El pasado 25 de octubre, un avión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire evacuó a, Khadija y Cherive, dos niñas siamesas de Mauritania que tenían que recibir atención médica urgente en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Dada la complejidad de la operación que iba a acometer este centro especializado en pediatría, en aquel momento no se conocía cómo iba a evolucionar el caso.
Pero al final la cirugía resultó ser todo un éxito. Este viernes 17 de noviembre los responsables de la intervención comparecían en rueda de prensa en las instalaciones del hospital para explicar cómo se ha manejado el procedimiento y la recuperación de las niñas.
La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, también ha celebrado que la cirugía finalizara sin ningún inconveniente pese a su complejidad, dada la vital implicación que han tenido las Fuerzas Armadas en el traslado.
Por ello, recibirá este domingo a la ministra Salud de Mauritania, Naha Mint Hamdi Uld Muknas, que se desplazará hasta Madrid, procedente del hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona, donde en los últimos días ha seguido en primera línea la actividad de los especialistas sanitarios.
En Madrid la ministra mauritana agradecerá al Ejército del Aire y del Espacio y a personal de la UMAER, la aeroevacuación de las pequeñas. Las siamesas nacieron el 8 de octubre unidas por el hígado, con un cordón umbilical único y un peso conjunto de 5,2 kilos. Ambas fueron intervenidas con éxito la semana pasada y se encuentran en perfecto estado.
Las pequeñas podrán llevar una vida completamente normal y desde este próximo lunes podrán ser trasladadas a su país de origen.
La operación
El equipo de 20 personas que atendió a las niñas estaba compuesto por anestesiólogos, cirujanos, neonatólogos, enfermeros, auxiliares, ingenieros, bioingenieros y técnicos de imagen, entre otros. "Teníamos que disponer de dos mesas de operación en el mismo quirófano para poder acabar de intervenir a las dos niñas por separado".
"Tuvimos la oportunidad de pedir ayuda para la separación a otros países socios, pero hemos recurrido a España, un amigo de Mauritania, porque confiamos en el sistema de salud español", señalaba esta semana Ana Alarcón, una de las neonatólogas que acompañó a las niñas durante la aeroevacuación y que ha coordinado su evaluación.
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Fue el equipo de Mauritania el que contactó con el hospital para ver si podría ofrecer alguna solución. Poco después del nacimiento de las niñas, el pasado 8 de octubre, médicos del Sant Joan de Déu recibieron información (informes y pruebas de imagen) del hospital de origen con la cual pudieron evaluar la condición de las niñas.
Cirugía perfecta
"Vimos que eran gemelas unidas por el abdomen, pero teníamos dudas de si compartían o no el hígado", ha explicado. Después, el doctor Javier Tarrado, jefe de Cirugía Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu, "vio que era factible operarlas y con un pronóstico bueno". Una vez planteada la intervención, se dispusieron a planificar el traslado y la evacuación de las niñas, con ayuda del Ejército del Aire.
Como se trataba de un caso complejo, "la coordinación fue muy importante", repasa Alarcón. Un equipo encabezado por ella, otra neonatóloga y una enfermera se desplazaron a Nouakchott para evitar que surgieran complicaciones.
"Fuimos a recogerlas (...) a pie de pista porque el equipo de Mauritania las había cuidado desde entonces", señala Alarcón. Dentro de las tareas de coordinación se incluía también el desplazamiento dos familiares de las niñas: su madre, Mariem (21 años) y su tío. Ellos dos llegaron antes al hospital para recibir allí a la madre.
En declaraciones posteriores a EL ESPAÑOL, Alarcón señaló que, a pesar de que el procedimiento no era de urgencia, el componente emocional era muy fuerte en este caso: "La madre quería que se las operara de inmediato".
Por fortuna, la operación ha llegado bien y esta semana regresarán a su país junto a su madre.