melilla que el pasado 24 de junio abrieron la puerta de la frontera con Marruecos y dejaron pasar a los gendarmes marroquíes, y que estos se llevaron a más de 400 inmigrantes de vuelta a su territorio.
Según admiten a EL ESPAÑOL fuentes del Instituto Armado y fuentes parlamentarias presentes en la visita, los agentes marroquíes fueron requeridos por los guardias para ayudarles a contener a las 2.000 personas que aquella mañana trataban de acceder a España. Y en esa colaboración se produjo lo que en términos de gestión de fronteras se denomina "devolución en caliente".
Durante toda la mañana, los representantes de los distintos partidos políticos pudieron escuchar de boca de los agentes y del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla cómo se desarrollaron los acontecimientos aquella fatídica jornada en la que al menos fallecieron 24 personas, la mayor tragedia que se recuerda en el vallado fronterizo.
Las cifras ofrecidas a los representantes políticos guardan una gran similitud con las conclusiones del informe elaborado por el Defensor del Pueblo, en el que se afirmaba que Interior "efectuó un rechazo en frontera de 470 personas sin contemplarse las previsiones legales tanto nacionales como internacionales".
Ese día había tan solo un cabo y cinco guardias en el momento en que la muchedumbre bajó del monte Gurugú sin ningún tipo de oposición. Los inmigrantes pudieron avanzar sin que nadie les retuviera hasta llegar al vallado en las inmediaciones del llamado Barrio Chino. Ninguna alerta llegó a la comandancia desde la Policía marroquí.
Al iniciar la escalada a la valla, a los agentes no les quedó más remedio que replegarse, dar el aviso y esperar refuerzo. La Guardia Civil pidió auxilio y colaboración a Marruecos. Cuando llegaron los gendarmes, los guardias abrieron el candado de una de las puertas y entonces pudieron acceder a territorio español.
"Todo legal"
Este extremo ha sido negado en varias ocasiones por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El pasado 29 de junio, cinco días después de la tragedia, el ministro negaba en sede parlamentaria que agentes de la gendarmería marroquí hubieran actuado en suelo español.
El encargado de interpelarle sobre este particular fue el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu."Da por hechos probados que gendarmes marroquíes entraron en territorio español. Falsedades de este tipo, salvo existencia de prueba, le sugiero que no las repita", dijo Marlaska.
El pasado 21 de septiembre reiteró en el Congreso de los Diputados que los hechos del 24-J ocurrieron "principalmente" en Marruecos, y sólo de "manera muy tangencial en España". Interior viene asegurando desde el inicio de la crisis que todos los rechazos en frontera se produjeron "en el perímetro fronterizo entre Melilla y Nador", y que se realizaron "dentro de la más estricta legalidad".
Los diputados analizaron este lunes cómo se inició la avalancha y tuvieron acceso a imágenes aéreas de los hechos. En los vídeos que les mostraron, los inmigrantes que escalaban el perímetro se precipitaron unos encima de los otros justo antes de los tornos que dan acceso a la parte española. La frontera cuenta con tres puertas y esos tornos de separación obligan a un acceso individualizado. En ese espacio intermedio quedó atrapada la multitud.
Las fuentes consultadas niegan que en las imágenes que se les exhibieron apareciesen cadáveres en suelo español. Los que fueron sepultados por otros compañeros o los que se quedaron acorralados en medio del vallado tomaron la decisión en ese momento de tirarse al suelo y permanecer tumbados.
Son las instantáneas y los vídeos que trascendieron ese mismo día, que publicó EL ESPAÑOL y en las que se aprecia una gran multitud tendida sobre el asfalto, sin que se pueda distinguir ni cuántos ni quiénes salieron ilesos, quiénes están heridos o quienes yacen sin vida en el espacio fronterizo.
Repliegue
Los guardias civiles ya no se encontraban ahí porque se replegaron minutos antes, superados claramente en número por la falta de recursos.
Quienes protagonizaron la invasión masiva sabían que a primera hora de la mañana la protección policial en torno a la alambrada es menor. Los turnos se fortalecen por la noche con unidades de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS), un destacamento de élite dentro de la Guardia Civil.
Personas presentes en la visita de este lunes Melilla aseguran que, al mostrarles las imágenes del salto, los agentes querían que los diputados se pudieran hacer a la idea de las condiciones en las que trabajan y lo que supone la acometida de 2.000 personas de forma simultánea.
[Marlaska expulsó a 470 inmigrantes de forma ilegal en Melilla, según el Defensor del Pueblo]
Según relataron los guardias a los diputados, se vieron tan desbordados que tuvieron que emplear medios disuasorios y material antidisturbios: 65 pelotas de goma, 270 salvas, 28 botes de humo, 86 botes de gases lacrimógenos y 41 aerosoles con gas pimienta. Ese fue el total del material empleado aquella jornada.
Los diputados no pudieron saber qué fue exactamente lo que ocurrió en el lado de Marruecos. Tampoco por qué no se les alertó de la llegada de los inmigrantes ni por qué no se les retuvo en la montaña, como se hace en muchas otras ocasiones.
Tampoco saben por qué en Melilla hay prácticamente los mismos guardias civiles que hace cinco años (599) con una presión migratoria mucho mayor ahora.
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