El agente nunca se había olvidado de aquella manifestante que le agarró del cuello y le plantó un beso durante la mañana del 1 de octubre de 2017, la del referéndum ilegal, en Barcelona. Sabía que tenía una cámara delante.
El policía figura junto a otros 45 compañeros como uno de los imputados en el 1-O. Por eso sus abogados, durante los años en los que se ha alargado la instrucción del procedimiento, no han dejado de rastrear las noticias que dieron los medios aquella jornada que pudieran aportar al juez.
Entre las horas y horas grabadas que emitieron en directo prácticamente todas las televisiones, radios y periódicos, los abogados han ido localizando pruebas exculpatorias y también de la violencia que sobre los agentes se ejerció. Todo ese material es uno de los pilares de sus escritos de defensa.
La del beso era una de las imágenes que llevaban tiempo tratando de encontrar. Señalan que sus indagaciones no iban solo dirigidas a encontrar el instante del beso no consentido. Eso sí, el agente en cuestión, insistía en que debía de estar en algún lado. Aunque sabía que era como encontrar una aguja en un pajar.
Al final, la búsqueda ha consistido en un rastreo de grabaciones difundidas en canales y periódicos de todo el mundo.
Nacionales e internacionales
Lo primero fue peinar publicaciones, vídeos y grabaciones de los diarios nacionales. Luego fue el turno de los locales. Finalmente, se centraron en los internacionales.
Según relatan a EL ESPAÑOL los servicios jurídicos del Sindicato Unificado de la Policía (SUP), el mayoritario en el Consejo del Cuerpo, ya en su momento ofrecieron al agente denunciar aunque fuera solo con su testimonio. El SUP es el encargado de representar a este y otros policías en el procedimiento del 1-O.
El agente sabía que con el vídeo la cosa cambiaba, que sería la prueba fundamental, dada la evidencia de los hechos, que le terminaría dando la razón. "Él entendía que sin un soporte documental no se podía hacer", dicen desde el SUP.
Finalmente, hace solo unos días, uno de los abogados dio con la grabación de la cadena Al Jazeera. Los letrados le llamaron para avisarle. Era una grabación de la cadena qatarí Al Jazeera la que captó el momento de la supuesta agresión sexual.
Ya con el vídeo en la mano, el agente sí que ha querido presentar la denuncia en el Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona. La denuncia por un "delito contra la libertad sexual" se escribió la pasada semana. Este lunes 11 de septiembre la presentaron en los tribunales.
Los hechos
Cuando los agentes formaban aquel 1 de octubre ante los manifestantes, una mujer desconocida, que estaba plantada ante él, agarró de la cabeza al agente. Acto seguido, sin mediar palabra, pero mirándole a los ojos, le propinó "un beso en la boca de forma sorpresiva, inopinada, repentina y no consentida".
En ese momento, la Policía Nacional acababa de intervenir las urnas electorales de ese centro. La denuncia lo relata así: "Mientras se iniciaba el repliegue de los funcionarios actuantes, entre gritos, insultos, agresiones y vejaciones, una señora de unos 60 años se acerca a mí, me insulta y al observar que una cámara está próxima a ambos, me agarra con ambas manos del cuello y del casco antidisturbios, acercando mi cabeza a la suya, para posteriormente besar mi boca con la suya".
A su juicio, la supuesta agresora buscaría, "además del ánimo libidinoso que le pudo complacer el hecho, una reacción en mi persona que sirviera de desencadenante de una situación de violencia generalizada".
Los abogados sostienen que los hechos no habrían prescrito todavía, dado que en el momento del beso la manifestante ejerció una cierta "violencia" contra el policía para acercar su boca a la suya. Y en ese supuesto, aseguran, la prescripción del delito se produce a los 10 años.