Mustafá Maya Amaya, el mayor reclutador de yihadistas de toda Europa detenido este lunes en Melilla, había incrementado sus publicaciones en las redes sociales tras los atentados de Hamás.
En uno de sus perfiles de Facebook, consultado por este periódico, publicaba hace tan solo dos días el siguiente mensaje en castellano: "No hay que hablar solo de guerras, pero es lo que nos espera. Ahí lo dejo".
A lo largo de las últimas dos semanas, este viejo conocido de la Policía Nacional había aumentado sustancialmente su actividad online. En otro post compartía días antes frases como: "Si dejas que tu hermano sea comido por los lobos, solo sé que tendrás éxito, hermano. Y tu turno viene tras él".
Los especialistas en la lucha contra el terrorismo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado temían una radicalización de peligrosos yihadistas después de la masacre de Hamás en Israel y la posterior respuesta de este país en forma de bombardeos en la Franja de Gaza. Y así lo han constatado.
Maya Amaya ha sido detenido este lunes por orden del Juzgado Central de Instrucción nº6 de la Audiencia Nacional. Su arresto se produce en el marco de una investigación por adoctrinamiento y proselitismo que permanece bajo secreto de sumario. Es el segundo detenido de esta operación, y en los próximos días pasarán a disposición del juez.
El mayor reclutador
Antes de convertirse al Islam y abrazar el radicalismo, Maya Amaya estuvo preso en Alhaurín de la Torre (Málaga), por robo y tráfico de drogas. Fue allí precisamente donde encontró la salvación en la religión.
Al salir de prisión tras su primera condena, en 2001, la Fiscalía de Málaga se querelló contra él porque ocupó ilegalmente la mezquita de San Agustín de la capital de la Costa del Sol, colgando en su interior mensajes a favor de los talibanes.
Maya Amaya lleva casi dos décadas desplazándose en silla de ruedas. Ese medio de transporte hace que en Melilla sea un vecino muy conocido en el barrio de la Cañada. Llevaba un año ya fuera de la cárcel, de la que salió tras cumplir una condena de 8 años iniciada tras su detención en el año 2014.
Tiene nacionalidad española. Nació en Bruselas hace 59 años en el seno de una familia gitana, pronto se asentó en Melilla, donde comenzó un proceso de radicalización yihadista.
Con los años organizó mediante un complejo entramado "una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones".
El entramado dirigido por Maya Amaya llegó a contactar con cientos de personas interesadas en desplazarse para hacer la yihad. Amaya llegó a contar con hasta 26 blogs en los que hacía proselitismo animando a la yihad.
[Detenido Mustafá Amaya, reclutador de yihadistas en Europa, un año después de salir de la cárcel]
Según la sentencia que le condenó, su red ayudó a, al menos, una treintena de personas a llegar desde Malí, Siria o Libia para su integración en Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Daesh, el (autodenominado Estad Islámico) o Jabaht Al Nusra. Fue uno de los colaboradores más eficaces de estas organizaciones a la hora de proveerles de combatientes para la causa.
Tan solo con su mensaje propagandístico y de persuasión logró manipular y adoctrinar a unos 200 jóvenes a los que quiso sumar a la causa del radicalismo islámico. Buena parte de ello lo logró empleando tan solo su ordenador.
"Maya Amaya [...] desarrolló una estrategia a la que llamó La Hégira antes de la Hégira [haciendo alusión a la huida de Mahoma de La Meca a Medina] por la que centralizaba en la ciudad española de Melilla, en la que residía, la actividad de formación y entrenamiento de los nuevos candidatos", detallaba la sentencia. Una vez superada esa fase, los combatientes se incorporaban a organizaciones yihadistas asentadas en Libia. Se le considera el mayor reclutador de Europa.
Segunda operación
La matanza perpetrada por la organización terrorista Hamás en Israel ha provocado un seísmo de consecuencias imprevisibles en países de Occidente. Una de esas posibles consecuencias es que comunidades occidentales o judías sean víctimas de ataques terroristas después de que dirigentes de Hamás llamasen a la "yihad global".
Por eso, hace una semana el Ministerio del Interior tomó la decisión de poner en marcha varias medidas complementarias de seguridad para reforzar el nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista, el mismo que se mantiene en vigor desde 2015.
En Interior no quieren que se produzcan episodios como el de la semana pasada en Bruselas, donde un hombre armado con un kalashnikov abrió fuego en plena calle asesinando al menos a dos personas. O como el que se vivió hace unos días en un pueblo francés, donde un profesor fue asesinado por un hombre que profirió gritos islamistas en el momento del ataque. Dejó otros dos heridos a su paso.
Las detenciones de Melilla se producen en este marco. Es la segunda operación de los especialistas del Ministerio del Interior en apenas unos días. No se descartan más detenidos o más operaciones. Por el momento hay 6 personas arrestadas en total, contando las cuatro que detuvo hace menos de una semana la Policía Nacional, 3 hombres y una mujer, en una operación contra el terrorismo yihadista desarrollada en distintos puntos de la península.