Acto de homenaje al etarra Fernández Castañares en Bermeo.

Acto de homenaje al etarra Fernández Castañares en Bermeo. Covite

España ETA

En 2022 ha habido 547 actos callejeros de "apoyo explícito" a ETA, un 139% más que el año anterior

Los 'ongi etorris' se han reducido de forma drástica, pero la izquierda proetarra ha incrementado los homenajes por otras vías.

30 diciembre, 2022 02:27

El número de actos de "apoyo explícito" a ETA en las calles no ha hecho más que aumentar a lo largo de 2022, el año en que el Ministerio del Interior ha consumado el acercamiento de sus terroristas a prisiones del País Vasco.

A lo largo de los últimos 12 meses se han registrado un total de 547 actos callejeros de apoyo a la banda, un 139% más que en 2021, cuando hubo 228. Así queda recogido en el informe elaborado por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) a través de su Observatorio de la Radicalización, que documenta todos los actos relacionados con el ámbito de proetarra.

Covite también ha constatado que el número de ongi etorris a presos de ETA (los actos de bienvenida en las calles) ha sido en 2022 el más bajo desde que empezaron a denunciar públicamente este tipo de actos, a finales de 2016.

Pero "el culto a ETA a través de otro tipo de actos está lejos de desaparecer", insisten desde el colectivo. Al remitir por el momento los recibimientos públicos a etarras, Covite ha puesto un mayor empeño en documentar otro tipo de actos de apoyo a ETA en la calle.

Según los datos del informe de Covite, 226 de esos episodios son nuevas pintadas y pancartas de ensalzamiento explícito a ETA y a sus presos. Hubo 174 manifestaciones en las que se reclamó la amnistía –que no el acercamiento a cárceles vascas– de los etarras presos. 

También se celebraron 47 fiestas populares celebradas específicamente para enaltecer a ETA u hostigar a la Guardia Civil, como el Ospa eguna en Alsasua o el Gudari eguna.

Covite ha detectado también este año 44 homenajes públicos a etarras muertos y otros 55 los encuadra en la categoría de "otros", entre los que hay acciones como cenas navideñas en la vía pública con fotos de terroristas.

[Interior traslada al País Vasco a los asesinos de Lluch y del matrimonio Jiménez Becerril]

Incremento

El tipo de acto que más ha aumentado con respecto a 2021 ha sido el de las manifestaciones a favor de la amnistía, concretamente un 190% con respecto a 2021, año en que Covite documentó 60. No obstante, también han aumentado el resto de las categorías de actos de apoyo a ETA: en 2022 se detectaron un 43% más de pintadas y pancartas que en 2021, año en que registró 164.

En cuanto a los homenajes a etarras muertos, en 2022 se han producido 44, mientras que en 2021 hubo 25, lo que supone un aumento del 76%. Del total de los actos realizados, 197 han tenido lugar en Vizcaya, 192 en Guipúzcoa, 69 en Navarra, 47 en Álava, 14 en otras provincias –8 en Cataluña, 2 en Madrid, 2 en Castilla y León, 1 en Galicia y 1 en Canarias– y 28 en el sur de Francia.

[La vida "relajada" de Txapote en la cárcel: le visitan representantes del Gobierno vasco]

"Ojalá en 2023 ya no tengamos que documentar ni un solo ongi etorri", dice la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez. Covite ha atribuido precisamente la disminución de los ongi etorris a la "labor constante de documentación y denuncia pública de este tipo de actos humillantes e indignos".

Así, a fuerza de pedagogía, se ha logrado "el rechazo de la mayoría de la sociedad vasca, navarra y española" a esta clase de acciones.

Ordóñez insiste en que los datos recabados para su Observatorio de la Radicalización evidencian que la legitimación pública del terrorismo etarra en las calles del País Vasco y de Navarra "está lejos de desaparecer".

Pese a que los ongi etorris –sin duda los actos más humillantes para las víctimas– se hayan reducido, eso no significa que la izquierda radical haya condenado su pasado de complicidad con ETA. "EH Bildu habrá podido renunciar a realizar más ongi etorris, pero lo ha hecho sin condenarlos y sin haber renunciado a continuar con la transmisión del odio hacia todo aquel que no comparta su pensamiento fanático. Si han dejado de hacerlos, es porque no les ha quedado otro remedio, no porque hayan hecho una reflexión ética al respecto", señala Ordóñez.