El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana,  Raquel Sánchez, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. A. Pérez Meca / Europa Press

España

Moncloa forzó el cese de Táboas y Pardo de Vera para proteger a Barbón y Revilla de cara al 28-M

El presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, presentaban su dimisión este lunes. 

21 febrero, 2023 02:26
Alberto D. Prieto Arturo Criado

La crisis de los trenes que no entran por los túneles en Asturias y Cantabria llega a su fin. Tras varias semanas coleando y provocando un fuerte desgaste en términos electorales en ambas comunidades autónomas al Partido Socialista, en Moncloa se llegó a la conclusión de que había que actuar ante la inacción del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). ¿Cómo? Obligando a la ministra Raquel Sánchez a tomar decisiones y que ésta forzara la caída de su número dos, Isabel Pardo de Vera, y del presidente de Renfe, Isaías Táboas. 

El objetivo final era el de proteger al presidente asturiano, el socialista Adrián Barbón, y al cántabro Miguel Ángel Revilla, a quien apoyan en el Gobierno. Todo porque el desgaste social para ambos líderes regionales y para el propio Ejecutivo central es cada vez mayor. Algo que complica, y mucho, las expectativas electorales de cara al próximo 28-M, cuando se celebran comiciones autonómicos y municipales. 

Según explican fuentes conocedoras, la situación era ya irrespirable. Era evidente que había que tomar medidas políticas pues los ceses que se habían producido hasta ahora eran insuficientes. Dos mandos intermedios de Renfe y Adif, uno al borde de la jubilación, que se consideraron un brindis al sol. Sin embargo, fuentes conocedoras justifican esa demora en la necesidad de conocer bien los hechos, analizar lo ocurrido y decidir quiénes debían tomar responsabilidades políticas. 

[Renfe y Adif cesan a los responsables de los fallos en los trenes de Asturias y Cantabria]

Las mismas fuentes explican que durante este espacio de tiempo fueron muchas las personas que presentaron su dimisión y no fue aceptada por Raquel Sánchez, que prefirió esperar a conocer lo sucedido. 

Al final, y tras varios días de negociaciones entre Raquel Sánchez y el equipo de Moncloa, se decidió dar el paso. Se barajaron varias opciones: cesar a la número dos del ministerio, cesar al presidente de Renfe o cesar a los dos. Todo en función de lo que la ministra decidiera. Si no lo hacía, explican las fuentes consultadas, la propia Raquel Sánchez podría haber tenido que asumir responsabilidades en una próxima crisis de Gobierno. 

¿El momento para hacerlo? Este mismo lunes. La ministra tenía una reunión con Barbón y Revilla para explicarles las medidas que el Gobierno iba a adoptar para paliar los problemas causados entre Renfe y Adif. Así que la fecha era la indicada para proceder al relevo y 'ofrecer en bandeja' dos cabezas con responsabilidad que calmaran la ira de Barbón y Revilla. 

De hecho, las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia explican que fue este mismo lunes por la mañana cuando se comunicó a Pardo de Vera y a Táboas que ya no contaban con la confianza del Gobierno. Una comunicación que llevaba implícita en términos políticos la necesidad de presentar la dimisión (para evitar forzar el cese). 

De hecho, y según ha podido saber este diario, es la razón principal que se esgrime en la carta de renuncia de la que hasta ahora ha sido la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

La carta 

En ella explica que siempre había sostenido que estaría en primera línea mientras contara con el respaldo de la titular del departamento y del Gobierno. Dado que esa situación ya no se produce, señala el documento, prefiere dejar el cargo y que sea otra persona la que se ponga al frente de todos los retos que tiene por delante el Mitma.

El elegido para esa tarea es alguien que conoce bien el Ministerio: David Lucas, hasta ahora secretario general de vivienda. Para Renfe, en cambio, se recupera a Raül Blanco, que hasta el mes de diciembre fue secretario general de Industria y que fue defenestrado por los errores cometidos con el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado

Fuentes conocedoras explican a este diario que Blanco es una persona de la total confianza de la ministra. Ambos proceden del PSC, al igual que Táboas, por lo que la cuota catalana permanece inalterada. 

Con estos ceses en Moncloa confían en que se cierre la crisis política en Asturias y Cantabria. Además, se ha preparado también una contundente respuesta en materia de ayudas y reposición por los daños provocados. 

Reunión con las CCAA

Durante la reunión mantenida entre Raquel Sánchez, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, se acordó que los usuarios de los ferrocarriles de vía estrecha en ambas regiones no paguen nada hasta que lleguen los nuevos convoyes.

Además, se amplía el número de trenes contratados. Pasan de 27 a 38 (el máximo permitido por el contrato firmado con CAF), de los que 21 irán a Asturias y 17 a Cantabria. Por último, existe el compromiso de que en los próximos años se renovará el 100% de la flota de la vía estrecha, y el nombramiento de un Comisionado que haga un seguimiento del acuerdo alcanzado. 

El escándalo saltaba hace poco menos de un mes cuando se conocía que Renfe había licitado 31 trenes de vía estrecha con CAF en 2019 que no cabían por los túneles. Una licitación para la que se empleó una declaración sobre la red de ADIF en la que aparecían unos gálibos que fueron empleados para los requerimientos técnicos.

Sin embargo, esas medidas no eran correctas por lo que, cuando llegó el momento de hacer el prototipo del tren, se dieron cuenta del error. Sin embargo, sobre esta versión hay numerosos claroscuros. 

Presidenta de Adif

En 2019 la presidenta de Adif era Pardo de Vera, y ya en aquel momento se enviaron al fabricante distintas alertas por parte de la Agencia de Seguridad Ferroviaria (AESF) y el propio gestor de infraestructuras alertando de que las medidas licitadas eran erróneas. Sin embargo, como ha publicado este diario, las advertencias no fueron escuchadas por Renfe. 

El tiempo ha pasado hasta el momento en el que todo ha saltado por los aires. Nadie había dicho nada, y eso es algo que Revilla criticaba este lunes en sede ministerial. "Es una chapuza, y que ningún cargo del Ministerio haya dicho nada durante dos años es de una gran deslealtad", decía. 

Las dimisiones políticas están. El acuerdo para intentar acelerar al máximo la llegada de los trenes a Asturias y Cantabria también está. Ahora habrá que ver si se cumplen los plazos y si estos remiendos sirven para frenar el desgaste social al Partido Socialista.