El Partido Socialista declara su posicionamiento a favor de terminar con los efectos negativos derivados de la ley del 'sólo sí es sí', para ello defiende retomar las penas anteriores a la ley propuesta por Irene Montero.
Con más de 400 rebajas de condena a agresores sexuales, PSOE y Podemos negocian la posible reforma de la norma. Sin embargo, desde Igualdad siguen pensando que todas las propuestas que les manda Justicia son como "volver al modelo anterior" respecto al consentimiento, lo que consideran que se posiciona en la línea deseada por el Partido Popular.
En el día de hoy la ministra de Igualdad ha participado en un acto de defensa de la Ley en el que ha metido en el mismo saco al PP y a la ministra de Justicia, Pilar Llop. "Nadie ha sido capaz de hacer una propuesta de modificación que no implique volver al modelo anterior", ha asegurado, aunque sin hacer referencia directa a su compañera del Consejo de Ministros.
Según información proporcionada a la Cadena Ser, la proposición de Ley del PSOE defiende retomar la pena estipulada antes de la puesta en marcha la ley de Montero cuando haya violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima.
Si las negociaciones no llegan a un acuerdo los socialistas desearían retomar las condenas que abarcan desde los 1 a los 5 años de prisión para casos de abusos sin penetración y las de 6 a 12 años en los que sí haya. Siempre y cuando en ambos casos haya violencia, intimidación o se anule la voluntad de la víctima.
El medio expone otras tres disposiciones transitorias expuestas por los socialistas. En primer lugar, los jueces y tribunales "aplicarán la disposición más favorable considerada taxativamente y no por el ejercicio del arbitrio judicial". Además, añade que "en las penas privativas de libertad no se considerará más favorable esta Ley cuando la duración de la pena anterior impuesta al hecho con sus circunstancias sea también imponible con arreglo a esta reforma del código".
Según expuso Irene Montero, "estamos dispuestas a reformar la ley y aceptar las condiciones que el socio necesita para salir unidas juntas de esta ofensiva. Sólo hay una cosa en la que no vamos a ceder. No es mi patrimonio, es el derecho que han conquistado las feministas en la calle. El consentimiento no se toca", añadió.
Las palabras de Montero, aunque de mano tendida en apariencia, en realidad demuestran que las negociaciones parecen haber llegado a un punto muerto. Ello a pesar de que Justicia mandó el pasado viernes al mediodía su última propuesta.