Tesh Sidi, parlamentaria de Sumar que entró en el Congreso de los Diputados como número 3 por Madrid, acaba de justificar el brutal ataque con el que el grupo terrorista Hamás ha sorprendido a Israel esta mañana, dejando por el momento 22 muertos y 545 heridos.
La diputada lleva toda la mañana de este sábado compartiendo mensajes en sus redes sociales que defienden el uso de la violencia por parte de la milicia terrorista que resiste en la Franja de Gaza.
En uno de sus tuits, ha asegurado: "Con los pueblos y su derecho a la libre determinación. Hoy y siempre con Palestina. Habrá mucha manipulación mediática, tuits de 24 h, pero muchas sabemos que las y los palestinos son asesinados día y noche y nadie condena eso".
Sidi es la primera diputada saharaui en la historia de las Cortes Generales. Entró en el hemiciclo tras las elecciones del pasado 23-J. Como ha señalado en múltiples entrevistas, su intención era la de llevar la voz del pueblo saharaui y de las personas refugiadas y migrantes hasta el corazón de las instituciones españolas.
Nació en un campamento de refugiados en Tinduf (Argelia). Es ingeniera informática y experta en Big Data financiero. Llegó con siete años a España. Con los años también se alejó de su familia de acogida española en busca de sus raíces y con un objetivo claro: la causa saharaui.
[Benjamin Netanyahu: "Estamos en guerra y vamos a ganar, pagarán un precio sin precedentes"]
El ataque de esta mañana, celebrado por esta diputada de la formación de Yolanda Díaz, ha sido de una magnitud que pocos recuerdan. 5.000 cohetes y "más de cien" combatientes infiltrados en el Estado judío han sembrado de caos y sangre Israel.
El ataque
Como hicieran Egipto y Siria hace 50 años en Yom Kippur, la resistencia en Gaza ha elegido la festividad hebrea de Simjat Torá para perpetrar un ataque que ha pillado desprevenida a la inteligencia israelí. Los daños están siendo trascendentales: hay 22 muertos, más de 545 heridos, la mitad sur del país está encerrada en refugios y los agresores deambulan por las calles de siete ciudades que ya controla Hamás. Mientras tanto, desde Gaza, las excavadoras palestinas están demoliendo la concertina inteligente de la frontera.
"Estamos en guerra. No en una operación, ni una escalada: es una guerra, y la vamos a ganar", ha proclamado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ante sus ciudadanos. En un vídeo publicado en X (antiguo Twitter), ha advertido: "El enemigo pagará el precio más alto que jamás haya imaginado".
Yoav Gallant, ministro de Defensa, ha calificado de "grave error" la ofensiva de Hamás, y ya ha llamado a filas a los reservistas del Ejército israelí. Algunos de ellos se habían negado a acudir a cualquier convocatoria durante las protestas contra la reforma judicial de Netanyahu. Pero ahora han dejado a un lado sus rencillas y se muestran dispuestos a defender Israel.
Esta vez tienen al enemigo en casa: "Terroristas armados de Hamás están en las calles intentando asesinar a civiles israelíes que se están refugiando en sus edificios", alerta el Gobierno sionista en un comunicado. La operación, por tierra, mar y aire, tiene pocos precedentes y abre ahora la posibilidad de consecuencias impredecibles. Israel ha recibido el primer golpe, y ya asume que ha comenzado la guerra.