La bandera del Reino Unido ondeando en el Peñón de Gibraltar.

La bandera del Reino Unido ondeando en el Peñón de Gibraltar. Efe

España EXTERIORES

España confía cerrar ya el acuerdo que regulará la relación de la UE con Gibraltar tras el Brexit

El establecimiento de una "zona de prosperidad compartida" facilitará que los españoles puedan seguir trabajando en el Peñón.

18 noviembre, 2022 14:41

El Gobierno confía en que "antes de fin de año" quede cerrado el acuerdo que regulará las relaciones entre la Unión Europea y Gibraltar y que facilitará el establecimiento de una "zona de prosperidad compartida".

Tras el Brexit, la línea entre España y Gibraltar pasó a convertirse en una "frontera exterior" de la UE. El acuerdo busca garantizar que los españoles residentes en el Campo de Gibraltar puedan seguir trabajando en el Peñón, y que esta frontera siga facilitando las relaciones entre los dos territorios.

Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL señalan que el acuerdo entre el Gobierno de España y el de Reino Unido por Gibraltar ya está redactado. España ha entregado ya una propuesta en Bruselas y la “zona de prosperidad compartida” entre la colonia británica y el Campo de Gibraltar, tal como la bautizó Madrid tras la salida de Londres de la Unión Europea, ya está definida por ambas partes.

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En este momento, únicamente, falta la "disposición del Gobierno británico y de la Comisión Europea para hacerlo oficial".

Según fuentes del Ejecutivo, se confía en que el acuerdo se pueda anunciar “antes de finales de año”. Los flecos que faltan se limitan a esta última revisión de los textos entre Bruselas y Londres. Como sostiene José Manuel Albares, "hacen falta dos para bailar un tango".

En las negociaciones del Brexit, el entonces Gobierno de Mariano Rajoy dejó claro que cualquier negociación sobre el estatus de Gibraltar debería contar con "la última palabra" de España. Y así quedó reflejado en el acuerdo de salida. Ahora, a pesar de que la Comisión Europea dejó, consecuentemente, en manos de Madrid las negociaciones, la oficialidad de los documentos debe ser refrendada entre las partes, es decir, la UE y Reino Unido.

Los continuos cambios de gobierno en Londres y las sucesivas crisis como la pandemia y la guerra han retrasado unas conversaciones que "siempre han ido por buen camino, con buena disposición de Reino Unido", afirman las fuentes de Exteriores.

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Albares viajó hace escasas fechas a Bruselas para comunicar el resultado de sus trabajos, ya cerrados con el nuevo Ejecutivo de Rishi Sunak, al comisario de Vecindad, Oliver Varhelyi. En aquel encuentro, el ministro español transmitió al representante de Bruselas la satisfacción de haber alcanzado un acuerdo y, tal como confirman las fuentes citadas a este periódico, “España está dispuesta a firmar mañana”.

"Es un texto largo y complejo porque afecta a todos los aspectos de las relaciones con Gibraltar", ha explicado en Bruselas el secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro, en declaraciones recogidas por Europa Press. Aunque todavía queda por delante "mucho que discutir" a nivel técnico, ha aclarado, ello no implica falta de avances para el acuerdo final.

"Ahora se inicia la negociación de las comas y eso llevará un poco de tiempo, pero la propuesta ha sido ya suficientemente explicada y confiamos en que la negociación avance rápido", ha indicado el secretario de Estado para la UE. La próxima ronda de negociaciones está prevista para finales de noviembre, aunque no se ha fijado aún una fecha precisa. 

El modo en que se articulará el equilibrio entre la presencia de Frontex y la tutela de las autoridades españolas en la frontera común es uno de los escollos que siguen abiertos tras una decena de rondas de negociaciones y que las partes buscan cómo resolver.

Este ha sido desde el inicio de las negociaciones uno de los puntos más sensibles para ambas partes, después de que un régimen interino consensuado entre Londres y Madrid tras el Brexit se apuntara la presencia de agentes de Frontex en el control del aeropuerto gibraltareño, una petición de los británicos que verían en la presencia de agentes españoles en esa frontera un ataque a su soberanía.