Moncloa contaba al menos con cuatro informes que pedían reforzar el control en la valla de Melilla meses antes de la tragedia del pasado 24 de junio. En ellos se alertaba del aumento de la presión migratoria, y también de las "graves deficiencias" en las infraestructuras de las ciudades autónomas para controlar los saltos masivos de los inmigrantes.
Sin embargo, los efectivos policiales permanentes con los que cuenta la frontera tan solo han aumentado en cinco personas en los últimos años, pasando de 594 a 599. Y solo tras el salto del pasado mes de marzo de 2.000 inmigrantes en Melilla se inició el procedimiento para contratar mejoras en los sistemas de seguridad.
Tres de los cuatro informes, que ha podido consultar EL ESPAÑOL, fueron elaborados por el Departamento de Seguridad Nacional, el órgano que asesora al presidente del Gobierno en esta materia.
Estos documentos se confeccionaron teniendo en cuenta datos y estadísticas del año 2021, que ya apuntaban un incremento de la problemática y sugerían la necesidad de introducir mejoras en la seguridad.
Primer informe
Uno de estos informes es la Estrategia de Seguridad Nacional 2021. En él se auguraba un aumento del fenómeno migratorio en los próximos años tanto en Ceuta como en Melilla, única frontera terrestre que Europa tiene con el continente africano.
Ante la carencia de recursos en ambas ciudades autónomas, el documento instaba al Gobierno "a elaborar un Plan Integral de Seguridad para Ceuta y Melilla" en situaciones de crisis. Nada se ha hecho desde entonces a este respecto.
Segundo informe
El segundo de los documentos en manos d el Gobierno señala las "graves deficiencias" en el paso fronterizo de Beni-Enzar (Melilla), cerca de donde ocurrió la tragedia del 24 de junio, que ha puesto en jaque al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
[Marlaska expulsó a 470 inmigrantes de forma ilegal en Melilla, según el Defensor del Pueblo]
El informe está fechado el pasado 25 de abril y es la memoria justificativa de un contrato del Ministerio del Interior en el que se exige de forma urgente blindar ese punto crítico de la frontera: "Los medios utilizados en esta área no son suficientes y deben ser reforzados".
Ese contrato solo fue publicado después del salto masivo que se produjo el pasado mes de marzo. Lo que se vivió entonces fue una réplica de intentos anteriores, y en un número similar al que se produciría varios meses después. En esta ocasión muchos de los inmigrantes lograron su objetivo porque accedieron a través del único tramo del vallado desprotegido. La parte superior carecía de elementos disuasorios porque las obras de Interior llevaban un año paradas.
Hasta el 17 de octubre el proyecto no fue adjudicado, unos días después de que se conociera el informe del Defensor del Pueblo en el que se determina que Marlaska expulsó a 470 inmigrantes de forma ilegal el día de la tragedia en Melilla.
Tercer informe
El tercer expediente es el Informe Anual de Seguridad Nacional 2021, en el que todos los organismos dedicados a la Seguridad del Estado hacen un balance sobre el ejercicio en cuestión y se marcan retos de cara al curso siguiente.
En él, se hacía referencia al "importante incremento en la presión migratoria en España desde el inicio de la pandemia en comparación con el año 2019". En sus páginas advierte al Gobierno de que la renovación de la seguridad fronteriza es "uno de los retos más importantes".
"Renovando y desarrollando los medios materiales y tecnológicos existentes para la vigilancia marítima y de fronteras, especialmente en aquellas zonas con mayor presión migratoria, como puede ser Ceuta o Melilla", reza el informe.
Cuarto documento
Tres años antes de la catástrofe en Melilla, el Gobierno prometía la "modernización y refuerzo de las infraestructuras de seguridad de la frontera", tanto en Ceuta como en Melilla. Lo hacía en un cuarto documento, el Informe Anual de Seguridad Nacional 2019. Todas las alertas estaban sobre la mesa del Gobierno desde hacía tiempo para tratar de evitar una tragedia como la ocurrida.
Junto a los documentos oficiales, las denuncias de los agentes de la Guardia Civil han sido constantes a lo largo de los últimos años. "Debido a la falta de personal y de medios no podemos repeler los asaltos", señala Pedro Carmona, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). "Se lo hemos demandado al ministro con carácter de urgencia y hace caso omiso. Continúan sin llegar medios y la última oferta de vacantes para Melilla fue cero".
En el momento de producirse el asalto multitudinario a la valla de Melilla, había en el perímetro fronterizo solo cinco agentes. La Policía marroquí no realizó una pre alerta de lo que iba a suceder. "Los guardias civiles no pudieron organizarse operativamente en un primer momento", continúa Carmona.
A juicio de esta asociación, los agentes se encuentran, desde hace años, "desamparados, sin medios ni personal".
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