El miedo a la anexión de Navarra al País Vasco impregna la manifestación contra el pacto PSOE-Bildu

"Navarra es una comunidad querida, ansiada, por el independentismo vasco", había anticipado el propio Esparza a EL ESPAÑOL pocos minutos antes de comenzar la protesta contra la moción de censura que, en detrimento de la regionalista Cristina Ibarrola, aupará al abertzale Joseba Asiron hasta la Alcaldía de Pamplona gracias al voto favorable de los cinco concejales socialistas el próximo 28 de diciembre.

"Necesita Navarra", añadió en relación a la izquierda independentista que representa EH Bildu, "porque Euskadi nunca fue un reino; porque la historia, los reyes, la tradición, las costumbres y el fuero están aquí, en Navarra". Una frase con algunos elementos irrebatibles, quizás chovinista, pero pronunciada en un momento en el que algunos navarros temen una ofensiva para la anexión de su territorio autonómico al del País Vasco. 

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Lo cierto es que el ordenamiento jurídico español prevé dicha posibilidad. La disposición transitoria cuarta de la Constitución Española establece el procedimiento para una hipotética adhesión a través de un referéndum que, tras ser aprobado por el órgano foral competente, sea "expresamente convocado al efecto". Un caso excepcional, puesto que el artículo 145.1 de la Carta Magna prohíbe expresamente la federación de Comunidades Autónomas.

La disposición adicional segunda del Amejoramiento del Fuero de Navarra, además, como así queda emplazada por el precepto constitucional, dicta que es el Parlamento navarro quien tiene la potestad para accionar esta vía. Por su parte, el artículo 2 del Estatuto de Guernica abre la puerta a Navarra "a formar parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco".

Javier Esparza, presidente de UPN, este domingo, en Pamplona. Eduardo Sanz EP

Su vigencia es una espita abierta que inflama las intenciones abertzales. De hecho, su derogación es una reclamación ya clásica del centroderecha y la derecha política navarra, que lleva décadas exigiendo la retirada de dicha disposición transitoria. 

Cabe recordar que, en el informe publicado sobre la propuesta de reforma constitucional en 2006, bajo el primer mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, el Consejo de Estado recomendó derogar la disposición transitoria sobre la integridad territorial de Navarra para, así, blindar las competencias del Estado. 

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Que la socialista María Chivite, presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, se apoye en EH Bildu como piedra angular —junto con Contigo-Zurekin (Podemos-IU), quien completa el tripartito— también supone un motivo de desconfianza para UPN, PP y Vox en el Parlamento navarro, el "órgano foral competente" para accionar el mencionado referéndum.

Y que Iruña (Pamplona, en vasco) sea la capital de esa Euskal Herria diseñada por el mito del independentismo vasco cierra el círculo de su afán unionista. "Este es el espacio más codiciado por los que, desde hace años, son los socios preferentes del Partido Socialista", dijo Ibarrola, en alusión a EH Bildu, en el discurso que abrió el acto de este domingo. La todavía alcaldesa subrayó que Pamplona es "la joya de la corona" de Euskal Herria y que "[Arnaldo] Otegi y sus secuaces" la pretenden.

"Se están poniendo los cimientos"

Habida cuenta de que son los propios dirigentes independentistas quienes lo defienden, no se trata de ninguna revelación. No obstante, el auge de la ideología abertzale en ciertos sectores sociales y su efervescencia institucional —a juicio del grueso de los dirigentes de UPN y PP presentes en Pamplona este domingo, gracias al "blanqueamiento" que de EH Bildu ha hecho el PSOE en los últimos años— ha elevado más que nunca los temores de los navarros foralistas.

"Si se quisiera hacer el referéndum, se podría hacer mañana", asegura Carlos García Adanero, diputado nacional y concejal del PP en el Ayuntamiento de Pamplona, en una entrevista publicada por EL ESPAÑOL este lunes. "Si no se hace", estima el político navarro, "es porque saben que la voluntad de las personas en Navarra no es esa anexión y, por lo tanto, lo que están haciendo es trabajar de otra forma". 

¿Cómo? "Poco a poco, se están poniendo todos los cimientos para que eso se pueda llevar a cabo en el futuro", asegura Adanero. "Necesitas un territorio, una bandera y un idioma. Y ellos lo dicen: que el idioma es fundamental para construcción nacional, que su territorio es la quimera de Euskal Herria —es decir, el territorio vasco con la anexión de Navarra— y que su bandera es la ikurriña", desarrolla. 

La posibilidad fue un elemento de tertulia para muchos corrillos de manifestantes este domingo. También el segundo elemento de discordia más reivindicado el pasado 18 de noviembre, durante la masiva manifestación que congregó a miles de personas en la pamplonesa Plaza del Castillo contra la Ley de Amnistía. 

Y es que, como quedó de manifiesto en la investidura de Chivite, celebrada los pasados 14 y 15 de agosto, por boca de la portavoz abertzale, Laura Aznal, el "debate sobre el modelo de Estado, el encaje territorial y el derecho de autodeterminación de las naciones sin Estado, como Cataluña y Euskal Herria", serán algunas de las obsesiones de EH Bildu esta legislatura.