La coalición del PSOE y Unidas Podemos vive uno de los peores momentos de la legislatura. La tormenta política les sacude internamente desde hace semanas. La reforma de la ley del sólo sí es sí que quiere emprender el PSOE tras más de 500 agresores sexuales beneficiados por las rebajas de condenas se encuentra ahora con la formación morada enfrente, acusando a sus socios de querer regresar a lo que ellos llaman "el Código Penal de La Manada".
En las últimas jornadas tanto la formación dirigida por Ione Belarra como el Ministerio de Igualdad, con Irene Montero a la cabeza, culpan al PSOE de la falta de acuerdo para reformar la ley. Sus posiciones son completamente antagónicas.
Este domingo, Pablo Echenique, portavoz de la formación, ha lamentado este domingo que "incomprensiblemente" el PSOE no quiera sentarse a negociar la reforma de la ley del 'solo sí es sí', y ha recalcado que su formación lo seguirá intentando porque "esto se soluciona mediante el diálogo".
Echenique defendía el trabajo "discreto" de Podemos. No desean una "guerra pública de propuestas". "Nosotros queremos que en el momento que el Ministerio de Igualdad presente una propuesta sea la propuesta del acuerdo. Y queremos eso para evitar que vayamos a un Pleno en el Congreso, donde el PSOE pueda aprobar el trámite de una ley con los votos de PP y Vox, que vuelve al Código Penal de La Manada".
Decenas de penalistas defienden en las últimas semanas que con la regulación anterior a la ley del 'sólo sí es sí' los delitos sexuales ya se estructuraban en torno al consentimiento. No había una definición expresa de lo que debía considerarse consentimiento válido, pero no por ello resultaban lícitas o no perseguidas las relaciones sexuales no consentidas.
Es lo que defienden en el PSOE, para regresar a la horquilla de penas que ya existía antes de la ley de Irene Montero. A su vez, Félix Bolaños contradecía a Echeniue en una entrevista en el Huffington Post este domingo, al asegurar que están "hablando y dialogando" para tratar de arreglar lo ocurrido.
En los últimos días, la distancia no ha hecho más que agrandarse, primero por las declaraciones de Pilar Llop y luego por las de Irene Montero, acusando también a su colega del Consejo de Ministros de "querer volver al Código Penal de La Manada".
Ahora bien, el problema añadido al que ahora se enfrentan los socios no es sólo atajar cuanto antes el torrente de rebajas penitenciarias, sino que los plazos parlamentarios no hagan coincidir la aprobación de la reforma con el 8-M, Día Internacional de la Mujer, y que las divisiones políticas no agiten también al movimiento feminista. Ya el año pasado hubo dos manifestaciones enfrentadas, evidenciando que la fractura no era sólo cuestión de siglas de partido.
"Recortar derechos"
Sin embargo, la formación morada no cederá en algunos aspectos, y eso está dificultando las negociaciones con sus socios. La portavoz de Unidas Podemos y candidata a la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, tiene claro que si hay algún cambio en la ley de 'sí es sí' este tiene que pasar por un pacto con su formación que es la que garantiza "una mayoría feminista en el Congreso" y que la reforma "mantenga el consentimiento de las mujeres en el centro".
Por eso advierte: "Cualquier partido que se plantee hacer una reforma de una ley en materia de derechos para las mujeres con el Partido Popular o incluso con Vox tiene que asumir que será un recorte de derechos".
En una entrevista con Madrid Total, Jacinto insiste en que está "convencida de que poner en el centro el consentimiento cuando sufrimos una agresión sexual mejora la vida de las mujeres".
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"La ley del solo 'sí es sí' es un avance en las políticas feministas. Se pone el consentimiento en el centro y garantiza que no se nos tenga que interrogar sobre si nos resistimos ante una agresión sexual", denuncia.
"A mí me gusta explicarlo de una forma sencilla. Me he enfrentado a muchos juicios de desahucio con la misma ley en la mano y algunos jueces lo han parado y otros han seguido adelante. Eso nos muestra que ante la misma ley, muchas veces, los jueces interpretan de forma distinta. Y, en este caso, hay más jueces que están interpretando conforme al espíritu de la ley", insiste.
En su caso, no quiere hablar de la expresión "fachas con toga" de la que asegura, "no he escuchado a mis compañeras utilizar esa expresión", y prefiere insistir en que es Unidas Podemos y la mayoría progresista en el Congreso quienes pueden salvar el espíritu de la ley, es decir, mantener el consentimiento en el centro.
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