Hace 4 años y medio, en junio de 2018, Aomar Abdellah Belghazi logró proclamarse campeón de España de kickboxing como representante de la selección canaria en ese deporte. Fue en el pabellón multiusos de Guadalajara. Casi un lustro después, la Policía Nacional lo tiene en busca y captura. Se fugó antes de entrar en la cárcel, a la que fue condenado por violar a una mujer.
Ahora el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional ha lanzado una alerta para localizarlo. El juez le condenó a 9 años de prisión por la agresión sexual.
El aviso internacional fue colgado este jueves en "Los más buscados" de la página web de Europol, un espacio compartido en el que los agentes de las Policías europeas pueden lanzar alertas para que sean difundidas en todo el continente.
Según fuentes de la investigación consultadas por EL ESPAÑOL, este hombre, de nacionalidad española, tiene pendiente la denuncia de otra mujer por hechos similares. En este otro episodio de presunta agresión sexual no se pudo proceder contra él dado que ya había emprendido la fuga cuando comenzó la instrucción del caso.
Aomar Abdellah Belghazi tiene 35 años, mide 1,90, tiene los ojos de color marrón. Para cuando alcanzó la cima de la modalidad lowkick en kickboxing, en su historial ya figuraba la violación que perpetró contra esa joven. Ocurrió en la primavera del año 2015.
Los hechos
Un día de abril de 2015, el agresor fue a pasar la tarde al hipódromo con una joven. Una vez allí, detuvo el coche y dispuso el interior del auto para facilitar el propósito de tener relaciones sexuales.
Aomar le pidió a la chica que se sentara con él en la parte trasera del coche. Le dijo que quería hacer un trío con otra chica, y que ella tenía que hacerlo porque ella era su esclava y él su amo. Ella se negó. Él, en tono amenazante, le ordenó que se quitara la ropa, y ella accedió al ver que el acusado se estaba enfadando.
Una vez se desnudó, la agarró del brazo y la atrajo hacia sí mientras ella se negaba una y otra vez. Aomar no le hizo caso. Pese a su negativa a mantener relaciones sexuales, la forzó introduciéndole los dedos en sus genitales. Al mismo tiempo, la insultaba, llamándola "sucia zorra".
Luego se subió encima de la víctima, le agarró del pelo, le dio puñetazos en el muslo, le apretó los senos mientras ella forcejeaba, lloraba y suplicaba que la dejara marchar.
[Un preso por maltrato se fuga saltando el muro de la cárcel de Valladolid en su tercer intento]
Entonces él la agarró del cuello y apretó fuerte, mientras le decía "te voy a violar, llora, puta, te voy a violar". Acto seguido la penetró vaginalmente y luego eyaculó en la boca de la víctima.
La joven sufrió varias lesiones corporales en el rostro, senos y genitales, así como trastorno de estrés postraumático relacionado con los hechos descritos por los que luego el agresor fue condenado.
Ahora, en plena fuga, oculto para no tener que cumplir su condena, los agentes esperan dar con él tras lanzar la alerta a nivel internacional.