El currículum del teniente coronel Oliva, ahora investigado: 60 medallas y 20 años apresando narcos
Se le investiga por revelación de secretos y cohecho. Él y su familia tienen escolta desde hace años por las amenazas de los clanes del Estrecho.
13 abril, 2023 02:42El teniente coronel David Oliva Moreno nació y creció en la misma zona que muchos de los narcotraficantes a los que años después apresaría como agente de la Guardia Civil. No ha hecho otra cosa desde que entró hace 20 años en el cuerpo. No en vano, el mando ahora investigado por la Audiencia Nacional lleva dos décadas dedicado en exclusiva a combatir el narcotráfico en la provincia de Cádiz y sus alrededores. Y es, posiblemente, uno de los agentes en activo con más condecoraciones en su uniforme.
Después de tanto tiempo investigando la misma materia, este teniente coronel asumió en 2018 el mando del OCON-SUR, el jefe de facto encargado de luchar contra el narco en el Estrecho. Cuenta en su haber con unos 60 galardones diferentes. También ha experimentado sinsabores como el de esta semana, al conocerse que la Audiencia Nacional le investiga por revelación de secretos y cohecho.
Hay otros dos mandos investigados junto a él por los mismos delitos. Por el momento, el juez Alejandro Abascal no ha considerado oportuno su ingreso en prisión, y ha acordado la libertad de los tres imputados con la medida cautelar de una comparecencia mensual ante el juzgado.
Según fuentes de la Audiencia Nacional, el juez indaga si Oliva presionó a un teniente de Asuntos Internos para que le confirmase si esa misma unidad le estaba investigando por asistir a la fiesta de un conocido narco de la zona. A cambio, Oliva le habría prometido que le llevaría de Asuntos Internos a su unidad antidroga.
Asuntos Internos nunca llegó a investigar al jefe del OCON-SUR por su relación o sus reuniones con los delincuentes locales. Su red de contactos tejida durante décadas resultaba muy beneficiosa y productiva en las investigaciones que comandaba en la lucha contra el tráfico de hachís.
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Eso era algo sabido y muy valioso en el seno del Instituto Armado, donde todas las relaciones y reuniones con las fuentes están documentadas en ficheros internos secretos. Algo que Oliva, explican fuentes próximas al mando, cumplía escrupulosamente.
Lo que indaga la Justicia ahora es si el teniente coronel presionó al subordinado para conocer si Asuntos Internos le estaba vigilando, lo que constituiría un presunto delito de cohecho.
"Se la tienen jurada"
Oliva Moreno era hasta el pasado mes de septiembre el jefe del Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía (OCON-Sur), una unidad de élite compuesta por 150 agentes de la Guardia Civil en comisión de servicio, disponibles las 24 horas y los siete días de la semana en la lucha contra el narco en Andalucía.
A principios de 2018, los clanes del Estrecho habían conseguido tal nivel de impunidad que numerosos agentes del orden empezaban a hablar de La Línea de la Concepción como "la pequeña Medellín". En aquel momento, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad alertaban de cómo los narcos en la zona operaban ya usando la misma estructura piramidal de los cárteles mexicanos y colombianos.
Ante esta preocupante situación, la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior activó en aquel entonces una estrategia: el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar. El OCON-SUR era una pieza fundamental de ese plan. Y junto a la Policía Nacional, los resultados de su trabajo han sido inapelables.
Oliva Moreno es hijo de guardia civil. Empezó en el puesto de Barbate. Ingresó en el cuerpo trabajado casi siempre en Cádiz en calidad de policía judicial, centrado en investigaciones sobre el narco.
Tantos años después de comenzar, su amplísima red de fuentes de información y el éxito en las operaciones que había llevado a cabo propició que fuera escogido para comandar ese organismo promovido por el ministro Fernando Grande-Marlaska para evitar que los grandes clanes dedicados al tráfico de hachís campasen a sus anchas en la región.
Su trabajo le ha reportado reconocimientos, pero también consecuencias negativas. "Muchos se la tienen jurada", apuntan mandos consultados por EL ESPAÑOL que han trabajado con él. A muchos de los delincuentes de Cádiz y sus inmediaciones los había detenido cuatro o cinco veces. Eran maleantes recurrentes, rostros muy conocidos en las comandancias.
Escolta y amenazas
Por su trabajo, había sido amenazado en varias ocasiones por los principales capos del narcotráfico del Estrecho. Hace años que tanto él como su familia contaban con escolta. Concretamente, le protegen efectivos del Grupo de Acción Rápida (GAR) del Instituto Armado. Son los agentes de élite especializados en su momento en la lucha antiterrorista en el País Vasco.
En su etapa al mando del OCON-SUR cambiaba de coche cada pocos meses. Lo hacía por motivos de seguridad. No quería que las contravigilancias que los narcos y sus secuaces realizaban en Algeciras y otras ciudades gaditanas supusieran peligro alguno para los suyos. En no pocas ocasiones, los delincuentes le localizaban conduciendo por las calles de alguna ciudad de la provincia y compartían entre ellos la foto de su vehículo. Por eso cada cierto tiempo tenía que emplear un nuevo automóvil.
Sus compañeros aseguran a EL ESPAÑOL que es un tipo infatigable, con mucha calle a sus espaldas. Un jefe entregado y exigente. Humilde, siempre el primero en todo, dando ejemplo a sus subordinados. A veces llegaba un domingo a trabajar y no paraba con los suyos hasta el domingo siguiente, en vigilancias continuas, si era necesario, si tenían una operación importante entre manos. También por eso las dietas eran tan elevadas en esta unidad en comisión de servicios a la que los agentes acudían por voluntad propia, en la que los efectivos podían trabajar durante semanas sin descansar.
Casi un lustro después de la fundación de OCON-SUR, los principales cabecillas de las redes de narcotráfico de la zona están encarcelados, al igual que sus lugartenientes. Gracias al trabajo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, se logró la desarticulación del clan de Los Castañas, cuyos cabecillas, Antonio Tejón y su hermano Isco, eran considerados por las autoridades españolas y europeas como los mayores traficantes de hachís de toda Europa.
Una vez fueron desmanteladas las principales organizaciones, se pusieron en marcha las operaciones contra el blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico, de la mano de la Fiscalía Antidroga.
Precisamente, este martes daba comienzo el juicio contra la organización de Los Castañas, en el proceso penal contra la mayor red de narcotráfico que se recuerda, con 152 miembros de esa organización sentados en el banquillo, acusados de delitos que suman 1.787 años de prisión. A juicio, su responsabilidad a la hora de dirigir el tráfico de hachís a nivel masivo a través del Estrecho.
Según las fuentes consultadas en el Instituto Armado, el trabajo conjunto llevado a cabo estos años por Guardia Civil y Policía Nacional en el Campo de Gibraltar, la bahía de Algeciras y el Estrecho logró evitar que esa región se convirtiera en un territorio dirigido y controlado al completo por el narcotráfico. Al estilo de la Colombia de Pablo Escobar.
El pasado mes de septiembre cuando se supo en Interior de esa investigación de Asuntos Internos sobre David Oliva, el desmantelamiento del grupo se aceleró.