El exrapero británico de origen egipcio Abdel-Majed Abdel Bary ha sido hallado muerto en su celda de la prisión donde estaba ingresado, sin que de momento se conozcan las causas de su fallecimiento.
Fuentes penitenciarias han confirmado a Efe este miércoles la muerte del presunto yihadista, que había sido juzgado recientemente en la Audiencia Nacional.
La prisión -las fuentes no han precisado en cuál estaba- ha dado cuenta al juzgado de guardia del fallecimiento, que abrirá una investigación para conocer las causas, al igual que Instituciones Penitenciarias. Antes, se practicará la autopsia al cuerpo.
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El pasado 14 de este mes quedó visto para sentencia el juicio contra el exrapero, alias L. Jinny, quien en 2020 llegó en patera a Almería procedente de Argelia y fue detenido por la Policía por el "riesgo que para la seguridad nacional" que representaba que fuera un retornado de Siria, según dijo el fiscal en sus conclusiones definitivas.
Precisamente, en esa última sesión del juicio el representante del Ministerio Público mantuvo su petición de 9 años de cárcel para el exrapero y de 7 y 8 años para los otros dos acusados con los que fue detenido.
A los tres les acusaba de formar una célula yihadista dedicada a cometer estafas bancarias en internet y a traficar con criptomonedas para "financiar sus actividades terroristas".
El fiscal defendió la actuación policial, puesta en tela de juicio por las defensas, y afirmó que la detención se produjo con carácter de urgencia ante la sospecha de que Abdel Bary fue combatiente del Estado Islámico en Siria.
Interpol avisó a la Policía de la entrada de esas tres personas en España y eso motivó las detenciones, según reconoció el fiscal.
Por su parte, el abogado de Abdel Bary pidió que se decretara la nulidad de las actuaciones por irregularidades en las detenciones y que, en todo caso, se le absolviera porque no se ha probado en ningún momento que liderara una célula terrorista.
En esa sesión, Abdel Bary hizo uso de su derecho a la última palabra para incidir en las mismas ideas que su abogado y alegó que las células terroristas están lideradas por un guía religioso o imán y que él carecía de esa autoridad.