Javier Corbacho Brais Cedeira

La Policía Nacional ha detenido a cinco personas en varias ciudades de España por formar parte, supuestamente, de una red de apoyo financiero al Estado Islámico (también llamado Daesh). Cuatro de ellos han ingresado ya en prisión provisional por orden judicial.

Uno de los arrestados estaba muy radicalizado y pretendía cometer un ataque de forma inminente, lo que aceleró las detenciones. En su casa, los agentes incautaron un hacha y munición.

En la investigación, desarrollada en dos fases, han participado doce países; entre ellos, además de España, Marruecos, Argelia, Estados Unidos, Mauritania y Suiza.

Según ha informado este sábado la Policía Nacional en un comunicado, la red desarticulada había planificado dos atentados y financiaba la actividad de Daesh a través del dinero que obtenía de actividades delictivas cometidas en diversos puntos de Europa.

En esta segunda fase de la Operación Miya, la Policía ha arrestado a cinco personas en Valencia (2), Cáceres, Alicante y Guipúzcoa. 

La Comisaría General de Información (CGI) ha liderado esta operación y ha contado con la colaboración de servicios de Inteligencia de doce países, entre ellos la Direction Générale de la Surveillance du Territoire (DGST) marroquí, la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) argelina, la Direction Générale de la Sûreté Nationale (DGSN) mauritana, el Federal Bureau of Investigation (FBI) norteamericano, la FEDPOL suiza y EUROPOL.

Además, en nuestro país, la CGI ha contado con la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), de las Brigadas Provinciales de Información de Valencia, Alicante, Cáceres y San Sebastián.

La investigación ha estado coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

El inicio de la investigación

Tras año y medio de investigación se detectó que una persona de origen magrebí, residente en España, estaba en contacto con un yihadista que había entrado en Europa atravesando la denominada Ruta de los Balcanes.

El objetivo de este último era el de llegar a Francia para cometer un atentado en nombre de Daesh, para lo que el investigado en España le ofrecía su colaboración.

El primer varón fue localizado, finalmente, en Suiza, con intención de cometer su ataque en Francia, por lo que los agentes de la CGI transmitieron inmediatamente la información a sus colegas de la FEDPOL helvética.



La operación conjunta entre ambos países se saldó con la detención simultánea en marzo de 2022 de ambos radicales. En esa primera fase de la operación se produjeron otras seis detenciones en Europa y el Magreb, que elevaron a ocho el total de detenidos.

El detenido en España fue condenado en la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo a dos años de prisión. Salió en libertad a mediados de 2023.



Tras esa primera parte de la operación, los analistas de la Comisaría de Información descubrieron que los dos detenidos eran parte de una red internacional de apoyo al Estado Islámico que estaba establecida en tres continentes.

Tras ello, dio comienzo una macrooperación conjunta con los servicios de Inteligencia de 12 países de Europa, Oriente Medio y el Magreb.

200.000 euros en 'criptos'

Como consecuencia de esta compleja investigación, que ha durado dos años y medio, se ha descubierto que la red yihadista contaba con ramificaciones en Afganistán, Oriente Medio, Sahel, Magreb y Europa.

Sus miembros se dedicaban, presuntamente, a la obtención de fondos provenientes de la comisión de delitos en Europa para financiar sus actividades terroristas.

Movían grandes cantidades de dinero a través de envíos internacionales y criptomonedas. Tras los registros en varios domicilios, la Policía ha logrado incautar criptodivisas por valor de casi 200.000 euros.



Asimismo, según informa el comunicado policial, algunos miembros de la red intentaban adoctrinar a nuevos adeptos en el credo yihadista para apoyarles en el caso de que mostraran sus deseos de llevar a cabo atentados terroristas.

Se ha detectado que esta red habría ayudado en la planificación de al menos dos ataques que finalmente fueron neutralizados.



La investigación en España ha concluido ahora con la detención de cinco personas. Uno de los investigados en nuestro país había sufrido una fuerte radicalización en los últimos meses y, según los analistas de la Policía, en las últimas semanas mostraba sus deseos de llevar a cabo un atentado, circunstancia que aceleró las detenciones.

Durante el registro de su domicilio se encontró munición de arma corta y un hacha. A los detenidos también se les han intervenido manuales para la confección de explosivos, manuales de adoctrinamiento a menores y propaganda yihadista.