El agente del CNI detenido pasó a la CIA datos sobre la colaboración de Rusia e Irán en España

Fuentes de inteligencia revelan a EL ESPAÑOL que este agente y el otro arrestado también habrían facilitado datos relacionados con las licitaciones y contratos del Ministerio de Defensa, así como de los negocios de empresas de ese sector estratégico para la seguridad nacional. También sobre qué compañías y qué países estarían interesados en determinados concursos, y cuáles son las personas idóneas a las que acceder para hacer negocios en nuestro país en el área militar.

Las fuentes consultadas señalan que las indagaciones de los espías norteamericanos se enmarcarían en los trabajos habituales de un servicio de inteligencia, y que no respondían a una investigación en concreto de Estados Unidos sobre una única materia. "No todo es la gran operación sobre algo", indican. 

Simplemente, en su labor operativa de acumular la mayor cantidad de información posible, vieron la oportunidad de obtener detalles interesantes a través de agentes españoles y la aprovecharon. 

La operación consistiría, por tanto, en tratar de controlar la mayor cantidad de información posible sobre Irán y Rusia, como es habitual en los servicios de inteligencia. Irán es un socio clave para Putin, con gran poder desestabilizador y cada vez más relevante en el panorama mundial. El detonante de la guerra en Gaza, por ejemplo, fueron las acciones de Hamás y Hezbolá, dos satélites terroristas de los ayatolás en Oriente Próximo.

Irán también ha movido piezas en Occidente. Aquí, en España, fue el país que inyectó varios millones de euros en la productora de televisión de Pablo Iglesias. Es también el país sobre el que planea la sospecha del intento de asesinato sobre Alejo Vidal-Quadras.

[El espía del CNI en prisión por filtrar secretos a EEUU es un teniente coronel con 30 años de experiencia]

Estados Unidos busca saber qué contactos está tejiendo Irán en cada rincón de Occidente, con quién se reúnen sus agentes, a qué se dedican y qué hacen en nuestro país.

"Les importan no solo los intereses que puedan tener en España, sino también con quién contactan", señalan fuentes de inteligencia. "Los estadounidenses lo hacen igual en Inglaterra, en Francia, donde pueden". 

En materia de la industria de defensa, continúan las fuentes consultadas, los estadounidenses habrían preguntado sobre datos concretos de licitaciones, sobre las condiciones que estaría ofreciendo el ministerio al respecto, sobre qué firmas o qué países estarían interesados en determinados concursos o capacidades desarrolladas por las compañías que trabajan con las Fuerzas Armadas, sobre qué potencias quieren hacer negocios con España, cuáles son las personas idóneas a las que tocar para hacer negocios con nuestro país, etc.

Un ejemplo de la injerencia de la inteligencia extranjera en nuestro país a través del ámbito empresarial se vio a principios de la década pasada. La petrolera rusa Lukoil quiso controlar Repsol. Esa operación se logró frenar después de que el CNI desaconsejara su entrada en una empresa estratégica para España. Además, algunos de los responsables de Lukoil habían tenido relación con el crimen organizado.

Los rusos lograron crear años después, en 2012, una alianza estratégica con la catalana Meroil. Este tipo de movimientos son los que se buscan anticipar los servicios de inteligencia.

Los detenidos

De los dos agentes del CNI detenidos en un primer momento, continúa recluido en la prisión de Estremera (Madrid) el agente con más implicación en las filtraciones a la CIA.

Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, se trata de un teniente coronel de las Fuerzas Armadas con varias décadas de experiencia en los servicios de inteligencia. Tanto él como su subordinado, se conocían y mantenían una estrecha relación personal desde hace muchos años. Este segundo agente continúa en libertad provisional.

La captación de ambos comenzó más de un año antes de que el CNI destapase el caso. La operación fue desarrollada por al menos cuatro efectivos del espionaje estadounidense que ya han sido expulsados del país.

Los españoles fueron captados tras un largo trabajo de sus homólogos norteamericanos. La clave fue convencer al de mayor rango de los dos. Los espías de la CIA le consideraban un efectivo valioso. Su trabajo en la Dirección de Inteligencia le había granjeado una gran reputación y el respeto de compañeros y colegas del extranjero.

La CIA aprovechó la ocasión de ganarse al teniente coronel durante una excedencia que se cogió en la pandemia para trabajar en una compañía en EEUU. Tras la excedencia regresó al CNI. Fue en ese momento cuando este funcionario convenció a otro compañero para que le ayudase a recopilar los datos que le pedían desde la CIA. A cambio recibirían una jugosa recompensa.

[España expulsa a dos miembros de la embajada de EEUU por captar a dos agentes del CNI detenidos]

El CNI descubrió hace meses lo que estaba pasando y activó su departamento de Contrainteligencia para contrarrestar lo ocurrido y determinar el alcance de la filtración. Les dejaron hacer, vigilando y anotando discretamente todos los movimientos y los pasos que iban dando en sus contactos con la CIA.

Por eso, señalan desde el Centro, aunque no es "plato de buen gusto, nos queda la satisfacción de decir que los controles han funcionado". Consiguieron interceptar a los espías que filtraban información a Estados Unidos y detenerlos.