Bildu canta victoria: los presos de ETA acercados eligen celda y empleo, y 30 ya gozan de semilibertad
El Gobierno de Sánchez pone fin a la política de dispersión, iniciada en 1989, al acercar a los últimos reclusos etarras al País Vasco.
25 marzo, 2023 02:40La izquierda abertzale está de celebración. "Este 24 de marzo de 2023 es un día de alegría. Hemos recibido, por fin, una noticia deseada", tuiteaba este viernes el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi. "Ha llegado por fin la noticia que tanto estábamos esperando todxs (...). Ahora, a seguir trabajando hasta que los presos refugiados y deportados estén en casa", animaba, en un tono similar, la plataforma Sare.
La noticia deseada no es otra que el anuncio del Ministerio del Interior del traslado a cárceles del País Vasco de los últimos cinco presos de ETA que todavía estaban internos en prisiones fuera Euskadi. Esta decisión pone el broche a la política de acercamiento iniciada por el Gobierno de Pedro Sánchez en 2018, desde que necesita a EH Bildu para cuadrar la aritmética en el Congreso de los Diputados.
Ahora, hay 164 presos de ETA cumpliendo condena en las tres cárceles de País Vasco que, desde la transferencia de competencias producida en octubre de 2021, dependen exclusivamente del Gobierno autonómico. En esos centros, según denuncian diversos funcionarios de prisiones a EL ESPAÑOL, los presos no son tratados como otros cualquiera y gozan de varios beneficios.
Aunque el más llamativo es la facilidad con la que parecen acceder al tercer grado —el régimen de semilibertad que sólo les obliga a dormir en las prisiones—, no es el único. "Unos presos van por un lado y, los demás, por otro. El tratamiento es distinto, todo está organizado para ellos", denuncia un funcionario de prisiones que ha solicitado permanecer en el anonimato.
Según aseguran diversas fuentes, se ha llegado a sacar de las prisiones de País Vasco a presos comunes para dejar hueco a los etarras y, una vez ahí, entran a los módulos más laxos de todos. A veces, incluso, se les deja elegir celda y se intenta que no la tengan que compartir.
Añaden que, además, tienen preferencia a la hora de escoger los trabajos dentro de la prisión y que realizan los más cómodos de todos. Por ejemplo, regentar el economato de las cárceles o dar clases deportivas, frente a otras actividades más desagradables como las tareas de limpieza. Por estas labores, se cobra, se cotiza y ello sirve para facilitar el progreso al tercer grado.
Terceros grados
Según los datos recogidos por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Gobierno de País Vasco ha concedido ya un total de 40 terceros grados a presos de ETA. "Estos cambios de grado se producen muchas veces sin que hayan cumplido realmente las condiciones para que se los concedan", remarca otra fuente penitenciaria.
De hecho, la Fiscalía ha recurrido varios de ellos. Por el momento, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional —que tiene la última palabra sobre estos beneficios a los presos etarras— ha revocado, al menos, nueve de estas semilibertades.
Además, recientemente, en aplicación de la nueva doctrina del Tribunal Supremo (TS), el Juzgado ha devuelto a la prisión de Martutene (San Sebastián) a los etarras Xabier Atristain y Juan Manuel Inziarte.
A ambos el Gobierno vasco les concedió el tercer grado, pero, tal y como fijó el TS, el recurso del Ministerio Fiscal debe tener "efecto suspensivo" sobre su semilibertad. Es decir, tendrán que volver a prisión hasta que su futuro se aclare. Y así ha sucedido en aplicación, por primera vez, de esta nueva doctrina del Supremo.
El caso de Atristain es, de hecho, particular. Fue progresado a tercer grado en julio de 2022 por parte del Gobierno vasco, la Audiencia Nacional le devolvió al segundo —el régimen ordinario, el más común— y ordenó volver a encarcelarle y el Ejecutivo autonómico volvió a concederle la semilibertad, que, por el momento, ha quedado en suspenso.
La política de dispersión de los presos etarras comenzó en 1989, bajo la presidencia del socialista Felipe González. Su objetivo era el de evitar que los miembros de la banda estuvieran reunidos en unas pocas cárceles, cercanas al País Vasco, y que estuviesen en contacto entre sí en los centros penitenciarios.
Con los últimos cinco acercamientos, Gobierno central ha apuntillado esta estrategia. En un comunicado, la AVT ha difundido un cartel, a modo de esquela, que lamenta la "muerte" de la política de dispersión de los presos etarras.
"Falleció el 24 de marzo de 2023, vilmente asesinada por Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska. Su ausencia provoca un dolor inmenso en las víctimas del terrorismo, que han visto culminada la traición, la indecencia y la humillación", reza el texto.
"Este Gobierno está con los terroristas, no con sus víctimas", lamenta la entidad. "Todo este plan de acercar al 100% de los presos de ETA estaba fríamente orquestado y planeado desde hace cinco años", añade, antes de instar a Marlaska a dimitir.
La asociación de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) también ha criticado estos acercamientos. "Marlaska ha concluido su pacto con Bildu. Cuando fue juez, metió a muchos etarras en la cárcel. Ahora, como ministro, concede privilegios a esos mismos etarras a cambio de que su brazo político le mantenga en el cargo", ha señalado a EL ESPAÑOL Daniel Portero, presidente de DyJ.